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Samuel Llorca regresa al equipo después de cuatro jornadas apartado por lesión.
A por la pócima del convencimiento
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A por la pócima del convencimiento

Alberto volverá a ser el eje del 4-3-3 ante una Arandina que, pese a ser decimotercera, lleva los mismos goles que los verdiblancos

MARCOS MENOCAL

Domingo, 20 de noviembre 2016, 09:34

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«Por sus frutos les conoceréis». (San Lucas, 6. 43-44). 'Todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da malos frutos'. La parábola recogida en los envangelios es un anticipo de lo que le ocurre al Racing -permítase la licencia-; todo buen equipo, bien dirigido y con las ideas tan claras no puede más que conseguir buenos resultados. Sin embargo el fútbol es tan egoísta -en muchas ocasiones- que no se conforma con frutos y quiere convencer. Hoy, ante el Arandina (Campos de Sport, 17.00 horas) los verdiblancos tienen una doble misión: ganar y sacudirse todas las dudas.

La victoria en Boiro sobre la bocina no cumplió con dicho cometido al completo; las sensaciones del equipo no despiertan la confianza de un árbol que da buenos frutos. Por eso, a este Racing que inicia la jornada segundo a nueve puntos de la «la liebre», la Cultural Leonesa como la definió Aquino hace algunas semanas, le va tocando la hora de demostrar con contundencia que es el favorito número uno al título. El equipo lo necesita, a los jugadores les quitaría kilos de presión y el público de El Sardinero se iría a casa por primera vez en unos meses convencido de que lo que ha ocurrido en los últimos partidos tan solo ha sido un traspié. Convencer; así de sencillo, el Racing necesita convencer. No es lo mismo, pero el primero en convencerse de que se necesitaba un cambio fue Ángel Viadero y por ello esta tarde será la segunda vez que su equipo utilice un sistema 4-3-3 sobre el campo. El regreso de Llorca y la repetición, casi con toda seguridad de Coulibaly, serán las dos novedades más significativas de una alineación que se reinventa cada domingo a ritmo de lesiones. A César Díaz le sobraron ayer apenas cinco minutos, los que faltaban de entrenamiento justo cuando su rodilla se quebró para seis meses. Fatalidad. El manchego se cayó de la lista, del once inicial y deja al equipo más cojo que nunca. El resto de elegidos que buscarán la pócima del convencimiento son los mismos que en Boiro subieron al autobús con un nudo en la garganta. En la portería estará el 'Zamora' del grupo, Iván Crespo; en defensa, Córcoles, Santamaría, el esperado Llorca y Bontempo; en la línea de tres que ocupe el centro del campo todo parece indicar que Alberto Gómez estará custodiado por Sergio Ruiz y Álvaro Peña. Para el ataque, Viadero alineará a Héber Pena, Aquino y Coulibaly.

De todos los problemas que tiene el Racing, el gol es el mayor. Tanto es así, que hoy se enfrenta al decimotercer clasificado del grupo situado a dos puntos del descenso, un abismo entre ambos, y sin embargo ambos equipos han marcado los mismo goles: 18. Sus datos son tan pobres que realmente resulta un tanto mágico que con tan poco bagaje ofensivo el conjunto santanderino haya sido capaz de sumar 30 puntos, el doble que la Arandina (el rival de hoy). Para más inri, el líder, la Cultural Leonesa, lleva 41, más del doble. Incontestable. Sólo los goles de Aquino (9) producen los buenos frutos de los que vive este Racing; las dianas del murciano y la capacidad para no encajar que le permiten seguir optando a todo pese a no convencer. Viadero sabe que hoy en su casa no puede guardarse nada; el rival no inquieta, práctica un fútbol ordenado, pero sin excesivo brillo, basado en no cometer errores más que en forzar los del enemigo y por tanto una víctima propiciatoria. El entrenador cántabro volverá a poner en escena una apuesta ofensiva con Alberto como canalizador de un juego de toque y presencia, auspiciado por Peña y Sergio Ruiz, uno a cada lado. Sobre este trío recae la misión de tener el balón para que los más adelantados -Pena, Aquino y Coulibaly- rematen el trabajo. Estos tres últimos jugadores son una declaración de intenciones; todos profesan una clara vocación ofensiva y todos ellos parten de posiciones muy cercanas al área rival por lo que de su perfecta armonía depende que el árbol del 4-3-3 aporte los frutos que se esperan. Aquino se desenvolvió sin problemas en la pasada jornada pese a que su tendencia a correr más de la cuenta le lleva a ocupar más espacio del necesario. El murciano es tan impaciente - en el buen sentido del término- que con el anterior dibujo campaba a sus anchas entre líneas; ahora, su tarea está más encorsetada. Bendito sea.

Y en esas anda el Racing, sorteando lesiones de gravedad -con la de ayer de César ya van cuatro con operación por medio-, apurando el reloj hasta el final para sumar puntos y en busca de un autoconvencimiento que vuelva a poner las cosas en su sitio. Ahora es la Arandina, pero el domingo será el Caudal y antes de cerrar el año el Guijuelo y el Mutilvera, todos ellos enemigos de clase media. El calendario se le pone de cara. Gándara, Laro, Camus, Goñi o Josemi, llamado a última hora para completar la lista, junto a Caye Quintana a quien sus números y el nuevo sistema han desalojado de la alineación, serán los encargados de cambiar el rumbo del partido.

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