«En ningún momento había dudado sobre si podía volver a ser campeón»

–Han pasado cuatro días desde la consecución del Campeonato de España ¿Son suficientes para que se pase la euforia?

–Tarda mucho en pasar, por la alegría que tienes en el cuerpo. He conseguido lo máximo que se puede conseguir y siempre lo vamos a tener presente porque este año es complicado, con una pandemia. Es un año para disfrutar de ese día.

–¿Cuáles eran sus sensaciones antes de comenzar la competición?

–Llegaba bien. En concursos anteriores estaba jugando francamente bien, con mucha confianza, aunque siempre con un pero, el de tirar bien de tiro. Sabía que de birle estaba muy bien, tenía mucha confianza, lo he demostrado en las cinco vueltas, casi me daba igual el sitio de la bolera desde donde birlara. Además me he hecho fuerte de tiro, y eso es lo que me ha valido para ganar el trofeo.

–Que Víctor González partiera como gran favorito, ¿le beneficiaba?

–Creo que no llegaba más presionado, eso puede pasar cuando llegas a una final y nunca has sido campeón. Solo miraba el jugar bien yo. Víctor estaba ahí, era el último campeón. Yo sé que si juego bien puedo hacer muchos bolos y puedo poner en algún compromiso al resto de rivales. Después de empezar en las dos primeras rondas, que es donde hay que hacerse fuerte, con 297 y mantener un margen de 23 bolos sobre los siguientes estás un poco más tranquilo, sabía que tenía colchón.

–Se daba una situación similar a la de hace dos años y en el mismo escenario ¿Había pasado por su mente muchas veces lo ocurrido en ese 2018?

–No, para el tema de fechas soy un poco desastre. Yo sabía que había ganado el Nacional en el Malecón, una bolera talismán para mí, pero no me había percatado que ese año Víctor había ganado el Regional. Mi idea era jugar como yo sé y llegar a lo más alto posible. Solo puedo poner dos peros, las cuatro últimas tiradas en octavos y las cuatro primeras en la semifinal. Por lo demás creo que ha sido un torneo espectacular.

–Vaya si jugó tranquilo. 160 bolos en el último concurso, otra exhibición...

–Realmente he jugado como me gusta, muy centrado de tiro y aprovechando todas las bolas de birle. La final, aparte de para ganar, me valió para decir 'aquí estoy yo'.

–Cuando lanzó la última bola se fue de rodillas para expulsar toda la adrenalina...

–Sí. Antes de birlar tenía la duda de la del castro. Había birlado varias de ahí y con la que más había tirado fueron dos. La máxima mía era birlar a cuatro para hacer 21 y llegar a los 160. Después de meter de cuatro la del castro la siguiente era una bola obligada y lo que no quería era acabar el Campeonato de España birlando uno. Después ya me arrodillé por cansancio. A mis años volver a ganar el Nacional creo que es un reconocimiento a toda mi trayectoria bolística, para mí es lo máximo.

–¿En algún momento había dudado que pudiera volver a ser campeón de España?

–No, ni mucho menos. Para ser campeón de España hay que estar físicamente bien. Yo creo que tengo un físico envidiable con la edad que tengo para jugar a los bolos y para ganar hay que estar al 100% tanto desde el tiro como desde el birle.

–¿Cuál es el secreto para después de más de veinte años en la élite de los bolos no solo mantenerse sino tirar cada vez más bolos?

–No soy de las personas que se cuidan a diario en el sentido de ir al gimnasio y hacer dieta especial. Intento dosificar los entrenamientos, tengo una edad en la que intento descansar y recuperar. Con esto no quiero decir que no entrene. Con la edad de Víctor lo que quería era estar el mayor número de horas posibles en la bolera, porque era lo que más me gustaba. Ahora también me gusta, pero el cuerpo requiere un poco más de dosificación, las temporadas son muy largas. Sobre todo es importante que me respeten las lesiones. Nunca he tenido ningún percance y espero que siga siendo así.

–Pese a su aforo reducido la Bolerona rugió como sus mejores tardes ¿Qué le da El Junco al público?

–Para mí El Malecón es 'La Catedral de los bolos'. He ganado en cinco ocasiones el Campeonato de España, me siento muy querido, en ella y en todas las boleras de Cantabria. Soy extrovertido, cercano a la gente, y creo que la afición busca eso, que los jugadores seamos cercanos y ellos tengan unos minutos para hablar conmigo. El cariño que yo intento demostrar a la hora de jugar es el que ellos me transmiten a mí, ese calor, esos aplausos. Para mí eso es grandioso.

–Que haya rivalidad (sobre la bolera) entre usted, Víctor, Salmón, Lavid, etc. ¿Conseguirá que el público, al menos, se mantenga en las boleras?

–Nosotros intentamos hacer el mayor número de bolos posibles para que eso ocurra, pero al final lo que hay que intentar es fomentar el deporte base, intentar llegar a los colegios o a instituciones en las que los críos conozcan este deporte. A los bolos acude mucha gente mayor y creo que tenemos que ser más cercanos con la gente joven para que ellos acudan a las boleras.

–¿Por dónde pasa el futuro de Óscar González a nivel colectivo?

–A nivel de peña mi futuro está en Hermanos Borbolla. La gente especula, pero yo me debo a la peña en 2020 y 2021. A partir de ese año la peña y yo tendremos que acercar posturas para ver si continuamos o no.