«¡Toma! ¡Ahora sí! ¿Quién ha sido?»
Los cuatro exracinguistas vivieron el ascenso a la categoría de plata con una incertidumbre que se transformó en euforia | Manuel Huerta, Juan Carlos García, Borja Lavín y José Antonio Saro vieron el choque con El Diario
En el minuto 65 todo cambio en la sala del El Diario Montañés donde los cuatro invitados se habían reunido para ver el partido. Manuel ... Huerta, José Antonio Saro, Juan Carlos García y Borja Lavín se levantaron del asiento y los aplausos rompieron el silencio momentáneo que se había hecho en la habitación. «¡Toma! ¡Ahora sí!» dicen casi tan al unísono que es imposible distinguir de quien sale cada locución. De repente se respira otro ambiente. «A ellos esto les va a afectar mucho», comenta Huerta y Juan Carlos pregunta «¿Quien ha sido?», en la emoción del momento sólo ha visto la trayectoria del balón y cómo besaba el fondo de la red, no que Buñuel empalmó un trayazo con la derecha con tanta fuerza que propulsó al Racing de vuelta al fútbol profesional. «Buñuel y ¡qué golazo!», le contesta raudo Borja, que añade un «¡Hale, a ver qué hacéis ahora!» dedicado a los balearicos. A estas alturas Manuel Huerta ya se ha levantado de la silla y Juan Carlos exhibe una sonrisa delatora. Ahora está mucho más tranquilo. Todos concuerdan en que ya es hora de dejar el partido sentenciado. «Nos están vacilando, perdiendo tiempo y ahora ¡Toma! Se les ha puesto del revés». La euforia se ha apoderado de los cuatro, pero no siempre fue así. Han tenido que transcurrir tres cuartas partes de encuentro.
Faltan unos quince minutos para que empiece el partido y entre bromas y chascarrilos para liberar algo de tensión surgen los recuerdos de otras épocas, otros ascensos. Nombres de jugadores, algunos ya míticos, salen a relucir cuando llegan a la sala y desempolvan la memoria. Puede decirse, sin temor a equivocarse, que las cuatro voces que rompen el silencio son las de la experiencia. Manuel Huerta (Santander, 1942), quien fuera presidente del Racing y alcalde de Santander, José Antonio Saro (Santander, 1938) que fue jugador, entrenador y secretario técnico del Racing; Juan Carlos García (Reinosa, 1958) otrora capitán verdiblanco y Borja Lavín (Bezana, 1977), portero del Racing durante cuatro temporadas. Como el resto del racinguismo esperan un acenso del Racing, pero antes de que el árbitro pite el inicio del partido no las tienen todas consigo. «Lo veo jodido», confiesa Manuel Huerta. «Saro dirá, que es el que tiene más experiencia», apostilla.
«Ahora a estar un par de años en Segunda y después a Primera» «Esto era necesario. La ciudad necesita un equipo de Primera División»
Manuel Huerta | Expresidente
Después de recordar el ascenso ante el Getafe, aquel partido disputado el 23 de junio de 1991 en Las Margaritas donde el Racing, en el pozo de la Segunda B por primera vez en su historia, logró el ascenso gracias a un autogol de Pombo en el último minuto de la última jornada de la liguilla de ascenso, Son Malferit y sus dimensiones acaparan la animada conversación. «¿Y ahí juegan al fútbol?», comentan. «Es que parece de fútbol 7». El volumen de la televisión parece subir mágicamente, pero lo cierto es que el locutor del partido está cantando las alineaciones y se ha hecho un silencio sepulcral en la sala. Los cuatro escuchan con la atención de un alumno que intuye que esa lección entrará en el exámen. Cuando termina el árbitro pita y rompe el hechizo.
«Que el Racing estuviese en Segunda B es un delito»
Borja Lavín | Exjugador
Arranca el partido. «Hay que meter un gol como sea», comenta Huerta y Juan Carlos asiente «Sí, sí», mientras Saro no pronuncia palabra. Se mantiene al margen y mantiene un gesto reflexivo. Lo cierto es que casi todos se acarician la barbilla pensativos. Los primeros minutos se juego se van ente pelotazo largos, balones a la olla, faltas y muy poco del estilo de juego que ha sido la sella de identidad del Racing esta temporada.
«Ahora hay que saber fichar bien y una buena gestión, mira el Eibar»
José Antonio Saro | Exdirector deportivo
El que les coronó campeones de grupo. «Si el sábado hubieran apretado como lo hicieron en los últimos diez minutos», se lamenta el expresidente. Saro por fin verbaliza la idea que se estaba gestando en su cabeza desde que empezó a ver el partido con ojos escudriñadores y curiosos. «De momento están jugando igual unos y otros. No esperaba yo eso. Me gustaría que fuesen más fieles a su estilo». Huerta recoge el guante. «Cuando juegan los dos igual es cuando se lo lleva el listo». «El que comete el error», aclara Borja.
«En la segunda parte lo hicieron mejor porque la tocaban un poco y creaban más peligro»
Juan Carlos García | Exjugador
Carraspeos con el 0-0 a la media hora de partido hasta que Barral de un zurdazo les arranca un sonoro: «Uyyy». Cuando el árbitro señala penalti a favor del Atlético Baleares una nube oscura cruza sus rostros. 1-0. «Pues se ha tirado bien, pero no llego», señala Huerta. «Ahora a perder tiempo ya verás», comenta Juan Carlos con los hombros encogidos. Pero pasan unos minutos y convienen en que están igual que al principio. Solo hace falta un gol. El que llegó en la segunda parte. Los minutos finales fueron agónicos. Entre resoplidos y respiración contenida suspiraban porque el árbitro pitase ya el final del encuentro. Huerta se calzó unos cascos para escucharlo por radio y evitar así el retardo de la televisión. «Acabó», anunció con las manos en alto y los demás aplaudieron. «Pues ya estamos en Segunda», sentenció Saro con alivio.
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