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Daniel Pedriza
Fútbol | Racing-Leioa

Un aterrizaje perfecto

El Racing baja de la nube de la Copa con una convincente victoria en casa frente a un Leioa que pierde en los Campos de Sport su condición de invicto a domicilio

Sergio Herrero

Santander

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Domingo, 9 de diciembre 2018

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En el campus de la Universidad del País Vasco, en Leioa, antes de su remodelación integral, existía un octógono en la parte central de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación que decían los alumnos veteranos estaba

Racing

Iván Crespo, Buñuel (Cejudo, min. 59), Julen Castañeda, Óscar Gil, Olaortua, Sergio Ruiz, Nico Hidalgo, Rafa de Vicente, Dani Segovia (Jon Ander, min. 70), Enzo Lombardo y Cayarga (César Díaz, min. 88).

2

-

0

Leioa

Iturrioz, Aguiar (Monje, min. 64), Morcillo (Magdaleno, min. 72), Córdoba, Mikel Fernández (Jorge Cortés, min. 80), Iru, Bengoa, Garai, Yurrebaso, Sota y Luáriz.

  • El detalle El Racing logró mantener su registro inmaculado de triunfos en casa ante un rival que ayer hincó la rodilla por primera vez como visitante.

  • Goles 1-0, min. 60: Rafa de Vicente. 2-0, min. 86:Enzo Lombardo.

  • árbitro Eiriz Mata (Comité Gallego). Amonestó al local Enzo Lombardo.

  • incidencias Campos de Sport de El Sardinero. Césped en buen estado, aunque rápido por el riego, en una tarde de tiempo apacible.

  • El público 7.488 espectadores en las gradas del estadio verdiblanco, según los datos ofrecidos por el Racing. Una entrada bastante baja, pese a los más de 10.000 abonados que tiene el club a día de hoy.

El técnico asturiano intentó

Ante un Leioa temeroso, el Racing se tomó a bien la responsabilidad del dominio.

La frecuencia de opciones racinguistas era del todo

Lo vivido durante la primera mitad debía servir al Racing como ejercicio de maduración de un partido al que aún le quedaban 45 minutos por delante. Tiempo suficiente para poner las cosas en su sitio. Pero tras el descanso fue el Leioa quien pensó que, si su enemigo era incapaz de hacerle pupa, por qué no intentarlo. Así, al poco de arrancar la segunda mitad, un tiro defectuoso de Bengoa estuvo cerca de engancharlo dentro del área Fran Sota.

El caso es que, a pesar de que el empate no se movía y la falta de luz en los últimos metros, los cántabros no estaban jugando mal. Incluso completaron algunas acciones brillantes. Una apertura genial de Rafa de Vicente para Julen Castañeda en la izquierda terminó con un buen centro del lateral que Sergio Ruiz remató en el segundo palo de cabeza. La pelota se marchó silbando la escuadra.

Viendo que salvo el sustuco del inicio de la segunda mitad el Leioa permanecía encerrado y el Racing seguía sin focos en los últimos metros, Iván Ania se tiró hacia delante. El míster retiró a Aitor Buñuel –el navarro se perdió sus primeros minutos de la temporada después de haberlo jugado todo–, colocó a Nico Hidalgo como lateral y dio entrada a Álvaro Cejudo, reconstruyendo toda la línea de trescuartistas. El cordobés le dio otro aire al ataque. El cambio, aunque probablemente de forma casual, surtió efecto al instante. Rafa de Vicente, hasta entonces el futbolista con más claridad del Racing, agarró un balón en la frontal del área y lo incrustó en la red de Iturrioz. Chicharrazo.

Ahora sí, con el Leioa obligado a abrir las compuertas si quería cambiar su sino, a los de Iván Ania les iba a costar menos colocarse en zona de tiro. Y eso hizo, además, con belleza, para hacer

Pero los verdiblancos no aprovecharon sus opciones de haber matado la contienda y el partido ya estaba en ese momento tan típico en los Campos de Sport –aunque este año no se haya asomado demasiado por El Sardinero– de ir ganando con una renta exigua con el peligro de que la acción tonta del día lo mande todo al garete. Es lo que tiene.

Al final, la gente de los Campos de Sport tuvo que esperar para desabrocharse el botón del cuello hasta el

El sueño de la Copa terminó en el Benito Villamarín y todo el racinguismo estuvo de acuerdo en que fue bonito mientras duró, pero que lo importante es todo lo que queda por delante. Al bajar de la nube, el Racing aterrizó de pie. Los cántabros supieron mantener su tarjeta intachable en casa y de paso hicieron añicos las esperanzas de los perseguidores de aprovechar un posible tropiezo racinguista en un momento delicado. El discurso siempre coincide en que en algún tramo de la competición llegarán los tiempos de vacas flacas, las derrotas y los problemas, pero, de momento, los que dependen de eso tendrán que esperar.

Después de una noche de fiesta llega la tarde de resaca, pero el Racing no tiene tiempo ni para eso. El equipo de Ania se atrevió a soñar en el Villamarín el pasado jueves ante todo un Betis, pero la quimera se quedó en eso. ...

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