Un 4-4-2 a expensas de los fichajes

No es su esquema predilecto, pero tampoco es un estilo que descarte. El pasado verano comenzó de la misma manera. Su equipo jugó los primeros amistosos utilizando ese modo tan clásico de organizarse hasta que la llegada de otro tipo de futbolistas y el propio rendimiento le hicieron cambiar. En este curso, a tenor de lo visto en la primera semana, parece que todo sigue un mismo guión.

Con Barral, la presencia de Siverio, Tresaco –e incluso César Díaz– y ahora con la llegada de Nuha, el Racing cuenta con recursos en la delantera –aunque es evidente que no todos se quedarán en el primer equipo–. Sin embargo se queda cojo en las bandas. La marcha de los cedidos –Hidalgo, Noguera y Lombardo– desmanteló esas posiciones, precisamente demarcaciones que para Ania son vitales. Quizás por esta razón el asturiano ha empezado a preparar tácticamente al equipo por ese camino. A falta de un mes para que comience la Liga y con la gran mayoría de las incorporaciones por llegar, el entrenador ha optado por adaptarse a la situación. De ahí que durante estos primeros compases se pueda ver a Berto Cayarga, César Díaz y Álvaro Cejudo, además de las medidas de urgencia procedentes de la cantera ocupar las bandas.

Ania echa a andar con un ojo puesto en Chuti Molina, director deportivo, al que ayer se le pudo ver en plena actividad. El responsable de armar a la plantilla acompañó al cuerpo técnico durante la sesión matutina en La Albericia, aunque realmente fue en cuerpo, puesto que en alma estuvo ocupado. Apenas le dio tiempo a colgar su inseparable teléfono. Son días en los que la dirección deportiva está en ebullición; ofrecimientos, propuestas, ofertas, llegadas, salidas... Todo en menos de un mes.

La sintonía entre el mandatario y el entrenador verdiblanco es total y a la vista de las preferencias que el asturiano mostró el pasado curso, los esfuerzos de Molina es probable que vayan encaminados a conseguir futbolistas de corte ofensivo, cuya polivalencia les permita jugar en banda y a la vez por el interior, y que encajen en ese teórico esquema fetiche 4-2-3-1 que aún no ha podido probar, pero que le dio el éxito hace unos meses. Para ese estilo –no es menos cierto que también para el 4-4-2– son estrictamente necesarios los futbolistas de largo recorrido. De hecho, durante todo el pasado ejercicio, en esas demarcaciones fue donde más complicado era jugar y por donde llegaba el peligro del Racing. «Los delanteros están imposibles», declaró Molina la pasada semana. Con los '9' siempre hay la misma cantinela y por ello la llegada de los llamados goleadores seguramente coincidirá con el final del plazo. No obstante, para entonces, el equipo debería estar armado en el resto de la posiciones y por ahora le queda un mundo.

A partir de mañana se le empezarán a ver las costuras y las formas a este nuevo Racing; el equipo juega en los campos de El Pilar ante la Cultural de Guarnizo el primer amistoso, que no deja de ser un entrenamiento con equipajes, pero también una declaración de intenciones. «La pretemporada es un periodo duro, en que se entrena fuerte y siempre que hay partidos se agradece para ir cogiendo el ritmo y para que sea más llevadero», admite Cayarga. El joven futbolista, que cumplira «el sueño de jugar en Segunda División» que no pudo firmar con el Sporting de Gijón –equipo del que salió para llegar a Santander–, confiesa que «el trabajo está siendo el mismo, con mucho balón y sin estar corriendo ahí una hora seguida sin balón.De momento bastante light». Nada que ver con aquellas pretemporadas en las que primero se entrenaba la condición física y luego ya venía el trabajo táctico.

Cayarga insiste en ese discurso:«Si al final llegan varios mediapuntas, pues es probable que pueda jugarse con el 4-3-3 o también 4-2-3-1, pero si llegan muchos delanteros podría ser 4-4-2. Todo depende de lo que se fiche». El asturiano apuesta por no cambiar mucho de lo bueno que el equipo hizo: «Creo que la Segunda es una categoría más exigente, es evidente, pero nosotros venimos haciendo las cosas bien y con la base ya hecha más los que están por venir, creo que tenemos camino andado».

Por otro lado, de nuevo ayer se repitió el mismo proceder con Ritchie Kitoko y Jordi Figueras. Los dos futbolistas, por el momento, tan solo completan una sesión de las dos diarias cuando el plan contempla trabajo mañana y tarde. En el cuerpo técnico quieren ir con calma y sin arriesgar lo más mínimo con ambos jugadores, después de que el año pasado ambos cayesen lesionados tres veces cada uno y no pudieran rendir con regularidad. En el caso de Figueras parece un fijo en los esquemas de los técnicos;en cuanto a Kitoko, que también es del agrado de los responsables, su continuidad dependerá de los fichajes.