Un proyecto de futuro para la Bolística

Este año cumple 86 años. Es la decana de las peñas de Cantabria, pero lejos de sentirse como una ancianita la Bolística de Torrelavega afronta una nueva etapa en la que la juventud impera por bandera y en la que, de nuevo bajo el patrocinio de Siec, la entidad ha renovado una junta directiva que encabezan los hermanos Edu y Juanjo Ingelmo. Con ese apellido, sobran las presentaciones.

El verano de la pandemia sirvió en la Carmelo Sierra para hacer borrón y cuenta nueva. Mosquera cedió el testigo a los herederos de Pepe Ingelmo y los nuevos dirigentes optaron por cambiar el 80% de la plantilla. La idea original era quedarse con dos de los cinco bolistas, pero Mario Pinta optó por aceptar una oferta de Andros, lo que deja a Mario Herrero como único superviviente de la partida de los últimos años. «Con este llevo seis temporadas y varios de ellos compartiendo bolera con los mismos compañeros. La nueva directiva decidió que tenía que tomar otro rumbo la peña y ahora, con gente joven, afrontamos el año con mucha ilusión y muchas expectativas», apunta el del Besaya.

Herrero, tras ocupar el rol de quinto hombre en los últimos cursos, no solo formará parte de la cuadrilla inicial sino que, además, será el capitán del equipo. «Cambia mucho la cosa, de estar en el banquillo a estar en el corro y encima llevando un poco al equipo. Eso es lo de menos, porque haremos las cosas en consenso, no es lo que diga yo, se va a hacer lo que digan los jugadores y lo que opine la directiva». La decisión supone también un premio a la fidelidad de un bolista criado en la casa, que siempre ha respondido cuando la peña le ha necesitado y que, además, viene de colarse en la fase final de los tres concursos puntuables que se jugaron en 2020. «Yo soy de Torrelavega, la Bolística siempre ha sido mi peña. He tenido ofertas para irme y siempre me he quedado. Lo de los concursos el año pasado fue una cosa increíble, me sentía muy cómodo, jugué muy bien y tuve la opción de meterme».

Además de Víctor de la Torre, que llega tras un año en San Jorge, completan la plantilla torrelaveguense tres bolistas de 16, 17 y 18 años: Marcos Sobejano, Mario Pellón y Ángel Pellón. Para el primero supondrá el debut en la máxima categoría, mientras que los hermanos Pellón ya saben lo que es lanzar bolas en División de Honor. Para Herrero, los tres están preparados para el reto. «Estoy muy tranquilo, yo ya los conocía. Viven por los bolos, tienen muchas facultades y no les va a poder la presión de jugar en la Bolística».

Tampoco tiene dudas acerca del rendimiento de la partida el flamante presidente de la decana, Edu Ingelmo, que no se pone límites al rendimiento de los suyos durante el curso. «El objetivo es estar lo más arriba posible, no nos hemos marcado una meta clara. Poco a poco queremos que se vayan conjuntando y cogiendo el ritmo para hacer una bonita temporada. Creemos que así va a ser».

En una liga de dieciséis equipos en la que, en función de lo que apruebe la asamblea, puede haber tres o cuatro descensos directos, el capitán se pone como primer reto permanecer un año más en División de Honor. «Para mí el objetivo primordial es la salvación, creo que tenemos un equipo adecuado, muy bonito, pero va a ser una Liga bastante igualada, sobre todo por la zona baja de la clasificación y todas las peñas jugamos a lo mismo».

Para buscar esa permanencia, el encargado de llevar el emboque reconoce que todavía no han fijado la táctica a emplear durante la competición. «Todavía no hemos hablado ni de que tiro vamos a tirar ni que raya vamos a poner. Todavía estamos tirando hasta dieciocho metros y no tenemos un plan sobre qué vamos a hacer».

Ilusión, esa es la palabra que define la nueva etapa de una peña añeja, de las que mantiene la bolera como punto de reunión no solo de los aficionados a los bolos sino de todo el centro de Torrelavega, y que ha apostado por rejuvenecer la plantilla para construir un proyecto de futuro.