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Borja Granero está en su último estadio antes de volver recuperado de su lesión de rodilla. Desde fuera del equipo analiza el futuro inmediato del Racing. Javier Cotera
«Después de los bandazos que hemos dado estamos en disposición de lograr el objetivo»
Fútbol | Racing

«Después de los bandazos que hemos dado estamos en disposición de lograr el objetivo»

El capitán del Racing, Borja Granero, que reconoce que «de un año a otro no se tiene memoria y por eso esta temporada el grado de exigencia es mayor», se aproxima a su vuelta a la competición

Marcos Menocal

Santander

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Viernes, 6 de abril 2018, 07:17

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Borja Granero (Valencia, 1990) está lesionado, pero esta vez no tan grave. Después de dos operaciones, un edema óseo y una tendinitis es pan comido. Sin embargo le tuvieron que obligar a parar. No quería. Jugó con dolor hasta que el entrenador -Carlos Pouso- le dijo: «Para y vuelve cuando estés bien». Lleva tres semanas en el dique seco, pero ya ve la luz en el túnel. Tras cinco años en el Racing «no lo cambiaría por nada», pero quiere «volver al fútbol profesional ya». No se esconde y hace autocrítica sobre las luces y las sombras de una temporada incierta.

-¿Qué tal lleva la recuperación de su rodilla?

-Mejor, bastante mejor. Tengo mejores sensaciones y es cierto que empiezo a estar mejor. Sigo el plan que me marqué cuando paré y no voy a cambiar nada. El día que decidí parar me pusieron por delante un trabajo y un modo de hacer las cosas y no sería inteligente ahora cambiar nada. La recuperación va por buen camino y en esas estoy.

«No sería inteligente volver sin estar bien; si paré fue para recuperarme del todo»

-Aún no se le ha visto entrenar con el grupo, ¿tiene un plazo marcado para volver?

-No, ni mucho menos. No creo que sea inteligente ponerle fecha. Cometí un error por no parar a tiempo y ahora no quiero cometer otro por volver con prisa. El dolor que tenía no era normal. Ya después de Navidad noté que la rodilla no iba bien; me conozco, por desgracia tengo experiencia en rodillas, y hacía gestos que me dolían. No era yo. Lo hablamos en el equipo y lo achacamos a la carga de minutos y partidos que tenía. También al parón de vacaciones, pero la cosa es que la lesión iba a peor. Me hice una resonancia y ya se vio.

-Fue una decisión suya jugar todo ese tiempo lesionado, ¿qué piensa?

-Lo volvería a hacer. No se trata, ya lo dije alguna vez, de sacar pecho por haber jugado con dolor o en condiciones difíciles. El equipo necesita a todos y al final sólo piensas en mirar adelante. De hecho paré por obligación cuando el míster me dijo que no podía seguir así, que me veía sufrir y que me necesitaba, como al resto, pero estando bien del todo. Jugué después del partido ante el Izarra con el tobillo tocado y más veces. De todo se aprende porque es probable que si hubiese parado a tiempo no lo hubiera agravado tanto.

-El camino tan incierto del equipo pudo influir en su decisión de no para ¿Habría actuado de igual manera el año pasado que todo parecía más fácil?

-Es una estupidez pensar en algo que ya no puede pasar. Llevo cinco años aquí y la gente sabe cómo soy; no tengo que demostrar nada. Es fácil tapar el sol con un dedo y no ver lo que realmente importa. Este año es distinto y hay que pensar en él.

-Usted era un fijo de Viadero, ¿qué tal le va con Carlos Pouso?

-Tengo una buena relación profesional y personal. Es una persona muy natural; me vio que estaba sufriendo y me dijo que parara. Él sabe que esto tiene un proceso y tampoco me mete prisa para que vuelva. Cuando esté bien lo haré. Con Viadero también tenía una buena relación. Sin más. Ninguno es mejor ni peor. Esto es fútbol.

«Tenemos que pensar en mejorar y sobre todo fuera. No hay que ir más allá. Es un error»

-¿Le ha venido bien al Racing el cambio de entrenador?

-Cuando acabe la temporada lo diré. Lo que no se puede ocultar es que había mucho ruido alrededor del equipo. Esto es el Racing y los cambios siempre son difíciles. Hay que estar tranquilos y tratar de mejorar. Pensar en que dependemos de nosotros y si mejoramos todo irá bien.

-Lleva usted aquí cinco años, ¿le parece que este año se les exige más a los jugadores?

-Sí, sin duda. No a los jugadores en particular sino al equipo. Lo que la gente te da a entender es que el año pasado que hicimos una temporada espectacular en la que batimos el récord de puntos de la categoría y en la que ganamos más del 90% de los partidos no sirve para nada. No hay memoria al año siguiente. Es normal que haya más exigencia, no lo veo mal; este club lleva demasiado tiempo donde no ha estado nunca y es normal. Yo la exigencia la veo bien y necesaria, pero ha habido momentos en los que se ha sobrepasado el umbral de lo entendible, pero bueno, esto es fútbol. Hay que contar con ello.

-¿Las críticas e insultos que recibió al salir del campo del Barakaldo pueden ser el momento más ingrato desde que está en el Racing?

-Es algo que yo hablo con mi padre mucho. Aquello me pareció como cuando un padre regaña a su hijo. Se enfada y el padre quiere que reaccione su hijo. También es una cuestión de educación, ya no de fútbol. No tengo queja ninguna, todo lo contrario, me han tratado siempre muy bien y aquí me siento como en casa. Fue un día difícil y hay que recuperar el ánimo y la autoestima. Tenemos que estar preparados para cosas así.

«Las críticas son normales, aunque alguna vez se han sobrepasado, pero esto es el Racing»

-Mucho ruido, críticas desmesuradas, malos resultados, juego pobre... ¿Puede ser este el año definitivo?

-A veces pasa, no sería la primera vez que un equipo consigue lo máximo en contra de todo. Creo que hasta el final todo es posible. Estamos en disposición de cumplir el objetivo pese a los bandazos que hemos dado y a todo lo que se ha dicho.

-Lleva cuatro temporadas como racinguista y siempre miró la clasificación con la vista en los de arriba -salvo el año del descenso a Segunda B-, sin embargo actualmente, ¿la mira para abajo por si le cogen los de atrás?

-No, ni mucho menos. No miro la clasificación, de verdad. A veces me la cuentan los chavales en el vestuario. Sólo debemos pensar en mejorar. Es muy repetitivo, pero es lo único que nos puede hacer llegar donde queremos. Al final nos pasarán las notas, pero ahora debemos pensar en ser mejores cada semana con especial énfasis en ese lastre, los partidos de fuera.

-El Racing es cuarto y el play off peligra, ¿lo piensa usted así?

-Esta es la realidad. Primero hay que jugar la Liga regular y ver qué hacemos. El play off es muy diferente. Es distinto todo; intervienen muchos factores y muchas cosas. No importa si somos segundos, terceros, cuartos... Hay que tener suerte, ser competitivos y hacer bueno todo lo que hemos trabajado durante el año. Hay que ser más fuerte, más efectivo, defender mejor que nunca...

-Usted es el capitán y sabe que en este final de temporada hay jugadores que marcan la diferencia. El Racing tiene dos que no abundan. El primero es Dani Aquino. Necesita el Racing la mejor versión del murciano ya, ¿no cree?

-Aquino sabemos lo que es. Él también lo sabe. Puede aparecer o no aparecer, pero siempre está ahí. Los genios son así. Hay que darle cariño; siempre tiene una sonrisa en la cara, vive las cosas con mucha intensidad; su relación con la afición, en el campo, entrenando... Es muy competitivo. La gente se piensa que la risa está reñida con el trabajo. Tiene una cosa y es que todo se lo lleva a lo personal, pero necesitamos que siga tirando del carro.

-¿Y Borja Lázaro?

-Se ha adaptado bien, hace goles... No hay que compararle con nadie. Le necesitamos a tope.

-Es el jugador que más temporadas lleva en el primer equipo. ¿Cuando llegó al Racing esperaba un futuro como el que ha tenido?

-Firmé un contrato para jugar en Segunda División, me pusieron delante unos papeles que luego resultaron ser mentira y me fui de un sitio donde contaban conmigo. A las semanas dejaron de pagarnos, casi un año dando tumbos... Pero no lo cambio por nada.

-Le faltan cosas por hacer con este Racing, pero si se tiene que quedar con una, ¿cuál sería?

-Volver al fútbol profesional. Lo hicimos una vez y no pude ayudar al equipo ni disfrutarlo del todo porque estaba lesionado. Lo pasamos muy mal después con el descenso otra vez y luego la gente conoce la historia. Queremos volver otra vez a llevar en la manga el anagrama de la Liga de Fútbol Profesional.

-¿Se ve fuera del Racing?

-No lo he pensado nunca. No pienso más allá de tres días. Tengo experiencia en que las cosas se pueden estropear de la noche a la mañana. Esta es mi casa, soy feliz, me tratan bien y si lo rematamos, mejor.

El capitán continúa al margen del grupo y está descartado

El capitán seguirá una jornada más fuera del equipo. Pese a que su recuperación va por buen camino, ayer volvió a ejercitarse al margen del grupo. Los médicos y el cuerpo técnico no tienen prisa y ni mucho menos quieren forzar su regreso. Borja Granero continúa con su plan específico para poner a punto su maltrecha rodilla y las previsiones apuntan a que la semana que viene es probable que todo acabe. Pouso se interesa cada día por el estado del valenciano, pero sin querer acelerar su regreso. El capitán participó ayer en La Albericia en algunos ejercicios y, posteriormente, completó el día con su trabajo de gimnasio. El edema óseo ha remitido así como la molesta tendinitis en el tendón rotuliano que ha padecido durante varias jornadas y que le obligó a parar para recuperarse.

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