«El Racing marca en Mallorca. Seguro»
Los más pequeños de la Academia verdiblanca quieren terminar con el recuerdo que tienen del Racing «como equipo de Segunda B»
Martes. Primer día de la semana en la Academia del Racing. Decenas de críos aprovechan la buena tarde de primavera que ha quedado tras una ... mañana otoñal. Carreras, algún gambeteo con el balón... Algo altera la rutina de los futuros jugadores del Racing, los más chiquitines y que abren una tarde de fútbol en las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia. Fotos y preguntas a algunos que hacen de improvisados portavoces. Ni saben por qué. Pero todos se implicaron como el primer racinguista el pasado domingo. En los Campos de Sport o por la tele. El primer asalto entre el Racing y el Atlético Baleares por el ascenso a Segunda División. Algo que estos chavales ni saben lo que es. Para ellos, en su cortísima trayectoria como verdiblancos, su Racing es un equipo de Segunda B.
Como representantes de sus compañeros actúan Laro Martínez, de siete años; Bruno Mayordomo y Neizan Fernández, ambos de ocho. Y Vicente Sarasúa. «Tengo seis pero el 1 de junio cumplo siete, ¿eh?». Todos santanderinos. Ni uno de ellos se perdió lo del domingo. «Yo fui al campo con mis padres y mi hermano», contaba Laro. Bruno lo vio con su familia «en casa»; Neizan, en el campo «con mi tío y mi primo». Y Vicente, con su padre, un tío y dos tías, «también en los Campos de Sport». El benjamín de los cuatro racinguistas es el más crítico. «El Racing lo hizo mal ese partido. Tenía que haber metido un gol». Laro Martínez suaviza a su compañero de Academia. «Jugó bien, aunque muy atrás. Para Bruno, su Racing «estuvo bastante bien». Y Neizan apostilla que «tuvo que atacar un poco más». Para los tres que acudieron a los Campos de Sport, fue la primera vez que vieron el templo verdiblanco con tanta gente. «El ambiente nos gustó mucho».
Las opiniones de los pequeños más o menos condescendientes con su Racing se tornan dardos envenenados a la hora de hablar del Atlético Baleares. Ni una décima de segundo de duda. Bruno abre el fuego cruzado de críticas. «Eran bastante resistentes, pero un poco sucios». Neizan comparte adjetivo con su compañero. «Al principio dominaron más, pero fueron muy sucios en el partido». Laro se lanza a tumba abierta. «Fueron muy guarros ¡Si es que les sacaron dos rojas!». Los casi siete años de Vicente sientan cátedra en el improvisado corrillo de preguntas y respuestas. «Unos tramposos».
«El ambiente nos gustó mucho», dicen los chavales que vieron el partido en el estadio
Jugar más ofensivo sin descuidar la retaguardia y marcar un gol, sus claves para el domingo
El empate a cero abre varias posibilidades para los racinguistas. Y los pequeños soñadores de futbolistas se las saben todas. «Es que si marcamos fuera... Con un empate con goles pasa el Racing», dicen sin miramientos ¿Y el equipo va a anotar en Mallorca? «El Racing marca allí. Seguro», braman los cuatro sin ningún género de duda. «Con meter uno nos vale», apostilla Bruno. Y Laro completa el argumento. «Y el Atlético Baleares no marcará porque nosotros tenemos a Iván Crespo». Con los vaticinios de uno y otro, un 0-1 en el marcador. Ahora mismo, un sueño para todo racinguista. El futuro verdiblanco pone la mano en el fuego por las posibilidades de su presente. Por si Ania no lo tiene suficientemente estudiado, ahí van unas cuantas consignas de la Academia. «Jugar más ofensivo», recomienda Laro; Bruno aconseja también «no descuidar la defensa». Neizan prefiere «defender bien y aprovechar una contra». Vicente no se anda con rodeos. «Atacar y meter un gol».
Planes para el domingo
Entre el final de curso y todas sus actividades, a los más pequeños de la Academia todavía no les había dado tiempo a enterarse de lo del partido de vuelta. Domingo, a las 12.00 horas en Son Malferit. Y como lo de la entrada va a estar complicado, tocará estar delante de la tele. «Yo, con cuatro cajas de chuches», reconocía con cara de pillo Vicente. «Mi hermana tiene patinaje... Pero eso es por la tarde.... ¡ Sí, a ver el partido por la tele !», apunta Laro.
Con sus edades, ninguno recuerda cuando hace cinco años, el Racing de Paco Fernández sí subió a Segunda. Así que todos ellos reconocen que «no recuerdan a un Racing que no sea un equipo de Segunda B».
A pesar de lo acertado de sus comentarios, los más pequeños de la Academia quizá no sean demasiado conscientes de la importancia del envite del domingo. «Es que hay chavales de apenas cinco años. Pero los más mayores, ya de 13 años, sí saben perfectamente qué ocurre», afirma Alejandro Saiz Salado, el segundo de a bordo de la Academia tras César Anievas. La labor de esta iniciativa verdiblanca, que ya va por la cuarta edición, no es otra que «inculcar los valores del Racing, que no son otros que los valores positivos del deporte. Trabajamos técnica, psicomotricidad, partidos... Todo con la metodología del Racing». Tres días a la semana -martes, miércoles y viernes-, más de 500 niños están a las órdenes de una docena de monitores.
Ese 0-1 intuido por los pequeños jugadores abre una senda nueva en su trayectoria como verdiblancos. El Racing en Segunda División. ¿Cuál será su reacción si cerca de las dos de la tarde del domingo el equipo de los mayores consigue el logro? «Yo rompo la tele», bromea Laro. Vicente será más cariñoso con el aparato que transmitirá tanta felicidad. «Le doy un beso a la tele». Bruno se compromete a llevar el lunes al cole «banderas y un pin del Racing». Y Neizan Fernández hará lo mismo que miles de corazones verdiblancos que llevan años maldiciendo la Segunda B porque no es el sitio de su Racing. «Yo, lloraré de alegría».
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