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Los jugadores se conjuran antes del partido. Vídeo: Héctor Díaz | Fotos: Javier Cotera
Fútbol | Racing

Una tarde avinagrada

La mala primera parte y dos errores defensivos terminan con el Racing derrotado en Las Gaunas

Sergio Herrero

Logroño

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Domingo, 3 de diciembre 2017

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Hay bares que son epicentros de sabiduría. Lugares de culto. Ocupan páginas de libros, estrofas de canciones y escenas de película. Junto a la barra y los brebajes surgen enseñanzas. Sentencias para el refranero popular. Filosofías vitales. En Logroño, por su joya líquida de color sangre, estos establecimientos cobran un mayor protagonismo. De hecho, el más de un millar de aficionados racinguistas desplazados hasta la capital riojana ha pasado por todos los de la calle Laurel y aledañas antes de encaminarse hacia el mítico escenario de Las Gaunas, donde había sesión de tarde. En uno de esos bares, un azulejo explicaba a la perfección lo que fue el anterior choque liguero ante el Tudelano:«Hoy es un día maravilloso, verás como viene alguien y lo...» joroba. Quitarse el amargo regusto del empate inesperado frente al equipo navarro con un buen caldo de la victoria era el principal objetivo ayer. Eso no sólo no sucedió, sino que al Racing la cosecha en tierra de viñedos le salió a pagar. Botellas rotas. Una mala primera parte, dos errores defensivos y tres balones a los postes dejaron al equipo cántabro tirado en la acera y abrazado a una farola. Llorando sus penas. Una mala borrachera con vino de tetra brik.

Se suele decir que cuando alguien entra a un bar y toma una copa en su mano adquiere una cantidad pasmosa de conocimientos de cualquier materia de forma sorprendente. La Unión Deportiva Logroñés se olvidó de su mala situación deportiva y, tras un breve intercambio de golpes inicial, logró intimidar a un Racing adormilado en su campo. Fruto de las llegadas rojiblancas al área de Iván Crespo, el cuadro riojano se sirvió una buena oportunidad para marcar. Un centro desde la derecha de Ñoño lo remató, flojo, en boca de gol, Iván Aguilar. El meta verdiblanco, con apuros, evitó que la pelota se encaminase hacia su portería.

Logroñés

Miguel, Miguel Santos, Paredes, César Caneda, Ramiro, César Remón, Ñoño (Carlos García, min. 86), Carles Salvador, Iván Aguilar (Marcos André, min. 78), Muneta (Arnedo, min. 69) y Espina.

2

-

1

Racing

Iván Crespo, Sergio Ruiz, Julen Castañeda, Gonzalo, Borja Granero, Antonio Tomás, Óscar Fernández (Musy, min. 60), Javi Cobo, Héber (César Díaz, min. 46), Dani Aquino y Pau Miguélez (Juanjo, min. 76).

  • goles 1-0, min. 31: Ñoño.1-1, min. 51: Dani Aquino. 2-1, min. 71: Ñoño.

  • árbitro Sauleda Torrent (Comité Catalán). Amonestó a los locales Miguel, Miguel Santos, Carles Salvador y Ramiro y al visitante Gonzalo.

  • incidencias Estadio Municipal de Las Gaunas. Con césped en irregular estado, en tarde nubosa y fría. Unos 5.000 espectadores en el estadio riojano. De ellos, cerca de 1.500 seguidores cántabros que acompañaron a su equipo hasta Logroño y disfrutaron en la ciudad de las horas previas al partido.

A los de Ángel Viadero les iba a salir la primera parte picada. Avinagrada. Los cántabros fueron incapaces de llevar peligro a la meta de Miguel. Por destacar algo, una contra fantástica llevada por Sergio Ruiz desde su propio campo, que Óscar Fernández desperdició cuando recogió el balón en el área. Precisamente, Sergio Ruiz iba a ser el desafortunado protagonista de los goles locales. Del primero y del segundo. Un borrón en el pulcro expediente del astillerense desde que se ha instaurado en el lateral derecho. Un pase diagonal hacia la izquierda no acertó a cortarlo el cántabro y Ñoño se quedó solo ante Iván Crespo para hacer el 1-0.

Los riojanos, crecidos y especialmente motivados, dispusieron de otras dos buenas oportunidades para haber aumentado su renta. Espina aprovechó un rebote de Gonzalo para meterse en el área. Sentó a Borja Granero con un efectivo recorte y, con todo a su favor, marró la ocasión por intentar colocar el balón en la escuadra. Exceso de lucimiento. Poco después, Iván Crespo iba a desbaratar el mano a mano de Ñoño, con una fantástica intervención que iba a permitir al arquero quitarle la pelota del pie al atacante.

Ñoño le ganó dos veces la espalda a Sergio Ruiz para marcar los goles del conjunto riojano

Ángel Viadero no debía de verlo nad claro cuando decidió dejar a Héber en el vestuario durante el descanso para sustituirle por César Díaz. El Logroñés continuó embriagado por su buena actuación, mientras el Racing seguía con su resaca particular. Fútbol de garrafón. El exracinguista César Caneda estuvo a punto de sentenciar la contienda. El vasco tocó el balón lo justo, en el primer palo, a la salida de un córner, y el esférico se estrelló con el poste.

Pero hasta en las peores borracheras hay instantes para la lucidez. Centro chut de Óscar Fernández. Dani Aquino remató tirándose al suelo en el área pequeña (como se ve en el vídeo). Miguel repelió en primera instancia, pero en el rebote el murciano introdujo la pelota en la portería. Empate a uno. Vuelta a empezar.

Con el gol, la Unión Deportiva Logroñés se saltó la fase de exaltación de la amistad y al equipo riojano le entró el bajón. El Racing, sin mostrar grandes cosas, aprovechó la circunstancia para dominar por fin el partido. Viadero dio entrada a Musy, por delante incluso de Juanjo. Al joven, aún en la adolescencia, el partido le emparejó al veterano Caneda. 18 años contra 39. Más del doble. Y el equipo cántabro pudo ponerse por delante. Aunque no iba a ser el chaval el protagonista de la acción. Pau Miguélez desbordó por la izquierda y puso el balón atrás para que César Díaz lo mandase al palo.

El Racing desaprovechó su oportunidad y, como hizo siete días antes el Tudelano, el conjunto riojano castigó la piedad verdiblanca. En una contra, Ñoño volvió a ganarle la espalda a Sergio Ruiz y el delantero rojiblanco batió por bajo a Iván Crespo. Otra vez a remar contracorriente, y cada vez con menos tiempo por delante.

Aunque se empeñase –que tampoco puso mucho de su parte–, la tarde no estaba para el Racing, que tuvo varias ocasiones en los siguientes minutos. La primera llegó en una falta lanzada por Dani Aquino que Miguel sacó con una buena mano. Acto seguido, Iván Crespo se iba a ver las caras de nuevo con Ñoño, pero esta vez el de Viveda iba a resultar vencedor del lance (ver aquí el gol). Y el equipo cántabro volvió a percutir. Y a estrellarse en los postes. Por dos veces. Musy mandó un cabezazo manso al larguero y Antonio Tomás quiso repetir lo de Tajonar, pero esta vez no tuvo tanta suerte. Su remate con la testa se fue al poste derecho.

Pese a no jugar bien, el Racing mandó tres balones a los palos; la UD Logroñés, otro, rematado por Caneda

A partir de ahí, el Racing, pese a tener a su rival con el culo pegado a la portería, fue más inocente que una borrachera de limón. Apenas inquietó y sólo en la última acción del partido tuvo una opción real de haber logrado algo que, seguramente, tampoco habría merecido por juego –tal vez sí por ocasiones–. Una falta lateral botada por César Díaz la tocó Iván Crespo de cabeza, convertido en delantero. Dani Aquino estiró la pierna, pero no llegó. Para casa con la cara larga y un molesto dolor de cabeza.

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