El monte Buciero registra las visitas que recibe cada día con unos contadores

Para la mayoría de los senderistas del monte Buciero pasan totalmente desapercibidos. A simple vista son dos postes de madera. Uno a cada lado del pedregoso camino. Pero, lo cierto, es que, cuando una persona camina delante de ellos es detectada por el sistema de rayos infrarrojos que albergan en su interior y queda registrada como visitante de este entorno natural protegido de Santoña.

Los postes son en realidad contadores colocados por la dirección general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático del Gobierno de Cantabria para conocer el número de personas que se adentran en el monte Buciero cada día. Se instalaron a mediados de 2018. «Son prácticas que se realizan de forma habitual en espacios naturales protegidos», explica la directora del Parque Natural de la Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, Lourdes González. No obstante, en Cantabria es el primer lugar en el que se lleva a cabo esta iniciativa.

En el Buciero se han instalado tres parejas de contadores. Dos de ellos en la entrada al monte, al comienzo de la pista pedregosa que parte del Fuerte de San Martín; otro par se ha situado en la salida por el Faro del Pescador; y los dos que restan en un punto intermedio. Distintas ubicaciones que permiten abarcar un amplio circuito por este paraje.

La idea de colocar medidores en el monte de Santoña partió de una empresa privada, Imatec, que presentó esta idea a la convocatoria de subvenciones de la Red Espacios Naturales Protegidos de la Comunidad Autónoma de 2018. «Nos pareció un proyecto interesante para saber concretamente la carga de visitantes en el Buciero que, hasta ese momento, desconocíamos», señala la directora. En verano es más que evidente un aumento de la afluencia, pero «no sabíamos la cifra exacta y de esta forma, tenemos los datos concretos en cada época».

La empresa, que consiguió finalmente la ayuda, asumió ese año su colocación, seguimiento y mantenimiento siempre en coordinación con Biodiversidad. «El conteo de las personas que pasan por delante de los rayos infrarrojos se registra en una tarjeta y esa información se trasmite vía móviles para ir capturando los datos de entrada y salida de visitantes al monte cada día».

Este registro de cifras permite ver claramente la diferencia de afluencia entre la época de verano, concretamente en los meses de julio y agosto, y el resto del año. El pico máximo de visitantes se concentra en los fines de semana de agosto llegándose a alcanzar «más de 1.000 visitantes en un día». La toma de datos experimenta un considerable bajón el resto de año detectándose los fines de semana en los que sale buen tiempo en torno a 50 personas haciendo las diferentes rutas del Buciero. «Los picos de agosto son excepcionales. El resto del año la afluencia es normal o baja», subraya la directora del Parque Natural.

La presencia de estos contadores ha desatado todo tipo de elucubraciones entre quienes se han percatado de los mismos. González niega que se hayan puesto con ningún otro fin más allá de conocer la afluencia. «Hay gente que al verlos piensa que se van a cerrar pasos en monte Buciero y regularizar senderos y no hay ninguna intención de hacer nada de eso. Ahora mismo no se va tomar ninguna medida. Es solo una recogida de datos para cuantificar los visitantes y ver en qué períodos y momentos acuden más o menos». En el caso de que se diera algún paso en este sentido, añade, «se comunicaría y hablaría en el Patronato del Parque Natural para que sea de común acuerdo entre todos» pero, insiste, «no hay ninguna tipo de intención», ya que los datos contabilizados «entran dentro de lo normal».

Concluida la subvención para 2018, Biodiversidad mantuvo su interés en este proyecto y desde el año pasado asume el coste de su funcionamiento y mantenimiento, encargándose Imatec solo de la recogida de datos. «Estaban ya colocados y nos sigue interesando tener las cifras de forma continuada».

Actualmente, los contadores están inactivos ya que se están llevando a cabo mejoras en su sistema digital. «El monte Buciero tiene ciertas sombras y como la información se transmite vía móviles hay momentos en que los datos no se transfieren adecuadamente y se está intentando mejorar el sistema». En cuando finalice este proceso, volverán a estar en activo para determinar los caminantes que pululan cada día por este entorno natural en 2020.

En cuanto a si está previsto extender ese proyecto a otros espacios naturales protegidos de Cantabria, la directora comenta que «existe una intención de colocar este tipo de contadores en algunas de las rutas homologadas del programa Naturea Cantabria que tienen bastante afluencia para determinar la cantidad de visitantes, aunque actualmente no hay nada seguro. Es solo una idea».