La recta final de una semana eterna
Viajes. El Racing, que llegó ayer a Cádiz pasadas las nueve y media de la noche, concluirá después de la medianoche de hoy cinco días de constantes e incómodos desplazamientos
Tras el partido de las dos de la tarde, el Racing estará en Santander hacia la medianoche, poniendo así fin a cinco rocambolescos días como ... consecuencia de los horarios que LaLiga y la Federación Española (y en este segundo caso sin operadores televisivos por medio) fijaron para sus compromisos ante la Ponferradina y en el Nuevo Mirandilla. Solo 62 horas separaban el final de uno del inicio del otro, con una compleja concatenación de desplazamientos intercalados. Al final, con la prórroga, el tiempo entre una y otra cita va a ser incluso menor.
El motivo argumentado, en el caso del compromiso copero, no hacer coincidir las eliminatorias, máxime de equipos modestos, con los partidos adelantados a la 19ª jornada de Liga del martes y el miércoles. De ahí, de hecho, que la Ponferradina se negara a cambiar el día pese a la solicitud formal del Racing, sin que se barajara siquiera otro horario de miércoles que no se solapara con el partido televisado -como todos- del Real Madrid.
En consecuencia, entre el miércoles a mediodía y hoy mismo los verdiblancos han debido viajar a Ponferrada, regresar a Santander, preparar contrarreloj la cita liguera y afrontar un desplazamiento a Cádiz sin conexiones directas (la capital gaditana ni siquiera tiene aeropuerto, sino que se encuentra en Jerez). Así, eran ya más de las nueve y media de la noche, y de todos modos dentro del horario previstos, cuando la expedición racinguista llegó al fin al Hotel Playa Victoria, en la capital gaditana, donde le esperaban unos cuantos aficionados y desde donde partirá directamente hacia el estadio. Una concatenación de desplazamientos que finalizará pasada la medianoche, cuando está previsto que el equipo esté de vuelta en Santander tras unas maratonianas jornadas.
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