El Lealtad se engalana para el Racing
El modesto equipo asturiano espera «como agua de mayo la invasión de 3.500 racinguistas»
Marcos Menocal
Miércoles, 20 de abril 2016, 07:16
Atiende el teléfono con una mano, mientras saluda a los vecinos que se cruzan con él. De lunes a viernes mañana, tarde y noche trabaja como conserje en el Pabellón Municipal de Villaviciosa y entre horas se disfraza de presidente del Lealtad. Pedro Menéndez Pedrín no escatima esfuerzos para engalanar el modesto estadio de Les Caleyes ante la inminente vista del Racing y sobre todo de los cerca de 3.500 aficionados racinguistas en lo que será, de confirmarse, «el evento deportivo que más gente traiga a la localidad en su historia», asegura el mandatario. Para eso no le ha importado cogerse «dos días de vacaciones para preparar el partido, ya que aquí hay que hacer de todo.No tenemos ayuda de nadie», confiesa resignado.
El sancionado Mikel será la única baja yla enfermería se vacía
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En Villaviciosa, con el Lealtad ya salvado y la permanencia asegurada, apenas se habla de fútbol, sin embargo en Santander la importancia del partido del próximo domingo es vital. Hoy (10.30 horas, La Albericia) el equipo retoma los entrenamientos y salvo sorpresa la única baja sensible que tendrá que superar Pedro Munitis será la de Mikel Santamaría, sancionado. La otra buena noticia es que la enfermería se ha quedado vacía después de que Borja San Emeterio, después de que ante el Tudelano volviera al equipo, no sintiera ninguna molestia al terminar el partido.El canterano entrenó el pasado lunes con total normalidad y sin que aparecieran, de nuevo, las molestias en el pubis. Por su parte, Granero, que tuvo que retirarse de El Sardinero tras un golpe en la rodilla, hoy se incorporará sin problemas a los entrenamientos. En cuanto al orden táctico, es pronto para adelantar lo que Munitis planea, pero todo indica que en un campo pequeño como el del Lealtad, la pareja Pumpido-Dioni será la elegida para el ataque racinguista. El entrenador es probable que intensifique también la preparación de las jugadas a balón parado.
El modesto club asturiano ya ha comenzado a instalar las gradas supletorias; las que ha alquilado que le cuestan «8.100 euros más el IVA» y las que transportarán del Poliderportivo donde trabaja para dar cabida «a otros 500 espectadores más, en este caso serán localidades con asiento». Pedrín y los suyos los voluntarios y compañeros de directiva llevan con el buzo puesto desde el pasado lunes y es probable que «veamos el partido con él», bromea el presi. Todo es poco para que Villaviciosa luzca sus mejores galas. «Hemos pedido banderas, bufandas y lo que le venga bien al Racing para decorar una zona, a cincuenta metros del campo, donde seguro que la afición se lo pasará muy bien», añade.Se trata de la fan zone, un espacio donde un pinchadiscos amenizara los prolegómenos del partido y no faltará «un surtido de pinchos completo, buena sidrina, cerveza... y lo que haga falta».
El Lealtad quiere estar a la altura. «Me da vergüenza recibir a los equipos en las instalaciones que tenemos», reconoce modestamente Pedrín. En Villaviciosa las ayudas «son muy escasas» y pese a que «la actual junta directiva cogió el club con 180.000 euros de déficit, lo saneó y de siete pasó a 14 equipos de fútbol base... Nadie echa una mano». Sin embargo, no importa. Esta semana adelantaron 500 euros y «se compró el mejor abono que pudimos para el césped y daremos aforo a 4.500 personas. Quedará un campo muy bonito», indica con orgullo. Todo a pedir de boca salvo en una zona en la que falta el muro. «Hace dos meses se cayó y como no entra en los presupuestos municipales, ahí sigue. Habrá que tener cuidado en tirar el balón por si se va a la ría».
El club ha buscado facilitar el desembarco en Villaviciosa de los racinguistas y ha cerrado «promociones para ver el partido y comer por cuatro perras». Aún así, sus plegarias han encontrado eco en algunos hosteleros, pero en cambio otros no. «Algunos son un poco cómodos. Anunciarse en un cartel del campo todo el año cuesta 120 euros y el domingo tienen ya reservadas las 40 mesas del restaurante y no nos dan un duro», lamenta el mandatario.Cosas del otro fútbol.El de Segunda B. El que toca ahora.
Pedrín reconoce que en «39 años que tengo y que vivo aquí nunca imaginé que Villaviciosa viviera algo como lo que se espera, así que no podemos desaprovechar la ocasión». Eso sí, todo lo que ocurra el domingo será posible únicamente gracias al empeño de un grupo de «locos que no contamos ni las horas». En el Lealtad son claros. «3.500 aficionados visitantes por doce euros que cuesta cada entrada: 42.000 euros. Es un salvavidas». Sirva un dato como ejemplo: los asturianos hasta la fecha han jugado 17 partidos como locales y «no hemos sacado en ninguno para pagar al árbitro». No hay duda que lo del domingo será «toda una inversión». Ante el Tudelano, tercer clasificado, «la taquilla fue de 80 euros». Insignificante.
El teléfono de Pedrín no deja de sonar; amigos animándole, cántabros buscando consejos y sugerencias para el domingo, proveedores con la factura en la mano... «yo les digo a todos lo que hay. El campo es lo que se ve. Allí todos estarán de pie o como puedan, salvo 40 localidades de los socios que como no van a ir, las sacaremos a la venta», señala el presi. Gradas a tres alturas para una ocasión «inolvidable». Les Caleyes se pondrá coqueto.
Prácticamente todos los locales han colgado el cartel de no hay mesa para comer; los supermercados de Villaviciosa han doblado los pedidos para el fin de semana; la Policía Municipal, Protección Civil y Cruz Roja han aumentado sus efectivos y trabajan coordinados para dar cobertura a «un racinguismo del que siento envidia», recuerda el presidente del Lealtad.
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El play off que viene
Mientras tanto, el estadio, «sin sistema de regado automático» trata de ponerse guapo. Pedrín coge una manguera, un subalterno coge otra y de esquina a esquina «como se hizo toda la vida». Sin quitarse el barro de las botas se va al Pabellón «a currar».Por las tardes, a entrenar al equipo cadete del Lealtad, mientras le llaman de Santander. «Oye, ¿habrá sistio para comer?». En Villaviciosa trabajan para el Racing, por lo que a los verdiblancos no les queda otra que estar a la altura.