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Los berridos atronan en el monte
La berrea llega estos días a su punto álgido, con los venados que asaltaron el trono el año pasado como los rivales a batir
Ocurrió a media tarde del 30 de septiembre del año pasado en u n monte del Parque Natural Saja-Besaya. Un macho grande, con una ... cuerna muy respetable, berra en busca de alguna hembra que aún no se haya apareado en los últimos coletazos de la berrea. Pero al punto suena un 'bocinazo' imponente. Un venado más joven, lleno de energía, el rey de la ladera todos esos días, salta como un resorte. Los ojos del aficionado de turno se vuelven platos. Pelea. Algo muy difícil de ver. Pero la esperanza se torna decepción en apenas unos segundos. Y poco después, en curiosidad. El lenguaje no verbal de los venados –más rico de lo que pueda parecer a simple vista– y los bramidos ayudan a comprender la escena. 'Viejuco, que soy un venado engendrado en 2016. Con los mejores padres que se recuerdan en mucho tiempo. No tienes nada que hacer'. El quizá rey hasta ese año inclina la cabeza y no hace ni un mal gesto que se pueda interpretar como desafío. 'Tranquilo chaval, que no quiero líos', parece decir con su actitud el mayor en tamaño. El joven príncipe, en un alarde de magnanimidad –y que tampoco es cosa de jugarse el tipo en una pendiente del 40% atiborrada de piedras– hasta permite un inusual dueto de berridos. Pero siempre dejando claro quién manda. Comenzaba una nueva era –en materia de venados– en los montes.
Ese joven príncipe era, a buen seguro, uno de esos venados con denominación de origen. Una nevada en 2015 que sepultó Cantabria incidió especialmente en la berrea de un año después, en 2016. Quedaron poquísimos animales, pero lo mejor de lo mejor. Esos padres engendraron a una generación que, en cuanto a los 'chicos', reclamaron el poder el año pasado a sus cinco años. Y esos jóvenes príncipes de 2022 son, en este 2023, los reyes del asunto. Y malos enemigos serán. Los que hayan llegado hasta aquí –que la vida en el monte no es fácil– serán unos 'bicharracos' de cuidado y una genética simplemente soberbia. Si en esto de la berrea hubiese apuestas, su triunfo se pagaría poco. Son los vigentes campeones de los montes y tienen muchos números para repetir título en estos días.
Las empresas que organizan visitas para ver el celo de los ciervos han proliferado por toda la comunidad
La berrea ha llegado estos días al que quizá es su gran momento. Desde principios de mes, en las zonas más bajas ya se han oído los primeros bramidos. Y días más tarde empezaron sus parientes de los montes más altos. Para ir a disfrutar del espectáculo, hay unos elementos básicos a tener en cuenta: ropa para cualquier situación –el tiempo en el monte cambia rápido y el otoño ya está aquí–, unos prismáticos y no hacer un ruido de más son aliados casi imprescindibles para un día de berrea.
Visitas organizadas
Hace algunos años, desde la administración se ofertaban excursiones para presenciar la berrea, pero ahora solo se realizan para «grupos especiales. De momento, lo haremos este año con Ampros. Aunque si lo piden más colectivos, también lo haremos», señalan desde la Red Cántabra de Desarrollo Rural.
El propósito con ese paso a un lado era el dejar ese hueco a las empresas privadas. Aunque son pocas las que ofrecen este servicio en la región. «Creo que somos la primera empresa de España que lo ofertamos». Gustavo Herrero es el coordinador de Rutas Turísticas 4x4, una empresa de Hinojedo creada en 1993 y que estos días organiza excursiones para presenciar la berrea en el Parque Natural Saja-Besaya, Campoo y los Picos de Europa. Muchos de sus clientes son de otras zonas de España. «Porque a diferencia de otros parques, donde los animales están acostumbrados a la presencia humana, aquí te detectan... El comportamiento no tiene nada que ver». Eso sorprende, al igual que lo «inédito» de conocer parajes gracias a vehículos «con los que vamos muy despacio y que apenas contaminan». Con un máximo de seis personas al día y en un solo vehículo, se ofertan rutas de cuatro horas de duración o un día completo, con precios que oscilan entre los 65 y los 110 euros. «Llevamos prismáticos, telescopios terrestres, una nevera para tomar algo... Lo que se busca es pasar un día de monte, enseñar sobre los animales que se ven, lugares, anécdotas...», añade Herrero. «Buscamos que el cliente tenga una experiencia. Algo diferente». En la empresa tienen clientes fieles, «que reservan de un año para otro».
En Cantabria Experiencial, una empresa fundada en 2017 y radicada en Viveda, el número máximo de clientes es de ocho en un día de berrea. «Generalmente es gente que viene a pasar un fin de semana a una casa rural y planifica en ese viaje un día de berrea», señala Jon Palazuelos, gerente de la empresa, que también presta este servicio a agencias de viaje como Exploring Cantabria o a casas rurales como Posada Sierra de Ibio, Posada Caborredondo, La Casa de Consuelo o Alojamiento Rural El Montero. A diferencia de sus casi paisanos de Hinojedo, en Cantabria Experiencial –su ámbito de actuación es el Parque Natural Saja-Besaya– hay que andar. «Hacemos rutas andando, de entre 5 y diez kilómetros», por lo que hay que tener en cuenta edades o condiciones físicas. «Lo ideal son familias completas o grupos de amigos y así reservan la visita completa». A todos ellos, lo que más les sorprende es «el sonido. Y la oportunidad de ver a los animales relativamente cerca», ayudados por prismáticos y telescopios terrestres. «También les sorprende que el sonido llegue más tarde que la imagen», reconoce divertido Palazuelos. Unos sobaos y chocolate para mojarlos, un reportaje fotográfico de todo el día... Los precios oscilan entre 35 euros por persona o 220 para un grupo completo. «Mucha gente viene porque ha ido a un sitio y no ha visto ningún venado. Y quiere completar el haberlo escuchado con verlo». Aquí también se pretende que la jornada sea lo más completa posible. «Vemos huellas de animales, como lobos, algún oso... Es una actividad de interpretación». Y parece que gusta. «Hay gente que repite todos los años».
En Liébana –está ubicada en Potes– opera Senda Ecoturismo, creada en el año 2012. «Hacemos avistamientos de todo tipo de especies durante todo el año», señala Laura Ruipérez, responsable de la empresa junto a Beatriz Tomás. Los clientes que acuden a ellas en tiempo de berrea son «de lo más variado. Gente que se acerca a hacer un avistamiento por primera vez, o que está por la zona. La berrea es quizá la actividad con un público más abierto en cuanto a avistamientos, ya que es la más llamativa, la que más llama la atención». El 4x4 se usa «lo mínimo posible», ya que hacemos «ecoturismo». En grupos que pueden oscilar entre las cuatro y las 12 personas, aunque se intenta en berrea que no pasen de seis, luego se hace una pequeña ruta andando. Para dos personas, una excursión de cuatro horas está en los 220 euros. «Llevamos prismáticos, telescopios terrestres...», apunta Ruipérez, con esa premisa de respeto hacia la naturaleza en la que trabajan. «Intentamos ponernos alejados», a la vez que «explicar» a los clientes lo que están viendo.
«Sobre todo de Madrid» son los clientes que demandan los servicios de Límite Norte 4x4, otra empresa lebaniega –radicada en Cabezón de Liébana– y que realiza rutas en ese tipo de vehículos tanto en Cantabria como incluso a nivel internacional. En estos días, les viene gente «sobre todo de fuera», señala Ángel Díez, uno de los que lleva esta empresa familiar –«aunque todos trabajamos también en otra cosa», comenta–. «Son clientes de Madrid, Asturias, País Vasco... Ahora nos viene uno de Elche». Con grupos que oscilan entre las 12 y las 15 personas, la excursión dura todo el día y se accede con los coches hasta determinado punto para luego hacer una ruta andando, tanto en el parque de Picos de Europa como en otras zonas de la Reserva del Saja. Cada cliente lleva su equipo, «aunque también llevamos nosotros por si alguien no tiene», afirma Díez, que hace las labores de guía en el grupo. Lo que más llama la atención «es el paisaje», reconoce. Y el ver una «berrea diferente a la que se puede ver en otras zonas de España, como Castilla La Mancha». En Límite Norte 4x4 el precio es por coche. «Los que entren en él, aunque normalmente van dos. Son 100 euros al día y 150 si son dos días».
Se vaya como se vaya, en este tramo final de la berrea, en plan individual o en grupo con una excursión organizada, a nada que acompañe la suerte el espectáculo será más que bueno. Los reyes de turno de los montes de Cantabria ponen en juego su corona. Y en este año tienen muchas opciones de defenderla. Por sus venas corre la mejor sangre, la de aquellos padres que sobrevivieron a las condiciones más difíciles. Estos días, sus hijos les honran de la mejor forma posible.
Recomendaciones
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De casi todo en la mochila. Desde crema solar hasta una buena chaqueta. El tiempo cambia rápido en el monte y más en otoño. Puede hacer de todo en un mismo día.
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Prismáticos. Los mejores amigos de un aficionado a la naturaleza. Permiten disfrutar del espectáculo sin ser visto. Hay cosas bastante apañadas sin necesidad de gastarse un dineral.
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Respeto y silencio. Por aquello de no interferir, el silencio debe ser la norma. Pero además, los venados tampoco tienen la guardia tan baja. Una voz de más, o incluso un movimiento que detecten, y llega el fin de la escena. Carrerita y con la música a otra parte.
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Lugares y horas. Un pequeño valle, una ladera despejada, una braña... En un día habitual, por la mañana suelen berrar hasta las diez o diez y media y retomar el asunto sobre las cuatro de la tarde. En días fuertes de berrea, el bramido no para en toda la jornada.
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