Casar gana a Quijano y el ascenso en Primera se decidirá mañana

La apertura del duelo se quedó en casa, aunque no sin sufrimiento. Hasta tres tiradas tuvieron que afrontan las cuadrillas para dilucidar un parcial que, pese a ser el primero, podía inclinar la balanza. Y es que de empezar por encima en el marcador a empezar por debajo va un mundo, sobre todo cuando hay tanto en juego y los nervios están a flor de piel. Hasta tres intentos necesitó Casar para llegar a 40. En las dos primeras se quedaron a las puertas después de subir veinte y, de segundas, y después de que los visitantes les mandasen a 39, solo pudieron igualar con una bola de tres de Alberto Saiz.

Los problemas de birle de los locales desaparecieron a la tercera, que es a la que va la vencida. De nuevo la obligación era de 40, aunque esta vez sólo subieron catorce y gracias a una bola de tres de Rubén Samperio que llegó a la raya por milímetros. Ese lanzamiento fue decisivo, puesto que birló cinco y encarriló una jugada que les ponía por delante en el electrónico y, además, les quitaba los nervios.

Si el estreno se había dirimido desde los catorce metros, Casar optó por retrasarse y marcharse hasta los diecisiete en su primer turno de tiro. Una buena subida y un birle que les permitió tirar las tres últimas bolas al panojo cerró la cuenta en 40, una cifra que obligaba a Quijano a no fallar para no descolgarse del partido. Tras subir diecisiete, los de Piélagos no aprovecharon sus lanzamientos más cercanos a la caja, pero acertaron de atrás para lograr... Otro empate. El segundo en dos chicos. Los de Cabezón de la Sal, con algo de fortuna, hicieron bolada para mandar a su rival a 45. Los visitantes subieron dieciocho, después de que a Miguel Hernando se le abriera y se le marchara blanca su primera bola de tiro. La bajada era buena hasta que dos bolas pegadas al tablón de la mano, pese a ir bien puestas, se fueron con dos. Precisamente, los chicos que ya tenía en su casillero la peña local.

Después de perder sus opciones de ascenso el pasado fin de semana tras la victoria de Gajano ante Pontejos, Quijano quería, al menos, dejar claro que iban a pelear por la victoria. El pasado curso se salvaron en el último suspiro, pero el crecimiento en juego y madurez de su partida les ha llevado este año a estar arriba y dar más de un susto a los gallos. Los capitaneados por Javi González volvieron a los catorce metros en el tercero para enfrentarse a la raya máxima colocada por Samperio. Total 45, un recado para un Casar que tenía la moral por las nubes, especialmente un Félix Gutiérrez que abrió con ocho palos. Una bola blanca y una queda congelaron la subida en su tramo final, lo que le daba el chico a los visitantes. El partido estaba abierto.

La derrota parcial no hizo mella en la cuadrilla local, que volvió a los diecisiete metros, volvió a jugar bien y volvió a cerrar. Los nueve palos birlados por Óscar Salmón a media bolera a la mano encarrilaron un birle que cerró Samperio con otros cuatro para irse hasta los 43 bolos. Esta vez Pedro González y Aitor Ángulo no abrieron bien de tiro y, pese a que la bajada fue buena, Quijano se quedó a dos bolos de la igualada en la tirada.

El avance del partido y la lejanía en el resultado minó la moral de los visitantes, que en el quinto y a la postre definitivo, volvieron a marrar de tiro. El birle fue bueno, pero no llegar a 40 desde catorce metros era una mala tirada que Casar no perdonó. Félix subió su enésima bola de cuatro, Samperio remató con otra con los mismos bolos y tras acumular dieciocho de tiro solo quedaba rematar. Esta vez, a diferencia de lo ocurrido en el primero, no fallaron y cerraron un partido que les mantiene en la pelea por el ascenso.

Con ese resultado, la peña que acompañará a Andros La Serna en División de Honor el próximo año se decidirá mañana en el duelo entre Quijano y Gajano. A la cita los de Marina de Cudeyo llegan con un punto de desventaja sobre Casar, que además tiene el average ganado. Las cuentas son claras. Si Gajano gana, es equipo de la máxima categoría. Si no lo hace, la fiesta estará en Cabezón de la Sal.