El Racing sabe salir del bache

Hay que irse hasta la jornada ocho del campeonato para encontrar la primera vez que se le torcieron las cosas al conjunto cántabro. El calendario complicó las cosas. Tras ganar al Albacete en casa, en una racha de cinco encuentros sin perder, los verdiblancos afrontaban una semana de tres partidos y, además, dos de ellos seguidos fuera de casa. Esos, precisamente, son los que perdió. Además, de forma merecida. Con una gran cantidad de rotaciones en el once entre una cita y otra, que afectaron al rendimiento del equipo. Primero, ante el todavía entonces sorprendente Leganés. En Butarque el Racing perdió por dos goles a uno. Cuatro días después, el tropiezo llegó en Tenerife (2-0). En tres minutos, con sendos errores visitantes atrás, el equipo canario se hizo con tres puntos muy cómodos. El tríptico otoñal se cerraba con una cita señalada: la visita del Sporting a los Campos de Sport. Con el estadio lleno y un encuentro loco, los de José Alberto lograron poner de nuevo la flecha hacia arriba (3-2) e iniciar una racha de tres triunfos consecutivos –además de ante el cuadro asturiano, en Cartagena (2-3) y en casa contra el Burgos (3-0).

Precisamente, esa buena serie de resultados duró hasta el siguiente bache racinguista. El más profundo de la temporada. Con tres derrotas seguidas en Liga, que se convierten en cuatro con la eliminación copera. El Racing de Ferrol le pegó un meneo al equipo cántabro en El Sardinero (1-3) y de ahí salió trastabillado. La eliminatoria de Copa fue un marrón. Contra un Zamora de dos categorías más abajo, el Racing sólo fue capaz de empatar a dos y terminó pereciendo en la tanda de penaltis. No había mucho que ganar y sí que perder. Por lo menos, en lo anímico. Más aún cuando, el fin de semana siguiente, los verdiblancos viajaban a casa de un Alcorcón que entonces parecía camino del desahucio. Perfecto para retomar la senda del triunfo. Pues no. Los de José Alberto se llevaron un duro varapalo (3-1), que ahondó el bajón. Todavía hubo más. Una semana después visitaba Santander uno de los aspirantes al ascenso: el Valladolid. Y el Racing pudo ganar, después de ponerse por delante en el minuto 70. Sin embargo, los pucelanos empataron en el 73 y se llevaron la victoria en el 93, con un error defensivo cántabro.

A pesar de todo, el Racing tuvo fuerzas para reaccionar. La primera parte del choque ante el Levante en el Ciutat de València parecía una continuación de lo anterior. Con 2-1 y malas sensaciones se llegó al descanso. Pero los de José Alberto tiraron de casta y talento para vencer por dos goles a cuatro tras una brillante segunda parte. El segundo triunfo a domicilio de la temporada.

Ante el cuadro granota, arrancó una serie de seis partidos sin perder. Ganó con solvencia al Villarreal B (2-0), empató en un intenso intercambio de golpes en Anduva frente al Mirandés (0-0), se igualó (2-2) contra el Oviedo en El Sardinero; se escaparon dos puntos (3-3) en diez minutos ante el Eldense después de ir ganando por 0-3 hasta el minuto 75 y se superó sin problemas al Andorra en casa. Fue un fantástico cierre del año 2023.

Sin embargo, las vacaciones, el turrón, las uvas y el mes largo de inactividad –en parte por la eliminación copera– no le sentaron bien a los de José Alberto, a los que les costó enderezar el rumbo en los primeros compromisos de 2024. En Ipurúa, ante el Eibar, se llevó una derrota (2-0) y muy poco positivo que rescatar. Menos aún tras caer (0-2) en casa contra un Cartagena en la zona baja de la clasificación. Y parecido en Valladolid, de donde se llevó un 3-1.

Al fin, el Racing recuperó la verticalidad en Lezama, después de ganar al Amorebieta (0-1). Sin brillo, pero lo importante era recuperar el ánimo y se logró. Después, volvería a vencer, en casa, en un genial partido contra el Espanyol (2-0). Ysi no llega a ser por la siguiente derrota contra el Albacete (2-0), podría haber logrado una racha espectacular, porque ahí llegó su mejor momento de la temporada, que se extendió hasta hace dos jornadas, con seis encuentros sin perder –cuatro victorias y dos empates–.

Ahora el Racing llega con dos tropiezos especialmente dolorosos. El primero, en casa, ante un Alcorcón que llegaba en puestos de descenso (0-1) y el segundo, el más reciente, el del domingo en El Plantío contra el Burgos (2-1), con el gol de penalti en el minuto 97. En la ciudad castellana, se perdió un punto, pero hay riesgo de que algo más, porque las caras de los futbolistas verdiblancos eran de drama. Sobre todo, la de un lloroso Íñigo Vicente.

Pero la pelota sigue rodando. No hay descanso. Y cuando se viene de un mal momento, cuanto antes se pueda revertir, mejor. Los Campos de Sport reciben el sábado al Levante. El equipo valenciano, undécimo, a cuatro puntos del play off de ascenso, llega a Santander con doce partidos consecutivos sin vencer a domicilio. Que sean trece.