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Aliona Bolsova, golpea la pelota en el partido ante la rusa Ekaterina Alexandrova . Afp
Los tatuajes de Aliona Bolsova, la nueva leona del tenis español
Roland Garros

Los tatuajes de Aliona Bolsova, la nueva leona del tenis español

La revelación de la presente edición del torneo parisino, considera ese animal un símbolo feminista por su instinto cazador

DIEGO REINArES (colpisa/afp)

Domingo, 2 de junio 2019, 16:21

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A Aliona Bolsova le gustan las leonas. La revelación española en este Roland Garros, donde se clasificó el sábado para octavos de final en su primer cuadro principal de un Grand Slam, considera ese animal un símbolo feminista por su instinto cazador.

«El tatuaje de la leona es por feminismo», explicó a la prensa en Roland Garros sobre el animal que adorna su brazo izquierdo, al descubierto por completo cuando juega con camiseta sin mangas.

«Es la que caza, la que manda», señala la actual número 137 del ránking WTA, que dará un gran salto en la clasificación después de su aventura parisina.

No sólo por ello, también porque por su nombre, Aliona, le apodaban «Lion» o «Liona», así que convirtió ese apelativo casi en una seña de identidad.

Pero no es para nada el único tatuaje en el cuerpo de esta joven nacida hace 21 años en Moldavia pero que creció en la Costa Brava catalana.

El otro más significativo es el que luce en la espalda, en la zona del omoplato derecho, donde tiene escrita en inglés una frase que tiene como lema: «Los límites solo existen si tú los permites».

Se lo hizo con 16 años, en mitad de una adolescencia dura. Ha contado que tuvo problemas de bulimia y una complicada relación con su padre, muy exigente en su preparación deportiva.

Aliona gestionó mal aquella presión y terminó mudándose con una beca a Estados Unidos, donde llegó a alejarse un tiempo del tenis.

Después de tatuarse la frase en inglés, el siguiente tatuaje fue una flor con una llave, que se hizo en un muslo y que es menos visible, únicamente cuando juega con pantalones muy cortos.

La llave, explicó, es para «cerrar una época», dar por terminado un momento de su vida que recuerda con amargura.

El tercer tatuaje fue el de la cabeza de leona en la parte superior del brazo izquiedo, que luego fue acompañando en esa zona por motivos florales que se asemejan a la forma de un escorpión por su signo zodiacal, Escorpio, y una palabra, «Autenticidad», escrita en catalán, uno de los cuatro idiomas que habla con fluidez, junto al español, el inglés y el ruso.

En el pecho se hizo dos tatuajes, un símbolo de resiliencia y una palmera, ese último hecho durante su etapa como estudiante en Florida.

Aliona Bolsova no es una jugadora peculiar por su estética, sino también por sus inquietudes.

Gran amante de la historia y el arte, ha aprovechado su estancia en París, donde lleva más de dos semanas ya que comenzó en las rondas previas de clasificación, para visitar los principales museos de la ciudad.

Estudia Historia, Geografía e Historia del Arte en Barcelona y el sábado 8 de junio, día de la final femenina de Roland Garros, tiene programado un examen... al que no podrá acudir si continúa su epopeya y alcanza ese último partido en París.

El deporte corre por las venas de Aliona. Sus abuelos maternos y sus padres llegaron a ser olímpicos, aunque en atletismo.

Su madre Olga, que estuvo con el Equipo Unificado en Barcelona-1992 y con Moldavia en Atlanta-1996, Sídney-2000 y Atenas-2004, es también fisioterapeuta y está con ella en París.

Con ella cenó el sábado tras su victoria, antes de «tomar una valeriana» e irse a dormir feliz, pensando en su partido del lunes contra la estadounidense Amanda Anisimova (número 51 del mundo).

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