Los primeros quebraderos de cabeza
Otro escenario ·
José Alberto y su Racing pasan por el momento más inestable desde que el míster llegó a SantanderA José Alberto le ha llegado la primera crisis en el Racing pese a aventajar en ocho puntos del descenso y estar a solo cuatro ... de la fase de ascenso. Desde luego, de crítico no tiene nada y no solo el míster, sino cualquier racinguista habría firmado gestionar su primer momento difícil en un escenario como este. Aun así, lo que no es menos cierto es que a José Alberto le duele la cabeza. Lo admita o no, el equipo apuntó tan alto al principio de la Liga que ahora los resultados incomodan, sobre todo por la concatenación: tres derrotas consecutivas en Liga y eliminación en Copa.
Se trata de los primeros quebraderos de cabeza de un técnico que antes de perder ante el Valladolid aseguraba que lo de ahora no tiene nada que ver con lo de hace casi un año, cuando aterrizó en Santander: «El peor momento fue cuando llegué». Y no le falta razón. El equipo estaba en descenso tras cinco derrotas consecutivas y, por si fuera poco, ya se habían jugado cinco jornadas más que actualmente. Nada que ver.
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El equipo encaja demasiados goles y ya no es imbatible en casa Nueve goles en los tres últimos partidos de Liga son muchos goles. Las tres derrotas, ante el Racing de Ferrol (1-3), Alcorcón (3-1) y Valladolid (2-3), además de los dos que le marcó el Zamora en Copa son el síntoma de que en defensa algo pasa. Además, en las últimas victorias, ante Sporting (3-2) y Cartagena (2-3), también se encajaron dos en cada partido. A José Alberto le quita el sueño esto. «Me preocupa que con muy poco nos hacen gol. Eso es algo que debemos mejorar cuanto antes», admitió.
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Tantas alternativas en el centro del campo no dejan claro el timón Aldasoro e Íñigo ante el Valladolid; Grenier y Morante, frente al Alcorcón; Grenier y Aldasoro... Incluso Grenier-Morante, en el doble pivote, y Aldasoro por delante de mediapunta. José Alberto ha variado mucho los perfiles de los mediocentros. Tener donde elegir y poder contar con varias alternativas no deja de ser una virtud, pero resulta un tanto desconcertante al margen de que el entrenador sepa por qué lo hace. Es obvio que si el estilo del faro que guía al equipo cambia suele cambiar también el equipo.
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El cuarteto de ataque, sin extremos puros, no tiene sustitutos Andrés, Íñigo Vicente, Peque y Arana están ofreciendo un nivel muy alto. Por encima, incluso, de lo que se esperaba, al menos en algunos casos. Sin embargo lo que realmente puede preocupar al entrenador es que no tienen sustitutos. A pesar de que los jugadores que salen del banquillo aportan y suman, es evidente que no hay ningún jugador que pueda dar lo que dan ellos. Ni Lago Junior, Sangalli, Yeray y Ekain están ahora mismo a la altura de sus compañeros, por lo que el potencial ofensivo es el que es.
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La banda izquierda, el punto débil, siguesin tener alternativa El carril zurdo del Racing es el punto más vulnerable del equipo. Entre que Íñigo Vicente, un virtuoso en ataque, no se exige en defensa lo que otros compañeros –porque su idiosincracia es así– y eso implica mayor trabajo para los demás de banda y entre que el lateral fijo, Saúl, no está en su mejor momento, los problemas crecen. El recambio es Mario García, el chaval del Rayo, al que el míster no ve aún preparado según él mismo reconoció. «Debe crecer día a día y mejorar en defensa si quiere tener opciones», explicó.
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El mismo tipo de jugador no puede ser el recambio se gane o se pierda La plantilla ha dado un nivel alto en lo que va de Liga. Eso es algo difícil de discutir, no en vano el equipo está con 21 puntos muy por encima de lo que se esperaba. Ahora bien, se gane o se pierda, José Alberto siempre da entrada a Marco Sangalli, independientemente del resultado. El vasco, un futbolista con oficio, sirve para casi todo, pero realmente parece algo llamativo que sus características deban acomodarse al tipo de partido. Es como si se necesitase algo más para poder paliar ciertas circunstancias de juego y no lo hay.
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Algunos jugadores no están al nivel que dieron el curso pasado Es algo que suele ocurrir. Algunos jugadores rinden muy por encima de su nivel y al curso siguiente las expectativas son muy altas. Es el caso de Rubén Alves, Dani Fernández o Íñigo Sainz-Maza, por poner un ejemplo. Los tres dieron un diez en la pasada temporada y en esta han desaparecido de los esquemas de José Alberto, por una cosa o por otra, y cuando han vuelto no han estado tan finos, algo que es normal cuando no se tiene regularidad. Todo ello contribuye a una incertidumbre mayor y a dudas.
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La eliminación copera, lejos de ser un problema, es cierto que no ayuda Caer en Copa del Rey es algo que tarde o temprano podía ocurrir, pero de la forma que fue y ante un equipo de dos categorías menos es algo que no contribuye a generar confianza.No era la prioridad, ni mucho menos, pero despierta recelos además de descontento. Si encima se quita la posibilidad de tener un campo de pruebas para los no habituales pues la cuenta sale a pagar. Puede que la plantilla hasta agradezca centrarse en la Liga, pero cuando se está titubeante en el día a día cualquier alegría minimiza los daños.
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Sin embargo, José Alberto anda desvelado. Su equipo no carbura como antes. Ni la defensa es impenetrable, ni el centro del campo genera como lo hacía, ni los recambios que salen del banquillo rinden como al principio... Para colmo hay jugadores que no están al mismo nivel que la pasada temporada e, incluso, algunos que sí que habían mejorado han bajado el pistón. Basta un mínimo manchón para que a uno le emborronen la partitura y sin ser prioritario -ni mucho menos- la eliminación copera ha contribuido a que surjan críticas y, sobre todo, un ruido que no es bueno. Molesta y, probablemente, impide al míster y su cuerpo técnico trabajar con la misma tranquilidad que hace menos de un mes.
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Al Racing le han marcado nueve goles en los tres últimos partidos de Liga, además de los dos que le hizo el Zamora en Copa. Con esos registros resulta extremadamente difícil sumar puntos. Necesita regresar al nivel defensivo de principios de campeonato, donde le generaban muy pocas ocasiones. Eso es prioritario. Además, así como en el curso pasado el centro del campo siempre tenía las ideas claras, ahora se difumina el mensaje y una veces el faro mira hacia arriba y otras no tanto.
Lo mismo ocurre con los rendimientos de algunos jugadores; Rubén Alves y Dani Fernández, por poner dos ejemplos. El año pasado firmaron su mejor temporada y en este curso no acaban de estar al mismo nivel. Por comparar, el propio Germán que sí había mejorado años luz su versión al principio de este curso con respecto a la de la temporada pasada, ahora se ha contagiado de la endeblez defensiva colectiva.
Y capítulo aparte tiene el que el gran potencial que el equipo ha demostrado con Andrés Fernández, Íñigo Vicente, Peque y Arana no tienen sustituto porque los Lago Junior, Yeray, Sangalli y compañía, por el momento, no han dado una nota tan alta como la de su compañeros.
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