Óscar González se olvida del Regional

El Memorial sirvió para que Óscar, en parte, se quitara el mal sabor de boca del Campeonato Regional. El Junco recuperó el juego que ha exhibido durante buena parte de los meses de junio y julio y realizó un concurso de menos a mas en el que, mejoró sus cifras de cada certamen.

La competición arrancó a primera hora de la tarde con las tiradas de Gabriel Cagigas y Rubén Haya. Ni el de Ambrosero ni el camargués disfrutaron de una buena tarde y se quedaron lejos de poder marcar un registro que inquietara a los siguientes participantes. El de Riotuerto derribo 117 bolos, mientras que el de Peñacastillo apenas llegó a 113. Tras su buen papel en el Campeonato Regional, en el que solo los problemas con el tiro tras la lluvia le impidieron poder competir ante Víctor, Haya no pudo refrendar en La Bolerona el buen momento de forma que vive.

Posteriormente fue el turno de otro jugador que también completó un buen Regional, Carlos Gandarillas, que lanzó acompañado de Chin Velasco. El de Sobarzo continuó con la tónica de la tirada de cuartos de sus compañeros y tampoco llegó a los 120, aunque logró superar a Haya y Cagigas con 119 palos. El de Pedredo, por su parte, si logró más bolos que la media, aunque a priori tampoco sus 124 suponían una obligación excesiva para los cuatro jugadores que restaban por realizar su tirada, algo que se demostró más tarde que no sería así, toda vez que el de Borbolla se coló en la siguiente fase de la competición.

A partir de ahí los registros fueron creciendo en cifras. Apareció en el corro Víctor González, que mantuvo la buena sintonía con su juego de las dos últimas rondas del regional y se colocó en cabeza con 151 bolos. Junto a él tiró Lolo Lavid, que tras ganar en Quijano y en Maliaño no pudo mantener su racha, lo que dejó su concurso en 113 palos que le colocaron compartiendo la última plaza con Rubén Haya.

Quedaban por tirar los dos mejores de la primera parte del año en cuanto a registros en concursos puntuables, aunque dos días antes en el Regional no habían estado a la altura. Claro que, ver a Óscar y Salmón jugando mal en dos ocasiones consecutivas es algo complicado. Pese a ello, el Junco no acabó de brillar en esta ronda, logrando 124 bolos, mientras que el camargués si fue un rodillo y con 144 bolos mostró su candidatura a llevarse su tercer Botín consecutivo.

El pase a la final se decidió por un bolo. Cada fase partía de cero, por lo que la ventaja adquirida por Víctor y Salmón sobre sus rivales de poco servía. El Junco marcó el corte con sus 132 bolos, mientras que Chin Velasco se quedaba sin opciones al no poder pasar de los 113.

En la segunda semifinal Víctor volvió a dar muestras del tipo de jugador que es, sacando lo mejor de sí en los momentos más complicados. Tras hacer Salmón 130 bolos, el de Peñacastillo estaba obligado a tirar 33 en la última mano para pasar a su compañero. Tras embocar con la primera, subió dos bolas prácticamente perfectas que dejó a escasos centímetros de la caja. Fueron nueve los bolos birlados con las dos primeras, quedando cinco con la última, una bola al castro del pulgar, la que había logrado la jugada máxima. La puso perfecta Víctor, que logró así su pase al momento decisivo del torneo.

En la gran final Óscar logró su mejor tirada de la tarde y con sus 140 bolos no permitió que Víctor se acercase en el marcador. El Junco volvió a sumar una importante victoria en un templo bolístico.