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Peña, Mikel Santamaría y Llorca, ayer a la salida del equipo hacia Vigo, el primer desplazamiento de la temporada.
El primer viaje hacia el ascenso
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El primer viaje hacia el ascenso

Con Gándara en el lateral derecho, la única duda en la alineación de Viadero es cuál será la pareja de centrales elegida para Vigo

Sergio Herrero

Domingo, 28 de agosto 2016, 08:24

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Para empezar, el desplazamiento junto al de Coruxo más largo del campeonato regular. Unas siete horas de autobús. Los kilómetros unen. A bordo del convoy no hacen falta marmitas. Hace un año y cinco días fue la misma historia. Con el mismo destino. Vigo. La primera parada lejos de los Campos de Sport de El Sardinero en el camino hacia el ascenso. El viaje iniciático de Ángel Viadero como entrenador del Racing. El Celta B pone a prueba su proyecto.

El equipo cántabro quiere sumar en Barreiro su dos de dos. El segundo triunfo consecutivo en este inicio liguero tras vencer al Club Deportivo Palencia en el estreno. Pero el estadio Municipal de Barreiro supone un problema para los verdiblancos. Un dos de dos negativo. Ycon prácticamente el mismo desenlace. Un tanto al borde del descuento mandó al Racing de vuelta a casa con las manos vacías. La culpa, en ambas ocasiones, fue de un tal Borja Iglesias, que hoy también estará sobre el césped. El delantero de referencia del filial celeste volverá a ser el principal quebradero de cabeza de la defensa verdiblanca, pese a que Ángel Viadero prefiera destacar lo colectivo antes de lo individual en el análisis del rival.

Precisamente la defensa es lo que trajo más dudas al técnico racinguista. Unas dudas ya disipadas. La baja de Córcoles por la expulsión del pasado domingo ha obligado al míster a buscar otra opción para ocupar el lateral. El entrenador deshojó la margarita entre Sergio Camus y Miguel Gándara. Hizo diversas probaturas a lo largo de la semana y la convocatoria dejó clara la decisión final. Camus se quedó en Santander, por lo que, salvo sorpresa de última hora, Gándara será el elegido. El joven central ya disputó algunos minutos el pasado domingo, cuando Córcoles vio la cartulina roja.

Por otro lado, al entrenador verdiblanco se le viene encima un «bendito problema» con la incorporación de Samuel Llorca, que esta semana ya ha entrado en la convocatoria. Eso obligará a Viadero a cambiar de planes si decide meterlo en el once titular. Tiene dos opciones: o mandar al banquillo a Mikel Santamaría o Borja Granero; o adelantar al valenciano a su puesto natural en el doble pivote. Ésta última sería una buena opción si el canterano Sergio Ruiz no le hubiese puestos las cosas difíciles al míster. Su actuación ante el Palencia le ha convertido en titular de pleno derecho, por lo que relegarle al banquillo no debería entrar dentro de las posibilidades.

En ataque

Por lo demás, el once racinguista, salvo sorpresa, será el mismo que en la primera jornada, con Dani Aquino y César Díaz compartiendo delantera. El murciano ha pasado la primera parte de la semana entre algodones por unos problemas que arrastraba en los isquiotibiales, pero podrá repetir en ataque después de su estreno goleador con la camiseta verdiblanca. Caye Quintana, recién llegado a Santander, tendrá que esperar ya que apenas ha entrenado una vez con su nuevo equipo.

En el banquillo de enfrente, el Racing se encontrará a un viejo conocido:Alejandro Menéndez. Un técnico que pasó por los Campos de Sport de El Sardinero en una de las épocas más oscuras del club. Fue el cuarto entrenador de aquella fatídica temporada 2012-2013. Llegó de la mano de Ángel Lavín y, pese a que estuvo cerca de salvar al equipo, el imperdonable empate de Ponferrada condenó al Racing al pozo.

El conjunto cántabro se encontrará hoy con la habitual propuesta de un equipo filial. Mucha calidad técnica, velocidad, intensidad y, en ocasiones, cierta falta de oficio. Son rivales capaces de lo mejor y de lo peor. Muy poco previsibles. Todo eso en un campo típico de la categoría. Más pequeño que el terreno de juego de los Campos de Sport. Por fortuna, Viadero ya ha dejado claro que su equipo no se va a adaptar a nada ni a nadie. Ligeros matices, pero nada más. Un Racing con personalidad propia. Se echa de menos. Es un primer paso para este equipo, en este largo viaje de regreso hacia la Segunda División.

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