El Racing 'Real'

Y como todavía hay quien además de confundir Santander con Cantabria gusta de hablar de el Santander, se hace necesario terminar como líder para encabezar las noticias deportivas de esta guisa: El Racing, campeón del Grupo I de Segunda B. Sin que haga falta especificar, porque el Racing es el nuestro.

Solo por eso ya estaría bien ganar, pero hay mucho más.Se ha remado mucho hasta llegar aquí, con una Gradona espectacular e incansable al desaliento; con una afición realmente escasa pero de oro de ley que hace solo unos días convirtió Villaviciosa en una fiesta verdiblanca. Ya se sabe que no marca goles, pero obliga a meterlos.

La plantilla y el equipo técnico que encabezan Munitis y Colsa están plagados de claroscuros, pero nos han llevado hasta aquí, a tiro de piedra de conseguir el objetivo. Además, vivimos una situación institucional que necesita imperiosamente de motivaciones, y el ascenso es una imprescindible. Todo esto obliga a no fallar.

Si, como decía Jorge Valdano, el fútbol es un estado de ánimo, hay que creerlo y convertir el partido en un infierno para el rival y una fiesta para los cántabros. No vale el empate; esta vez hay que ganar y por tanto lo más peligroso es no arriesgar.

Hablemos también de datos y de sensaciones positivas o motivadoras para el reto de A Malata. Primera: elequipo jugó sus mejores minutos de este año contra el Racing de Ferrol. El primer tiempo de aquel partido demuestra sin lugar a dudas que se puede competir contra él y se le podemos superar. Segunda: con dudas, sombras, mediocridades y lo que ustedes quieran, nuestro Racing es el que recorta, el que llega por detrás arreando, mientras que el otro ha perdido una ventaja sustancial, casi inalcanzable en este tramo final de Liga.La presión la sienten ambos, pero el rebufo, el aliento en la nuca y la cercanía del rival en el retrovisor la sienten los gallegos, así que los malos presagios, los nubarrones, tienen que ser ferrolanos.

Esta vez jugamos contra otro Racing y es mucho mejor, porque ya son varias jornadas jugando contra nosotros mismos. Si nos centramos en ganar al contrario olvidando ansiedades, nervios y demás demonios propios, podemos. No contemplo de antemano otra posibilidad, porque cuando dependes de ti mismo ese es el único espíritu posible. Cualquier otro resultado significaría ir al matadero en silencio, como los corderos.

Pero que tampoco se nos olvide: el objetivo final es subir a la división de plata y volver a ser visibles. Ganando, todavía no está conseguido, pero sin hacerlo, atención, tampoco está perdido. ¡Vamos Racing! el auténtico, el único real, el de Santander.