El Racing registra su plan para el 'Nuevo Sardinero' y fuerza al Ayuntamiento a responder

Al presentar toda la documentación vía registro, el Racing obliga de facto al Ayuntamiento de Santander y, más en concreto a su alcaldesa y equipo de gobierno, a darse por enterado y ofrecer una respuesta, aunque de nuevo sin que se pueda adivinar una perspectiva temporal. Ahora, una vez dada de alta la documentación en el registro, deberá enviarse a todos los grupos (el de gobierno y los de la oposición) para que lo puedan analizar en detalle.

El club cántabro acompaña la documentación de una carta introductoria dirigida a la alcaldesa. En ella solicita que se inicien las conversaciones para poner en marcha el proyecto -el Racing siempre ha insistido en que está abierto a modificaciones, solicitudes y cambios que fueran necesarios hacer- y deja clara, casi como una declaración de principios, su «legitimidad» para actuar.

«El Racing presenta esta propuesta como titular del dominio útil del estadio en virtud del convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Santander y el Real Racing Club de Santander el 26 de agosto de 1983, mediante el cual, el club cedió la propiedad del antiguo estadio municipal al Ayuntamiento, recibiendo como contraprestación la construcción del actual estadio de El Sardinero y el reconocimiento de un derecho real de dominio útil sobre el mismo, que legitima al Racing como titular del uso y disfrute del estadio y sus dependencias deportivas de forma indefinida». Se define además como «usuario legal como titular de un derecho real de uso y disfrute del estadio adquirido en contraprestación por la cesión al Ayuntamiento de los antiguos Campos de Sport» y como «único usuario natural posible ya que el estadio está destinado a un uso específico: albergar competiciones de las ligas profesionales del fútbol español con una capacidad suficiente para la asistencia potencial de más de 20.000 personas».

Reconoce el Racing al Ayuntamiento como titular del «dominio real del inmueble», por lo que, debido a esto y a «las competencias propias de la Administración local, debe ser quien valore políticamente el interés general de la actuación y, en su caso, la ordenación definitiva del equipamiento y el plan actuación para su ejecución», para lo que propone iniciar un diálogo para el que hasta el momento se ha encontrado con la negativa del equipo de gobierno. Ya en su momento, Igual condicionó esta actuación a la aprobación de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que no se espera, según las previsiones más optimistas, hasta 2030, y que es probable que se demore bastante más.

Dado que la nueva infraestructura (una ampliación que envolvería a la actual) no tiene efectivamente cabida en el actual PGOU, que data de 1997, el club propone que se aborden en las conversaciones el modo de superar este escollo. En este sentido, indica que está dispuesto a llevar a cabo las modificaciones que fueran necesarias y que su plan director es eso: una propuesta, abierta por lo tanto a correcciones.

El documento cita además diversos ejemplos de las actuaciones llevadas a cabo en los últimos años en diferentes ciudades españolas, muchas de ellas articuladas a través de una modificación puntual del PGOU -ya ha ocurrido también en Santander con otras infraestructuras- sin necesidad de aprobar uno nuevo. Recuerda que la remodelación del Camp Nou se lleva a cabo en Barcelona «mediante modificación puntual del PGOU de 1976, vigente con adaptaciones sucesivas», similar mecanismo al que se adoptó entre 2017 y 2019 en San Sebastián para la reforma de Anoeta , en aquel caso «mediante modificación aislada del plan», sin revisión completa.

Cita además otras ciudades (Valencia, Sevilla, Villarreal y Burgos) en las que se han efectuado o se están efectuando «intervenciones sobre equipamientos deportivos estructurales», y que «en todos estos casos, las administraciones han optado por instrumentos de gestión y modificaciones puntuales o aisladas, evitando los prolongados procedimientos de revisión de los planes generales».

Por último, y aunque en su presentación el Racing ha insistido siempre en que su objetivo «de máximos» es que la ampliación se financie de forma exclusivamente privada, no oculta su deseo de involucrar al Ayuntamiento de Santander y al Gobierno de Cantabria, recordando que la construcción del nuevo San Mamés se llevó a cabo en Bilbao «mediante una sociedad mixta público-privada, San Mamés Barria», al igual que en Zaragoza se ha aprobado un «protocolo marco y sociedad de economía mixta, La Nueva Romareda, articulado mediante una modificación del Plan General de Ordenación Urbana y otras actuaciones» para la reconstrucción integral del estadio de la capital aragonesa.