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Marc Márquez, tras lograr la pole. AFP
Duelo a tres en Austria
G.P. Austria

Duelo a tres en Austria

Márquez, Dovizioso y Lorenzo encaran la carrera de este domingo con una gran igualdad, tras un entrenamiento oficial que evidenció, también, los problemas internos que este año vive el box oficial Yamaha

bORJA gONZÁLEZ

Spielberg (Austria)

Sábado, 11 de agosto 2018, 20:18

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El sábado del Gran Premio de Austria de MotoGP terminó dividido en dos mundos muy distintos. El primero, el de los que se deberían jugar la victoria. De nuevo, los tres protagonistas de la carrera de Brno del pasado domingo, Marc Márquez, Andrea Dovizioso y Jorge Lorenzo, los tres que disputaron la 'pole', en un entrenamiento oficial decidido por dos milésimas de segundo y que dejó una primera línea de la parrilla de salida igual a la de 2017. En aquella carrera Dovizioso aguantó el empuje de Márquez y no sucumbió a un último intento a la desesperada del español de llevarse el triunfo en la última curva.

Por su parte, Lorenzo llegó a liderar la prueba, e incluso se metió en la refriega, aunque terminó 'rindiéndose' por una falta de potencia forzada por la gestión del consumo de su Ducati. Los tres saldrán, obviamente, con diferentes ideas. Los dos españoles esperando cambiar su suerte del último curso. El italiano, en busca de repetir un triunfo en el Red Bull Ring, donde en dos ediciones sólo ha ganado la moto roja. «Marc está muy en forma, ha empezado con muchísima motivación este fin de semana y yo creo que quiere ganar en esta pista, así que la cosa será dura», apuntó Dovizioso tras rozar la 'pole'. «Pero de momento Marc, Jorge y yo tenemos un ritmo superior al del resto y será una gran lucha», aventuró.

Un pronóstico con el que los tres pilotos coincidieron. «Este es un circuito en el que a priori están por encima de nosotros y estamos ahí, que es lo importante, y mañana salimos con la mentalidad de ganar. Y si no se puede tengo que ser listo, pero tampoco se puede ir con la mentalidad de no me caigo, no me caigo, porque entonces no voy rápido», dijo Márquez. «Yo creo que tanto físicamente como en experiencia con la moto, de gestión de neumáticos, estoy mucho mejor, pero siempre tenemos que competir con dos pilotos que están muy en forma, como Marc y Dovi. Los dos conocen sus motos desde hace mucho tiempo, y siempre es difícil. Lo vamos a intentar. No tenemos mucho que perder», reconoció por su parte Lorenzo, que podría encarar la carrera con una estrategia similar a la de la República Checa, conservando al principio e intentando ser competitivo en las últimas vueltas.

Tres pilotos en busca de un mismo objetivo, todos con una situación en la general que les da cierto aire: el líder, por el colchón de puntos que tiene, los de Ducati por estar lo suficientemente lejos como para considerar entrar en la pelea por el título casi como una quimera. Hasta aquí el primer mundo.

El segundo fue el del box Yamaha oficial. Desde la última carrera de 2007, cuando Colin Edwards terminó el entrenamiento oficial decimoquinto y Rossi decimoséptimo, no se había visto a las dos motos japonesas fuera del 'top diez' en una parrilla. Algo que ha llegado, por otra parte, en el que Rossi calificó como el peor trazado para la M1. Un argumento que no fue suficiente para calmar el enfado del italiano, algo que forzó a una comparecencia sorpresiva del líder técnico del proyecto MotoGP, Kouji Tsuya, que entonó el mea culpa acerca de la situación de su moto, muy vinculada a errores en el desarrollo de su electrónica.

Quejas en Yamaha

«Hoy ha sido un día muy complicado para nosotros. Estamos sufriendo con la entrega de potencia de nuestra moto, aunque sabíamos que este circuito sería uno de nuestros puntos débiles. De todos modos, no hemos conseguido dar a nuestros pilotos una entrega de potencia más precisa. A Maverick, tanto hoy como el viernes, le pedimos cosas distintas, afectando demasiado a su concentración. Ahora estamos investigando cómo solucionar este problema de cara a la carrera, pero de momento sólo quiero pedir perdón a los pilotos por no haber podido ofrecerles la posibilidad de hacer un mejor resultado», lamentó.

Un gesto que evidencia la crisis interna y que trata de aliviar el peso que recae sobre los hombros de los pilotos, algo que ha afectado más a Viñales. «Llevo diciendo lo mismo desde hace un año y medio y al final desde los medios sólo se me ha dicho que tengo excusas, que no tenía buena actitud. Al final es frustrante, tienes la capacidad para luchar por ganar y no lo haces porque hay un problema, que realmente no se sabe. Yo diría a los medios de aquí, de casa, que apoyéis a los pilotos en vez de echarles fuego, porque realmente otros medios de fuera lo hacen y me gustaría que los de mi casa me apoyaran, especialmente en momentos que son difíciles», se lamentó -y criticó- el catalán, que vive una situación de alta tensión desde hace unas semanas. «Doy las gracias a Yamaha porque piden perdón, pero lo importante es que se reaccione. Ducati y Honda han pasado por esto hace mucho tiempo. Creo que esta base de moto, con una buena electrónica, no tiene nada que envidiar a la Ducati y la Honda», valoró Rossi sobre un panorama complejo para un piloto que antes de que se corra la carrera austríaca se mantiene en el segundo puesto de la general.

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