Diez razones para creer que 'Este años sí'

Hay muchas razones para creer que el Racing conseguirá por fin este año el ascenso a Segunda División tras varios años lidiando en Segunda B. Analizamos los diez principales factores que permiten creer que el club cántabro alcanzará el ansiado objetivo.

Hay muchos ejemplos: Nico Hidalgo, Iván Crespo, Jordi Figueras, Enzo Lombardo, Álvaro Cejudo, David Barral, Sergio Ruiz... No hace falta ser muy avispado para entender que no hay una plantilla tan potente como la del Racing en esta Segunda División B. Evidentemente, ni el dinero invertido asegura el ascenso ni los nombres ganan partidos por sí solos, pero la capacidad de la plantilla para sacar adelante una cita de este calibre está fuera de toda duda. Durante la primera parte de la temporada, el equipo de Iván Ania fue un auténtico rodillo que, poco a poco, fue perdiendo fuelle. Pero ha llegado el momento clave y el vestuario es consciente de ello. El pasado domingo, en los Campos de Sport, el Racing demostró ser mejor que su rival, pese a que el cuadro balear tiene las cosas muy claras y su estrategia la lleva a cabo prácticamente a la perfección. A los verdiblancos sólo les faltó rematar la faena. Tras las incorporaciones de Barral, Noguera y Mario Ortiz en el mercado invernal, el conjunto cántabro aún no ha dado la verdadera medida que se le presupone y la cita de Son Malferit, con tantos condicionantes en contra, es una ocasión pintiparada para dar un paso adelante y mostrar que el Racing es mejor que su contrincante. Porque eso sólo se puede hacer efectivo sobre el terreno de juego, aunque sea pequeño y de césped artificial.

Obligado a no encajar.Así está –también, e incluso más– el Baleares. La ventaja del empate a cero con el que se cerró el partido de ida de la eliminatoria por el ascenso frente al Atlético Baleares es que al Racing le sirve cualquier empate con goles para dar el salto de categoría. Y el equipo de Iván Ania se ha mostrado bastante efectivo siempre que ha jugado lejos de los Campos de Sport. De los 19 encuentros ligueros disputados a domicilio, ha logrado marcar en 16. En tres se quedó con las ganas. El primero de ellos fue en Urbieta, frente al Gernika, donde los verdiblancos no pudieron pasar del empate sin goles. El segundo, en Las Gaunas, contra la Unión Deportiva Logroñés, donde los cántabros cayeron por 1-0 en una de las cuatro derrotas cosechadas a lo largo del campeonato liguero. Yel último choque a domicilio sin ver portería fue el correspondiente al derbi contra la Gimnástica, en el estadio de El Malecón, en otro encuentro que terminó con empate a cero. El mejor registro goleador lejos de Santander fue el 0-4 logrado en Tabira, contra el último clasificado del grupo II de Segunda División B, la Cultural de Durango. Es un hecho que en estos últimos meses, el Racing ha sufrido una merma en su capacidad goleadora, pero aún así ha conseguido anotar en la mayor parte de los compromisos disputados fuera de los Campos de Sport. Una buena señal.

Ya se terminó el rodaje. Han sido varios meses de competición en los que prácticamente se ha dejado llevar por la corriente ante la falta de presión de sus perseguidores en la clasificación. Eso no ha sido positivo para el Racing, pero el equipo de Iván Ania sí que ha mostrado una cara mucho mejor cuando ha tenido una ambición en el horizonte. Fue así frente al Leioa, cuando el conjunto cántabro, ante la posibilidad de proclamarse campeón de Liga por anticipado, cuajó un buen partido, sólo emborronado por la falta de acierto de cara a gol y un error de concentración de última hora que hizo que el título llegase en diferido, cuando el Mirandés confirmó su derrota en Logroño. El Racing también dio señales de autoridad en los últimos minutos de los choques frente a Oviedo B y Unión Deportiva Logroñés –éste, también equipo de play off–. Las reacciones verdiblancas, aunque tardías, dejaron patente la superioridad sobre sus rivales y sirvieron para empatar dos choques que parecían perdidos. «Si mostramos esa ambición, nos irá bien», dijo Ania tras la última jornada del campeonato. Y, pese a los nervios iniciales en el choque de ida contra el Atlético Baleares, el Racing quiso más, propuso mucho más y fue mejor en todos los aspectos, excepto en el realmente importante, en el marcador. Más ambición que hoy domingo será difícil de encontrar.

Si se navega a lo largo de la historia del deporte, hay infinidad de ejemplos de cómo a un individuo o a un equipo, de repente, le puede la presión. Se le encoge la pierna o el brazo, según la disciplina. Ese exceso de responsabilidad es el que seguramente le pesó al Racing en los primeros minutos del choque de ida, con 21.000 aficionados empujando a sus espaldas. Por desgracia, el equipo verdiblanco estará prácticamente solo en Son Malferit, pero eso se puede convertir en una ventaja en cuanto a la presión sobre los futbolistas de Iván Ania. Pero además, el empate a cero en los Campos de Sport, las especiales condiciones del estadio baleárico y el hecho de que jugar en casa aumenta el favoritismo, la responsabilidad y las obligaciones para el equipo de Manix Mandiola, puede actuar también a favor del Racing si los mallorquines no son capaces de gestionar sus emociones. Eso, antes del partido. Durante, será importante «la personalidad» del árbitro, esa que reclamaba Ania en la rueda de prensa del pasado domingo, para frenar cualquier atisbo de dureza por parte del cuadro local. Asimismo, si el Racing es capaz de marcar como visitante, pondrá en una complicadísima tesitura al Atlético Baleares, a los que sólo les valdría ganar el encuentro. Es decir, anotar por lo menos dos tantos para hacerse con el ascenso a Segunda.

Un par de futbolistas importantes regresan.Si todo va bien, Iván Ania puede recuperar a dos futbolistas que pueden resultar claves, por sus características, en el campo de Son Malferit. Salen de sendas lesiones musculares y además son reincidentes y habituales inquilinos de la enfermería de las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia. Pero si hay un momento en el que se puede o se debe arriesgar es el partido frente al Atlético Baleares, una auténtica final. Jordi Figueras es el auténtico líder de la defensa racinguista, pese a que se ha perdido prácticamente la mitad de la temporada por sus problemas físicos. Pero su poderío en el juego aéreo, su jerarquía y su capacidad para sacar la pelota desde atrás le convierten en un hombre importantísimo cada vez que ha estado sobre el terreno de juego. Mientras tanto, Ritchie Kitoko puede ofrecer, en un campo de pequeñas dimensiones y con un césped artificial muy deteriorado, una garantía por arriba y más músculo en la medular. De los centrocampistas verdiblancos es el que más fortaleza tiene en el juego aéreo. De ahí que puedan pasar, saltándose el proceder habitual de Iván Ania, de la enfermería al terreno de juego de forma directa. Ahora tendrá que ser el técnico asturiano el que valore el estado de ambos futbolistas y si pueden ofrecer un rendimiento óptimo en la cita más importante de la temporada.

Bien claro está: si la experiencia es un grado, la plantilla racinguista tiene para rato en estas lides del play off. De los futbolistas que conforman en la actualidad el equipo verdiblanco, trece han disputado ya antes de esta temporada alguna fase de ascenso a Segunda División. Entre todos, suman 21 participaciones y en ocho ocasiones lo hicieron con éxito. Hace falta que ésta sea el noveno asalto al fútbol profesional. Hay dos futbolistas que destacan en este capítulo: Iván Crespo y Mario Ortiz. Los dos han jugado cuatro play off de ascenso cada uno. Se las saben todas. Y el santanderino, además, tiene un cincuenta por ciento de efectividad. En dos ocasiones, su andadura por la fase decisiva acabó con celebración. Fue en la 2016-17, con la Cultural Leonesa de récord que le arrebató el título al Racing por la diferencia de goles general; y en la 2013-14, con el Albacete. No tuvo tanta suerte en la 2012-13 con el cuadro del Carlos Belmonte, ni en la 2010-11, con el Conquense. Así pues, lleva dos premios consecutivos. Barral, Cejudo, Noguera, Rafa de Vicente, Quique Rivero, Cayarga, Redru, Sergio Ruiz, Óscar Gil, Julen Castañeda y Kitoko son los otros jugadores verdiblancos que han disputado algún play off de ascenso a Segunda. Otros futbolistas, como Jordi Figueras, aunque no se hayan visto en esta situación, tienen una experiencia más que contrastada.

Incluso si se trata tan solo un mensaje prefabricado es una buena señal; síntoma de que se cree en el ascenso, como lo ha sido el pago de la deuda con Hacienda, imprescindible para ejercer ese hipotético derecho. Desde que terminó el partido del pasado domingo en los Campos de Sport, los componentes del vestuario racinguista, tanto el técnico, Iván Ania, como los futbolistas, han mostrado su optimismo y convencimiento de que el equipo cántabro sacará un buen resultado de Son Malferit y logrará el ascenso a Segunda División. Sin duda, es un primer paso importante, porque con buen ánimo, los retos se afrontan mucho mejor. Y además, ese mensaje positivo surgido desde el vestuario ha calado en la afición racinguista, que poco a poco ha ido aumentando sus esperanzas de cara al decisivo choque de Palma. El seguidor verdiblanco es como esos gráficos de la evolución de la especie humana. Si el pasado domingo, tras el encuentro, era pesimista, el lunes ya iba relativizando; con el horario del partido ya fue calentando y a medida que avanzaba la semana, a la vez iba irguiendo la cabeza para, a día de hoy, volver a confiar al máximo en su equipo. Otra cosa no, pero fe, en la parroquia verdiblanca, como para exportar. Caer y volver a levantarse. Quizá esta vez, después de tanto sufrimiento continuado, ya toca que en lugar de tropezar los racinguistas tengan algo bueno que celebrar. Más que merecido.

Muchas trabas ha tenido que superar, pero el Racing no estará del todo solo en Son Malferit, el mayor enemigo verdiblanco a día de hoy. Por un lado, por la preocupación que genera por sus dimensiones y superficie. Y por el otro, porque su escaso aforo ha dejado a cientos de racinguistas en la estacada. No sólo los que se tendrán que quedar en casa, sino que decenas de ellos, después de ser muy previsores para contratar sus viajes a Palma, tendrán que ver el partido en algún bar de la capital mallorquina. En las gradas del estadio baleárico habrá apenas medio centenar de aficionados racinguistas, más allá de los patrocinadores y familiares de los jugadores que han obtenido una entrada por medio del club. Pero a buen seguro que el autobús del Racing será recibido por más de un centenar de sus seguidores a su llegada al escenario del encuentro. En las malas, como ésta, en la que todo han sido dificultades para la afición racinguista, de nuevo, ha superado todas las expectativas. Ha hecho todo lo que ha podido para empujar a su equipo hacia el ascenso. Ahora hace falta que los futbolistas, en el momento decisivo de la temporada, estén a la altura de lo que han hecho quienes les alientan semana tras semana desde la grada. El ambiente será hostil hoy en Palma, pero el Racing, como siempre, no estará solo en una cita vital para su futuro más inmediato.

Otro que se agarra a los números de su equipo para apoyar la tesis de que el Racing tiene muchas opciones de lograr el ascenso en Son Malferit es IvánAnia. «En los partidos que hemos jugado en césped sintético, de los seis hay cuatro resultados que nos clasifican y uno que nos lleva a la prórroga. Sólo hay uno, el de Langreo, que es el que no nos daría el ascenso», recordó. Efectivamente, el míster asturiano tiene razón, aunque también hay que tener en cuenta que los rivales en esos casos ni siquiera se han acercado a los puestos de play off –de hecho, tres de ellos han descendido– y el Atlético Baleares ha sido campeón del grupo III. Es evidente que el césped sintético no es el terreno sobre el que mejor se mueve el Racing, pero también lo es que no le ha ido tan mal a lo largo de la Liga regular. Algo que debe prorrogar en la jornada de hoy en tierras baleares. Yrecordar como ejemplo al Racing de Paco Fernández, que también sobrevivió a una dura batalla sobre un campo de similares condiciones en Llagostera, para lograr el ascenso a Segunda División. Sufrió, pero lo consiguió. Como se suele decir, los buenos jugadores son buenos en cualquier escenario. E Iván Ania, por fortuna, tiene mucha dinamita de donde elegir para confeccionar un once con plenas garantías para el partido decisivo frente al Atlético Baleares.

Si de algo puede presumir el Racing es de tener muy bien cubiertos dos puestos que serán claves en un partido tan decisivo y trabado como el que le espera enSonMalferit: la portería y la delantera.En la meta Crespo es el paradigma de la regularidad, y además un portero veterano que no se dejará llevar por los nervios.Buena señal y un motivo para creer, pero que sin marcar es imposible que el Baleares elimine alRacing. Manteniendo su portería a cero los cántabros se aseguran, cuando menos, los penaltis. En cuanto a la delantera, David Barral llegó a Santander única y exclusivamente para el play off. Cuando se le fichó, el equipo ya era líder con solidez, y toda su preparación ha estado encaminada a llegar en las mejores condiciones posibles a la fase de ascenso.En el partido de ida no tuvo su mejor día (claro que tampoco le llegaron balones, e incluso tuvo que bajar al centro del campo a buscarlos) y en el de vuelta volverá a ser titular. Curtido enPrimera División, y acostumbrado a lidiar con ambientes hostiles, 1.500 espectadores nunca pueden amilanan a un delantero con una trayectoria como la suya.Otro asunto el es césped artificial (y en mal estado) con el que tendrá que verse, pero de todos modos es uno de los jugadores más desequilibrantes de la eliminatoria.Y quienes le discuten este estatus, también visten de verdiblanco.