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El jugador del Bathco Ben Silk es placado por Joe Mamea, de El Salvador, en uno de los partidos de esta temporada.
Rugby

Un partido que vale una final

El Bathco busca hoy en la semifinal ante El Salvador la posibilidad de luchar por su primer título de la División de Honor

Marco García Vidart

Sábado, 21 de mayo 2016, 08:17

La empresa no es que sea difícil. Es que pinta de reto casi titánico. Enfrentarse al que para casi todo el mundo es actualmente el mejor equipo de España, El Salvador, y en su campo. Pero el Bathco llega lanzado hoy a la semifinal (17.00 horas) en el Pepe Rojo de Valladolid. Sin freno en cuanto al estado físico, cargado de moral y con un hambre de títulos y gloria sin límites. A partido único, dos equipos de muchos quilates sobre el campo y una final de liga en juego. En el Pepe Rojo de Valladolid habrá hoy un espectáculo de los muy buenos.

LAS CLAVES DEL PARTIDO

  • 1) La defensa de El Salvador.

  • Es lo más parecido a un muro. Los quince jugadores pucelanos apenas pierden el sitio. Resulta complicado hacerles puntos.

  • 2) La melé del Bathco.

  • Destrozó al Alcobendas y con la baja de Borsak, la de El Salvador pinta débil. Una gran forma de obtener juego y anotación.

  • 3) El pateo de Katz.

  • La consigna en el Bathco es evitar golpes de castigo. El apertura inglés de El Salvador los transforma desde cualquier sitio.

  • 4) La velocidad verde.

  • El Bathco fiará su ataque a la rapidez de Stewart, Latrónico, Armental, Schab... Si se alocase el partido, el Bathco tendría mucho ganado.

La lógica apunta a un partido trabado y con pocos puntos. De esos en los que se mide cada jugada. El Salvador no se caracteriza por su alegría ofensiva y sí por una defensa en las que sus quince efectivos ejecutan una coreografía casi perfecta. Pero hasta el muro más sólido tiene algún pequeño resquicio. Y eso es lo que quiere aprovechar el Bathco. La velocidad de los Stewart el más temido por el equipo pucelano, Schab, Latrónico o Armental será el estilete para derribar el muro blanquinegro. «Paciencia», pedía esta semana el Chucho Mozimán, el entrenador del Bathco, para encadenar una fase, y otra, y otra... «En alguna habrá un desajuste». Eso si el partido va, como se espera, tenso y trabado. A la mínima que se descontrole y se convierta en un festival de puntos, el Bathco tendrá muchísimo ganado. «Eso a nosotros, no nos conviene», señalaba estos días el entrenador del Chami, Juan Carlos Pérez. Ambos preparadores insisten en la necesidad de «controlar el ritmo del partido» para sus respectivos equipos.

Katz y la melé

Los temores del Bathco se dirigen, además de la defensa pucelana, a un jugador de El Salvador. Ese 10 de la camiseta del Chami provoca pesadillas de color verde. El apertura inglés Sam Katz ya ejecutó con un golpe de castigo al Bathco en los cuartos de final de la pasada liga. Por eso la consigna entre los santanderinos es la de evitar a toda costa los golpes de castigo para que Katz no saque a pasear el rifle de precisión que tiene en sus pies. Con el esquema de defensa a ultranza y los puntos de su pateador, El Salvador se siente la mar de cómodo.

Los miedos de los pucelanos van por otros derroteros. La melé del Bathco ya abusó de la del Alcobendas el pasado domingo. Y para este encuentro los chamizos tienen un buen problema en el agrupamiento. El pilier australiano Wayne Borsak ha regresado esta semana a su país debido al delicado estado de salud de su padre. Sus 130 kilos de peso se echarán mucho de menos en la melé vallisoletana.

Mismo quince

El Bathco repetirá hoy en el Pepe Rojo el mismo quince inicial que desarboló al Alcobendas el pasado domingo en San Román. Bulacio, Vázquez y Sánchez formarán en la primera línea, con el capitán Javier de Juan, Juanpi Guido, Mike Botha y Andrés Baeck en la segunda; Schab estará en el puesto de 8, mientras que la bisagra, los puestos de medio melé y apertura, los ocuparán el mejor ante el Alcobendas, Lucas Latrónico, y Juan Diego Zabalegui. Mariano García y Nicolás Coronel se desempeñarán como centros, mientras que Dani Mañero e Izko Armental serán las alas del Bathco. Atrás, el jugador más temido por El Salvador, el sudafricano Richard Stewart, otro de los candidatos a dinamitar la muralla rival con sus carreras. En el banquillo, repetirán los mismos del domingo salvo una excepción. Junto a un Pepín Sanz que entrará en la segunda parte para dar más poderío aún a la melé verde, aguardarán su oportunidad Balbás, Sedano, Silk, Del Río, Puentes, Peña y un Mauro Macchi que regresa a una convocatoria tras su lesión en el brazo. Se cae del partido el inglés Jack Hughes, que ha sido operado de apendicitis esta semana.

Una defensa soberbia, el campeón de esa histórica Copa del Rey en Zorrilla... El Bathco reconoce los méritos de su rival, pero no le arredran en absoluto. El equipo santanderino está convencido de que este lunes tiene entrenamiento para preparar el que sería el partido más importante de todos. El de una final de la División de Honor a la que nunca han llegado los verdes. Después de tres temporadas entre la élite, en el Bathco siguen convencidos de que el rugby les debe un título.

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