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¿Se acuerdan del juego de las sillas? Aquel que cuando se detenía la música todo el mundo corría despavorido buscando donde sentarse y quien ... no encontraba un lugar... Eliminado. Pues visualicen. En la Segunda División suena un hilo musical desde hace unas cuantas jornadas y dentro de siete semanas no habrá sitio para todos. El que pierda partidos como el de este sábado en El Alcoraz (16.15 horas) se quedará sin un puesto de ascenso, bien directo o de play off, y entonces le atormentará el silencio. Solo en medio de la multitud.
Los partidos como el que enfrentan al Racing y al Huesca, tercero contra sexto, no se pueden perder. Hay que saberlos jugar, dominarlos o no, pero ganarlos, porque si no, la música se apaga antes de tiempo. El Racing, precisamente, es el que más tiene de este tipo –duelos directos, para entenderse– de aquí hasta el final: cuatro. El de este sábado, otro más a domicilio en Almería, y otros dos en El Sardinero frente al Oviedo y al Granada. Son de esos de cuatro puntos, por el golaveraje, o seis por los que no gana el rival. Demasiado tributo si los de José Alberto no lo sacan adelante, como pasó en Levante. Ya no quedan muchos comodines que utilizar.
El Alcoraz estará lleno por primera vez esta temporada, pero eso no es noticia, porque el Racing ya se encargó de llenar El Plantío, Anduva, El Molinón... Y once veces El Sardinero. Esa música ya les suena a los racinguistas. Lo que hace falta es que sepan bailar mejor que cuando llenaron los campos foráneos. José Alberto sigue descargando la presión de los jugadores en sus espaldas, utilizando una maniobra muy de entrenador de la antigua escuela. Necesita piernas frescas para bailar cuando suene la música, porque si no, no van a poder llevar el ritmo de un Huesca que aprieta, que es intenso y que le da igual jugar un chotis agarrado o no parar de jugar hacia delante todo seguido como un pasodoble. Las piernas frescas solo funcionan si la cabeza también lo está y a alguno aún le retumba el empate ante el Castellón. «Fuera, eso ya pasó. Estamos mejor de lo que la gente se cree», decía el miércoles el míster en una clara ceremonia de intimidación como el ciclista que va 'muerto' y se suelta de manos y mira atrás a sus rivales. Necesita recuperar a la tropa para un partido como el del Alcoraz. El que entre al campo mirando para abajo no vale. No sirve. No tiene silla.
Con Andrés Martín descansando más que nadie durante toda la semana, José Alberto le devolverá los galones a Unai Vencedor para sustituir a Maguette, que sin darse cuenta le quitó las sillas a los compañeros a base de trabajo y rendimiento. El senegalés está sancionado y dejará su sitio al vasco, que ocho jornadas después volverá a ser titular. Con Vencedor en el centro del campo el Racing tocaba aquel 'rock and roll' que hacía bailar a quien lo escuchaba. Eso es una buena noticia, pero también con el de Bilbao el equipo dejó de tocar y los miembros del grupo se separaron. Por eso el Racing ha llegado a este duelo directo con el Huesca con dudas y con miedos, esos que el míster se afana en borrar. Porque ya no se saben la partitura como antes, porque un punto de cuatro cuando te juegas todo te hace reflexionar.
Este sábado el equipo se levantará en Huesca. Desayuno temprano y un paseíto, pero poca cosa, porque como ya ocurrió la semana pasada, el horario de las 16.15 horas obliga a comer no más tarde de las 13.00 horas. Lo hará ya en la ciudad del partido porque la expedición viaja el Viernes Santo en autocar después de entrenar en Santander y comer de camino. Su cuartel general está cerca del estadio del Huesca, pero no tanto como el pasado fin de semana cuando el equipo llegó andando. Esta vez no habrá recibimiento, o sí, porque se espera que alrededor de 500 racinguistas acompañen a los suyos.
No se esperan muchos mas cambios en el once inicial, aunque hay tres puestos en que existen dudas. Al menos desde fuera. Si José Alberto insiste en que la clave es «ser nosotros» sería impactante que recupere el dibujo de Anduva, el de los tres centrales, porque aunque le permitiría reforzar la línea de retaguardia se dejaría parte de lo que es el equipo. No es sencillo acertar, pero es algo que le compete solo al asturiano. En Huesca no esperan que el Racing les regale la pelota, pero tampoco es algo que importe mucho al equipo aragonés. El Huesca lleva varios partidos ganando sobre la bocina, como en la última jornada ante el Málaga en la que un gol en el minuto 97 cuando ya apagaban la música les hizo encontrar la silla y seguir jugando.
En el partido se enfrentan dos estilos distintos, pero quien sepa camuflarse y adaptarse a lo que suene será el ganador. Y quien tenga personalidad, eso no es negociable. Por eso José Alberto seguirá confiando, salvo que le dé un ataque de entrenador, en Jokin Ezkieta, que de todos es el que más de eso, de personalidad, ha demostrado.
Al navarro le defenderá una defensa de cuatro con Mario García, por la izquierda, y Javi Castro de central. Estos dos fijos, porque el plan A lo completan Álvaro Mantilla y Clèment Michelin. En el plan B, el camargués pasa a lateral derecho y entra Manu Hernando. Esta última opción es más defensiva y punto. José Alberto decide. De la mitad de campo para adelante, solo hay una duda que el míster no ha querido desvelar. Si Vencedor acompañará a Aritz Aldasoro, y en la línea de tres a Andrés Martín no hay quien lo mueva ni tampoco –con algún detractor– a Pablo Rodríguez y a Íñigo Vicente, donde nadie lo tiene claro es en la punta: ¿Karrikaburu o Juan Carlos Arana? El navarro ha llegado con más ganas de bailar, pero el canario ha bailado mejor. La decisión versa entre quién está mejor o quien puede ser el ideal para un partido como este.
Y este es el panorama que se presenta ante un partido que esta vez sí, quizás nadie lo quiera escuchar, pero si lo pierde, el Racing podría quedarse sin silla. No el mismo sábado, pero solo porque el Oviedo juega el domingo. Si ganan los carbayones y el Mirandés y el Racing pierde... A buscar donde sentarse otra vez.
El de Huesca es un partido de futbolistas que dicen 'aquí estoy yo'. Sí, y esos jugadores saben quiénes son, no hace falta que se lo recuerden. Y en el Racing lo saben muy bien.
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