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Fernando Alonso en su McLaren.
Alonso vuelve a las andadas

Alonso vuelve a las andadas

El español pierde casi todo el día por culpa de una avería en el coche, pero acaba séptimo

david sánchez de castro

Viernes, 9 de junio 2017, 22:13

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No por menos previsto, es menos molesto para él. Fernando Alonso comenzó el primer fin de semana post Indiananápolis con problemas, como no podía ser de otra manera. Casi es inevitable en cada Gran Premio: el cielo es azul, los coches llevan ruedas y McLaren va a tener averías. En este caso, el asturiano vio cómo era un problema hidráulico el que le dejaba la mitad de la primera sesión en boxes y la otra mitad con el coche tirado en pista.

Apenas nada más dar su primer giro cronometrado, con muy poca competitividad además, le ordenaban detener el coche cuanto antes. La frustración con la que tiró el reposacabezas lo dice todo: las pocas vueltas que había podido dar las había hecho con la dirección más dura de lo previsto, y la caja de cambios comportándose de manera extraña. Algo no iba bien, y el diagnóstico que sacaron desde boxes fue el siempre: un problema hidráulico.

El enfado de Alonso era notable. No sólo perdieron la FP1, sino que los segundos libres empezaron con el MCL32, uno de los peores monoplazas de la historia de McLaren en términos de rendimiento y fiabilidad, subidos a caballetes mientras los mecánicos se afanaban en desmontar y montar las piezas para limpiar la fuga y resolver los problemas para intentar que el asturiano diera, al menos, alguna vuelta.

Alonso rodó media hora, en total, este viernes. Si no se mira el contexto de las 19 vueltas que completó en los segundos libres, se podría decir que ha tenido un viernes cómodo: finalizó con un esperanzador séptimo puesto, lo que en condiciones normales debería colocarle como un candidato a la Q3 del sábado. Sin embargo, no puede ser más engañoso. Alonso logró esa posición con la bandera de cuadros ya ondeando, justo en el momento óptimo de goma en pista (y con eso, el mejor agarre posible) y el resto de rivales sin ir a por vuelta. Pese al séptimo, Alonso no podía estar nada satisfecho ni cómodo por cómo le había ido el arranque del fin de semana.

Sin levantar el tono de voz, al menos no públicamente, tanto Alonso como sus jefes en McLaren han pedido por activa y por pasiva una reacción de Honda. Que el Gran Premio de Canadá arranque con una avería es el argumento que necesitan para quienes aún dudan de que deben buscar otro motorista.

La operación para volver con Mercedes está en marcha, y las opciones de mantener a Alonso en el equipo pasan por un giro radical de los acontecimientos. Eso fue lo que, este viernes de nuevo, pidió Zak Brown al lado japonés del equipo: un giro de timón en dirección ya no a la victoria, que es una quimera, sino a la sencilla normalidad. Los gestos de Alonso señalándole en el pecho a su jefe, casi exigiéndole un coche decente, lo dicen todo.

Tampoco fue un día fácil para Carlos Sainz. El piloto madrileño tuvo, en sus propias palabras, los primeros entrenamientos libres más cortos de su vida: sólo dio una vuelta de instalación, detectaron un problema en su motor y le dejaron toda la sesión inicial en boxes. No fue una jornada cómoda para él tampoco, ya que se dejó todo el trabajo para la segunda sesión de entrenamientos libres. Pese al problema inicial, en esa segunda tanda demostró que el buen desarrollo del Toro Rosso les hace a él y a su compañero Daniil Kvyat candidatos al top 10 de este sábado en la clasificación. Fue 13º.

Por delante, todo muy igualado. Si Lewis Hamilton fue el más rápido por dos décimas sobre los Ferrari en los primeros libres, Kimi Räikkönen dio respuesta en los segundos por idéntica ventaja. La igualdad entre los Ferrari y los Mercedes hace muy complicado apostar por cualquiera de los cuatro, aunque Hamilton, a quien siempre se le da bien este circuito, parece tener un punch extra.

Red Bull, salvo sorpresa, no estarán en la pelea por la victoria. Daniel Ricciardo apenas rodó por un problema hidráulico en su monoplaza, y Max Verstappen se vio obligado a detener su coche a 20 minutos del final del día de trabajo. No pueden estar satisfechos los hace no tanto dominadores del Mundial, ya que ni siquiera cuando la mecánica les ha aguantado, han solventado los problemas de rendimiento.

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