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Mario, Orfila, Francis, Javi Soria, Javi Barrio, Saúl, Rubén Durán, Granero, Andreu, Miguélez, Ayina. Fueron los once futbolistas que el Racing alineó el 30 de ... enero de 2014 -el martes hará diez años- en el partido de vuelta de los cuartos de final de Copa ante la Real Sociedad. Fueron ellos como pudieron ser otros once, porque al final eran toda la plantilla, técnicos e incluso empleados y masa social. Aquella noche el Racing se plantó y se negó a jugar. El club llevaba más de dos años secuestrado y sus empleados, futbolistas o no, entre cuatro meses y un año sin cobrar. Los jugadores lo habían dejado claro. O el presidente y toda su directiva dimitían o no se jugaba. Ángel 'Harry' Lavín, que casi una década después entró en prisión por administración desleal, se atrincheró en el cargo. Aquella noche su silla en el palco permanecía vacía, pero no había dimitido. Al contrario, esa misma tarde seguía buscando vericuetos legales para no celebrar la Junta del curso anterior, como exige la ley, y evitar su desalojo. La respuesta del racinguismo fue unísona: no jugar. Fue el primero de los dos capítulos que entre el 30 y el 31 de enero terminaron con la Era Okupa.
«Salimos del túnel de vestuarios con esa cosa en la barriga; teniendo muy claro que no íbamos a jugar. El árbitro pita el inicio del partido y la Real Sociedad empieza a tocar el balón durante 50 60 segundos. A partir de ahí, Gil Manzano viene donde mí y me pregunta tres veces que si es verdad que no vamos a jugar, que si nos retiramos. Le contesto que no vamos a jugar, que tenemos la decisión muy clara», recuerda Mario Fernández, capitán de aquel equipo.
1 de enero:
Futbolistas y empleados del Racing llevan meses sin cobrar En el vestuario los jugadores más modestos piden préstamos a sus compañeros. Entre los empleados, algunas situaciones son muy difíciles.
3 de enero:
Harry ordena la clausura de la Preferencia Norte, ubicación de la Gradona de los Malditos, y envía a las peñas a la Tribuna Norte.
5 de enero:
La hinchada de la Gradona salta el muro que separa Tribuna Norte de Preferencia para ocupar su lugar.
7 de enero:
Con las cuentas y los ingresos por taquilla intervenidos -se había pedido la nueva intervención judicial completa del club, pero el juez solo adopta estas medidas-, el Consejo de Administración trata de acceder a los fondos de la cuenta de la Fundación.
8 de enero:
Primero de los tres hitos que marcan el final de la Era Okupa La afición asalta el palco de los Campos de Sport durante el partido de Copa frente al Almería.
11 de enero:
El Racing gana en Avilés Su directiva había advertido a la Policía de la presunta peligrosidad de su propia hinchada. Los hechos vuelven a desmentirla. En una jornada de perfecta convivencia en Asturias, los futbolistas reciben el apoyo y cariño del racinguismo. El equipo gana y se consolida como líder.
13 de enero:
Se desestima la petición de la APR para que se celebre la Junta de 2013, como exige la ley El motivo, que el Racing ya la ha convocado, por lo que el Juzgado considera que no ha lugar esta medida, ya innecesaria.
14 de enero:
El abogado Ignacio Arroyo viaja a Países Bajos para reunirse con el administrador concursal de la WGA, Onur Arslan, e informarle sobre la situación del Racing Pactan que el propio Arslan viaje a Santander para una Junta que Harry trata de impedir por todos los medios que se celebre, de modo que se puede desalojar al Consejo de Administración y nombrar uno nuevo. Se confirma que Ashan Alí Syed ya no es administrador de la WGA. El anuncio consolida el mecanismo por el que se conseguirá desalojar a la Harry y, con él, a un Francisco Pernía que sigue manejando el club en la sombra.
18 de enero:
Racing-Guijuelo El público abandona mayoritariamente el campo en el minuto 13 (elegido simbólicamente por coincidir con el año de fundación del club) como nueva medida de protesta y presión, aunque Lavín parece inmune a la presión.
22 de enero:
El Racing cae por 3-1 en el Reale Arena, aún denominado Anoeta, en el partido de ida de los cuartos de final de Copa, cuyo ganador se enfrentará al FC Barcelona en las semifinales.
16 de enero:
Un equipo sumido en el caos y la tensión pierde en Zamora. Durante el viaje de regreso en el autobús, su agente informa a Juanpe de que el Racing está intentando traspasarle. La plantilla reacciona organizando un plante en el siguiente partido, uno con especial foco el que les tiene que enfrentar a la Real Sociedad en la vuelta de los cuartos de final de Copa. El delegado, Delfín Calzada, es el encargado de coordinar los movimientos.
27 de enero:
Rueda de prensa La plantilla y cuerpo técnico del Racing al completo exigen la inmediata dimisión de Lavín y su equipo. En caso contrario, no jugarán el partido ante la Real Sociedad.
28 de enero:
Pernía y Harry tienen guardada una carta para intentar burlar la intervención judicial de las taquillas El Racing anuncia que por cada compra de una bufanda en la tienda oficial del club se regalará una entrada para el partido de Copa.
29 de enero:
La AFE interviene ya de forma directa en la crisis Luis Rubiales, entonces presidente del sindicato de futbolistas, muestra en público su apoyo.
30 de enero. 10.00 horas:
Rubiales se reúne en Santander con la plantilla del Racing Trata de convencer a los futbolistas de que jueguen el partido, advirtiéndoles de las consecuencias de un plante sin convocatoria oficial de huelga. Cuando comprueba que su decisión es irrevocable, decide apoyarles en público.
30 de enero. 18.00 horas:
Corre el rumor de que Harry va a dimitir. En realidad, está en una notaría jugando su última baza La desconvocatoria de la Junta General de Accionistas (que debía haberse celebrado en 2013) alegando defectos de forma. Si no hay Junta, no se le puede destituir.
30 de enero. 21.00 horas:
Gil Manzano señala el inicio del partido Los futbolistas del Racing permanecen estáticos mientras los de la Real Sociedad se pasan el balón sin atacar la portería. Acto seguido los verdiblancos se abrazan sobre el césped
30 de enero. 21.05 horas:
El árbitro pregunta hasta en tres ocasiones al capitán del Racing, Mario Fernández, si renuncian a jugar el partido Ante la respuesta del portero, hace sonar el silbato y señala el túnel de vestuarios.
30 de enero. 23.00 horas:
Según diferentes testigos, se observan movimientos y luces en el interior de los Campos de Sport, aunque no se reconoce a nadie en concreto Nunca llegó a demostrarse, pero la sospecha que albergan los nuevos dirigentes al tomar posesión del cargo es que se ha sustraído o destruido documentación.
31 de enero. 7.00 horas:
Manolo Higuera llama a empleados del Racing de su confianza para conseguir el libro de accionistas y que abran el estadio Harry ha ordenado que permanezca cerrado.
31 de enero. 9.00 horas:
Ignacio Arroyo se presenta en el Juzgado de Guardia.
31 de enero. 10 50 horas:
Fiscalía emite un informe a favor de la medida cautelar que permite celebrar la Junta.
31 de enero. 12.30 horas:
Se emite el auto por el que se ordena la apertura del campo y la consiguiente celebración de la Junta.
31 de enero. 13.20 horas:
Arroyo envía el auto a Higuera, que se lo muestra a un empleado del club, Tomás Carrera, para que pueda abrir una de las puertas del estadio.
31 de enero. 13.30 horas:
Llegan a la Federación faxes para tramitar traspasos de futbolistas del Racing Su presidente, José Ángel Peláez, que se encuentra en el estadio, llama por teléfono para detener la tramitación ante la evidencia de que quien la ordena no es ya nada en el Racing.
30 de enero. 14.10 horas:
Arranca la Junta General de Accionistas, en la que tras la constitución de la mesa, elegida por los accionistas ante la ausencia del Consejo de Administración en pleno, la primera medida es la destitución de Harry y toda su directiva Votación unánime a favor, incluido el decisivo voto de la WGA, con más del 99% del capital social y representada ya por Arslan.
30 de enero. 14.30 horas:
Se elige el nuevo Consejo de Administración, con Tuto Sañudo como presidente Termina la Era Okupa y comienza la reconstrucción.
Fue un gesto inolvidable y probablemente irrepetible. Una medida de urgencia a medio camino entre el hartazgo y la desesperación: «Era lo último que nos quedaba. No sabíamos si lo iba a cambiar todo, pero creíamos en ese momento que era la única solución. Sin aquello, quizá el Racing hoy no existiría», evoca.
Fue un punto de inflexión, como la Junta General de Accionistas que al día siguiente desalojó a una directiva que detentaba el control del club tras tejer una maraña legal. La garantista legislación impedía que se borrara del registro la titularidad de unas acciones que nunca se habían pagado. Y es la historia de cómo el racinguismo se conjuró para salvar a su equipo. No la de grandes nombres, sino la de futbolistas modestos y de personas sin historia que son la historia. Como Ernesto Flores, el peñista que descubrió que la WGA Sports Holding figuraba como sociedad en proceso concursal en Países Bajos. 20 euros le costó el informe que sirvió de cabo del que tirar para deshacer la madeja. Como los empleados que se jugaron el puesto de trabajo para habilitar la logística de la Junta. La de un entrenador, Paco Fernández, que supo navegar el caos -«Era el partido de nuestras vidas y lo hemos cambiado por la dignidad»-. La del delegado, Delfín Calzada, que cuando de vuelta de Zamora la plantilla se conjuró para no jugar si la directiva no dimitía, organizó toda la puesta en escena. La de Bernardo Colsa, que como presidente de las peñas lideró la oposición. La de la Asociación de Exfutbolistas, que se querelló contra Pernía y Lavín. Personas, unas más anónimas que otras, que navegaron el abandono de las instituciones. Muchas y con diferente protagonismo y actuaciones. Demasiadas como para citar a todas.
El plante fue el gesto que puso en foco la dramática situación de un club dinamitado desde dentro que caminaba hacia la extinción. El Racing llegó a la portada del New York Times y el gesto hizo historia. La sociedad cántabra se identificó con aquellos futbolistas, le gustara o no el fútbol y quien no lo hacía sintió de pronto el equipo como propio. Pero no sirvió para que Harry dimitiera. Aquel frenético enero tuvo otro hito, un anticlímax que puso fin al serial con un final feliz que nunca estuvo demasiado claro. El Racing había entrado en julio de 2011 en concurso y meses después había sufrido una intervención judicial, pero cuando Francisco Pernía recuperó el poder la situación económica pasó de crítica a nefasta por una administración desleal -así lo han determinado los tribunales- que había llevado la sociedad virtualmente a la quiebra técnica. Sin embargo, la hoja de ruta de la directiva estaba clara: no irse nunca. Si acaso, cuando la sociedad echara la persiana.
Al día siguiente al plante, horas después, de hecho, estaba prevista la Junta General de Accionistas de 2013 que Harry había aplazado hasta conseguir que no se celebrara en el ejercicio natural. Para ello se sirvió de una estratagema: convocarla en diciembre, aún en fecha, pero ya para el mes -y año- siguiente. Consciente del plante y de que la sociedad civil había conseguido la fórmula para desalojarle, mientras los futbolistas prepararan el plante él desconvocaba la cita alegando defectos en la documentación. Una huida hacia delante para ganar tiempo. A punto estuvo de conseguirlo, pero la estrategia no le funcionó.
El puñado de abogados que junto a los peñistas trataba de devolver la estabilidad al Racing maniobró rápido. El actual presidente, Manolo Higuera, regresó a toda prisa de un viaje de negocios al conocer la última maniobra de Harry. «Recuerdo que tuve que coger un avión a toda prisa y el sartenazo que me pegaron por el billete», rememora.
A las seis de la mañana aterrizó en Madrid y a primera hora contactó con dos empleados del Racing, Tomás Carrera y Francoise Polidura. Para celebrar la Junta era necesario el libro de accionistas y que se abriera el estadio. Aun jugándose su puesto de trabajo, lo consiguieron.
Mientras, Ignacio Arroyo solicitaba al Juzgado de Guardia una orden de urgencia para que se celebrara la cita. Convence a la Fiscalía y al juez Carlos Martínez de Marigorta gracias a la petición que los peñistas, en su calidad de accionistas, habían efectuado en diciembre. Al principio no fue atendida porque el Racing reaccionó convocándola, pero ante este último movimiento, el juez decidió actuar. «Fue un movimiento decisivo y hecho con mucha soberbia, como todo lo que hacían», recuerda Colsa.
A la espera del auto, Higuera y el propio Colsa mantenían a la espera a los accionistas; a la masa social. Les llamaban a que esperaran, a que no se fueran. Cuando cerca de la una y media de la tarde llegó al fin el auto, el ahora presidente se lo mostró a Tomás Carrera, que hizo lo que deseaba hacer desde primera hora: abrir el estadio. Tenía, como toda la plantilla, la orden expresa de Harry de no hacerlo, pero ahora una orden judicial, la que blandía Higuera en su móvil, le protegía ante posibles represalias.
Entre los primeros en entrar estaba una persona hasta unos días antes desconocida en Santander, pero cuya presencia resultaba vital: Onur Arslan, administrador judicial de la WGA Sports Holding. La empresa a través de la que Ahsan Alí Syed había comprado el Racing en 2011 -aunque nunca pagó las acciones- y la sociedad que le servía a Francisco Pernía para controlar el club en la sombra a través de Lavín. Cuando a finales de 2023 se descubrió que estaba en concurso (fue el gran error en la maraña trazada para secuestrar el Racing), un grupo de abogados viajó a Países Bajos para ponerse en contacto con él. Aceptó viajar a Santander y desalojar a Harry. Era la baza que tenía guardada el racinguismo y el gran temor del suancino, que se constató aquella mañana.
Poco después de las dos de la tarde arrancó la Junta y hacia las dos y media el Racing tenía ya una nueva directiva presidida por Tuto Sañudo. No fue de consenso, hubo maniobras y traiciones y todo pudo derrumbarse en varios momentos, pero lo importante no era quién llegaba, sino quién se iba. Aquella noche en la que el Racing dignificó con su plante el fútbol y aquella mañana frenética del último día de enero marcan la historia verdiblanca. Y permitieron, de paso, que el club pueda celebrar el mes que viene sus 111 años. De no ser por aquello, probablemente el Racing ya no existiría.
Hoy la imagen del plante preside el despacho presidencial de Manolo Higuera en los Campos de Sport y el racinguismo es más fuerte que nunca gracias a ese sentimiento de identificación gestado en los momentos más duros, de los que ahora se cumplen diez años.
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