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mónica figueras
Xoel López: «No quiero dejar de buscar nuevos caminos»

Xoel López: «No quiero dejar de buscar nuevos caminos»

El músico gallego publica este viernes 'Si mi rayo te alcanzara', su cuarto trabajo en solitario que supone un cambio de registro y una experiencia «liberadora»

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Viernes, 27 de noviembre 2020, 10:40

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Hay una palabra que Xoel López repite de forma reiterada cuando habla de su nuevo disco. Coral. 'Si mi rayo te alcanzara', decimoquinto álbum del gallego, cuarto en solitario, principio y llegada, como dicen sus músicos, es un trabajo de suma. De voces distintas que entonan a la vez. Por primera vez, otro compositor. Por primera vez, una producción totalmente ajena. Luminosidad y diversión en el proceso creativo de una colección de canciones que tomaron forma antes del confinamiento y ahora se convierten en una suerte de dosis optimista, que tanta falta hace. Desde hoy, comienzan su rodaje y pasan de la mente del gallego a los oídos de todos los que quieran descubrirlas.

López se confiesa ilusionado «a pesar de todo», porque sacar un disco en este contexto confuso e impredecible «da vidilla». «Es una luz en la oscuridad aunque no podamos llevarlo al directo». Confiemos en que quede poco para que la cultura recupere sus espacios.

- Podríamos decir que, con la composición de este disco en 2019, ¿ha realizado una labor de anticipación a esta situación que nos ha obligado a todos a meternos en nosotros mismos?

- Casi te diría que vivo así. Al margen de la limitación física y de no poder salir, que creo que es terrible, yo no disfruté esta etapa para nada porque sentía que tenía suficiente tiempo dedicado en mi vida a reflexionar. ¡Yo ya lo hago todo el año, todos los años de mi vida! Es cierto que me tocó sacar conclusiones, por mi profesión, e intentar hacer la vida más poética a pesar de todo, que fue lo que ha enganchado de mi música, de las primeras canciones de este disco, con esta circunstancia.

- ¿Algún ejemplo concreto de ese confusión positiva con el momento?

- 'Tigre de Bengala', que salió en pleno confinamiento, se entendió dentro de un contexto que no le correspondía. Es una canción anterior que habla de otras cosas y lo que se salva no es uno mismo de la pandemia, es otra cosa, pero la gente lo entendió así y creo que también es bonito ver que las canciones las termina el otro. Es fundamental cómo el otro entienda tu música más allá de tu idea inicial.

- Sus canciones tienen la permeabilidad suficiente para que el público las adapte a su propia situación cuando no tienen nada que ver. ¿Eso es bueno?

- Realmente si en lo poético no eres tan explícito, sí a nivel emocional, pero no de contexto, es más fácil. Si haces una canción que se llame 'Madrid' será difícil que la gente piense en Vitoria, pero más allá de eso, las emociones son las mismas. En eso somos tan sencillos y complejos a la vez; nos movemos en los mismos sentimientos entre una generación y otra, entre un país y otro, entre un estilo y otro. Lo emocional es transversal y es lo mismo en China que en Galicia.

- Tiene especial significado cuando, por ejemplo, ves el vídeoclip de 'Alma de oro' y ese abrazo se prolonga mientras en la vida real no podemos acercarnos a los demás

- Sí, ahí es una mezcla. Podemos llegar a dar un poco de envidia y de repelús (ríe) o lo que creo que terminó siendo; hacer de ese abrazo el abrazo de todos. Que cada uno proyecte ahí el suyo propio. Fue casi una forma de abrazar a todo el mundo. Es una idea plagiada, además. La cogimos de un videoclip de Peter Gabriel, que a mí me encanta, pero claro, otra vez el contexto; esta traída a un momento en que ese abrazo resulta mucho más necesario que el de Peter Gabriel y Kate Bush en el año que fuera.

- Una de las cosas que se repiten acerca de este disco es que es el resultado de un proceso de cambio. ¿En qué ha consistido ese cambio?

- Creo que hay una especie de liberación, que en mi caso es algo cíclico y personal, pero aparece una idea mucho más liberadora. Hacer algo con un desparpajo que antes no existía. 'Tigre de bengala' es un tipo de canción que no había hecho nunca, casi con un punto cachondo. En ese sentido, aparecen emociones diferentes que conviven con otras como 'Joana', más profundas o melancólicas. 2019 fue un año de mucha acción a nivel personal y musical y eso se ve en el disco. Es casi una especie de diario. No hay nostalgia, ni miradas hacia atrás o adelante. Es lo que me fue pasando y lo que fui viviendo y contando sobre la marcha. Todas las canciones son del momento y reflejan lo que fui viviendo. Por eso es un disco mucho más coral y hay una energía de aperturismo.

- Da la sensación, al escucharlo, de que se ha divertido bastante.

- Sí, sí. A pesar de que también hay momentos más melancólicos, como 'Joana' que aun me hace llorar aunque sea un llanto liberador. Es un disco muy vital, intenso, que refleja una vida plena, con lo bueno y lo malo. Una vida muy vivida. Por eso también es dispar, variado. Aparecen esas dualidades porque la vida es así.

- Qué suerte mirar hacia atrás y darse cuenta de que ha sido un año bien exprimido, con tantas cosas

- Sí, con muchas cosas para olvidar también. Es que la vida es la que es y hay que vivirla. A mí me toca reflejarlo porque me dedico a eso y es lo que me gusta hacer. Casi es un deber en mi caso como compositor.

- Porque lo elige, también. Podría engancharse a una fórmula que funcione y quedarse en ese registro sin más

- También, pero eso sería ir incluso en contra de mi propia idea de cómo encontrar la felicidad en la música.

- En la relación de cambios aparecen dos personas, David Quinzán y Carles Campi que se suman al proceso creativo. ¿Cómo ha sido añadir a otras personas a labores tan concretas?

- Eso sí fue premeditado. Yo sentía ese cambio y quería que afectase desde los cimientos al disco. Que quedara constancia de que tenía una idea clara de buscar nuevos horizontes en lo musical. Por eso, de repente, tras 14 discos se me ocurre incorporar a un compositor a mi propia composición. Que David fuese parte de mis composiciones. No quería que fueran canciones de otro que yo interpretase, sino que sobre lo que yo estaba sintiendo y esbozando, él pudiese aportar su grano de arena. Nos juntamos en un proceso precioso, entrañable, en mi casa, compartiendo café, a veces no haciendo nada, a veces comentando. Nos hicimos un máster autogestionado sobre la música. Realmente, luego mandárselo a Campi y hacer el ejercicio, porque ambos somos productores, de darle el trabajo a un productor y que se encargase de todo, también fue nuevo y liberador. Al productor le conocía, pero me lo propone mi manager, Kin, que también participa en la idea general, mucho más pendiente que otras veces. Esmerarte en general, toda la discográfica, los músicos de mi banda... Apenas grabé un par de guitarras y una pandereta y eso me dio perspectiva de conjunto, de la idea global y me permitió dirigir sin estar en todas las partes y eso hizo que, curiosamente, sea un disco más yo que otros.

- Dada la experiencia, ¿ha visto que puede delegar y repetiría la fórmula?

- Sí, mira, ahora mismo estoy unas semanas en las que estoy haciendo canciones yo solo en mi casa, porque no tengo una idea clara de grabar un disco, y vuelvo a mi estado natural de componer por mi cuenta, pero no lo descarto. O tal vez hacer una cosa híbrida. También me gusta pensar que cada proyecto tiene su particularidad y este fue así. El siguiente podría ser lo mismo y me encantaría, pero va a depender de lo que vaya sintiendo sobre la marcha. A lo mejor acabo repitiendo, pero con otra persona y en otro país. Es un poco seguir abriendo, seguir probando.

- En medio de este caos, ha habido una experiencia especial, que ha sido su concierto con la Orquesta Sinfónica de Galicia, algo significativo según ha dicho.

- Te diría que fue, primero, un regalo del cielo en plena pandemia, vivir algo tan ilusionante, tan bonito, tan especial, tan diferente, tan único. Lo equiparo a otros eventos de mi carrera que fueron la Caravana Americana, un concierto de Deluxe en La Riviera y algún concierto en solitario de no hace tanto. Y este concierto, que fue de esas cosas que pasan pocas veces y son hitos para recordar toda la vida. Realmente te diría que mi sensación fue estar en una nube y rodeado de ángeles que me llevaban. Es verdad que tener 40 músicos detrás, más mi banda en gran medida, fue como ir volando. Estaba como flotando y me quedé unos cuantos días en el aire.

- Llegados a este punto, ¿deberíamos dejar de mencionar su querencia por los sonidos 'diferentes', algo que ya resulta natural en su música?

- Creo que incluso a mi pesar, ya ni me lo planteo. Es parte de mi forma natural de concebir la música. Es verdad que en algún momento llamó más la atención, sobre todo cuando empecé como Xoel López, con 'Atlántico', y me preguntaban ¿pero esto a qué viene? ¿Cuáles son las referencias? Algún periodista me lo decía desde un lugar de estar un poco despistado como: ¿qué estás haciendo? Creo que ahora ya se entiende mejor. Me he dedicado a explicarlo todos estos años y también es verdad que, como dices, ya se entiende que es algo que vino para quedarse. Es tener siempre abierta esa paleta de colores.

- Ahora que incluso han publicado un libro sobre sus 20 años de carrera, ¿siente que ha solidificado su trayectoria?

- Uff...A nivel de seguridad y de sentirme más libre y ver que he recorrido un camino que me permite continuar en esa senda, sí, pero la idea de algo sólido me da miedo en el sentido de que deje de ser líquido, cambiante y que pueda fluir. No quiero dejar de buscar nuevos caminos como lo haría el agua.

- No quiere ser funcionario de la música

- ¡No!

- ¿Que te alcance un rayo es un gran susto o una oportunidad para reaccionar?

-(Ríe) Una oportunidad para reaccionar, efectivamente. Si se interpreta así es para convertirse en otra cosa y usar esa energía liberada para crear algo nuevo. Eso creo que es lo que he hecho yo en mi vida, cuando he tenido que lidiar con una nube negra. Liberar esa energia y convertirla en otra cosa. En mi caso hace referencia a que de esas nubes negras sale la luz más poderosa y eso es parte de un posible cambio si sabes canalizarlo.

- En este momento, discos como este, que arrojan luz y positivismo, ¿son una buena medicina?

- Quiero pensar que la música lo es. Luego cada uno elige qué canción, qué disco o que artista, pero para mí lo es y quiero pensar que mi música lo sea para los demás.

Presentación online

La Casa del Rayo

A tiempos extraños, soluciones originales. La presentación del nuevo disco de Xoel López se realizó apenas unas horas antes de su lanzamiento, en formato online, acompañado por Joaquín Martínez, Kin, manager del artista desde hace años y cabeza visible de Esmerarte. «Un experimentito», decía el músico. «Con lo que hay, hay que hacer lo que se pueda».

Como dos amigos, aunque son más que eso, «familia», aclara López, durante algo más de una hora, desgranan los detalles del nuevo trabajo, presentan varias canciones, algunas en directo y otras en formato videoclip, e invitan a charlar a varios miembros del equipo artístico.

En la conversación insisten en un término: libertad. «Hemos llegado a la máxima libertad hasta la fecha, pero llevamos trabajándola desde muy atrás», dice Xoel, en plural. Y explica que esta charla «es un momento muy especial que define lo que está pasando».

En este «punto y seguido de la libertad» que representa 'Si mi rayo de alcanzara', Xoel destaca cómo Kin le invitó a usar «toda la paleta de colores» en un trabajo coral en el que «todo el mundo aporta cosas».

Cada una de las personas que pase por el improvisado escenario seleccionará la canción que prefiere. También el propio cantante. La suya es 'Joana'. La que le hizo llorar en Ifema, en el primer concierto tras el confinamiento. Esa que le toca «una fibra de emoción que lleva al llanto» y que puede comparar, quizá, con 'Tierra', probablemente su gran himno.

El resto, podrán elegir a partir de hoy.

López y Martínez durante la presentación
López y Martínez durante la presentación

David Quinzán

Un regalo

Es la mitad de este proyecto, en cuanto a composiciones se refiere. Lo suyo empezó como una colaboración más esporádica, «pero vimos que empezamos a trabajar juntos e iban pasando cosas». Así, decidieron hacer más canciones. Muchas más. «Lo vivo como un regalo -explica- La oportunidad de levantarme durante un año con rigor y puntualidad, en una etapa especial de Xoel que nos dio muchisimas opciones para hacer las canciones». Para Quinzán, es «el disco más Xoel López. Es un compendio de elementos».

Preguntado por la canción con la que se quedaría, elige aquella que empezó sonando a mejicano, pasó a un filtro tipo Paul Simon y se acercó finalmente a Juan Luis Guerra: Tigre de Bengala. «Sale con naturalidad y rapidez y resulta muy agradecida, tando la letra como la música».

Charly Bautista

Un punto de llegada y partida

El suyo es un camino largo junto a Xoel López. Desde hace tiempo es el director artístico de los directos. De manera interna ve el disco como los otros, «porque desde dentro todo resulta igual de natural», explica. «Es un punto de llegada y partida a la vez». Quizá, dice, un poco más abierto a poder hacer cosas, a abordar todos los temas y que ninguno se quede fuera del directo. De hecho, añade, es el primer disco en solitario de Xoel en el que influye el directo. Repasa el repertorio y se queda con 'Vampiro blanco' y sus aires de soul.

mónica figueras

Adrián Seijas

Un viaje de fin de curso

Seijas habla de Xoel, en esos códigos compartidos como «el McCartney español», a pesar de que «es más de Lennon». El percusionista era un fan que le seguía en primera fila desde su etapa con Deluxe, a la que le costó entrar, pero llegó para quedarse. Lo tomó como referencia musical. «Y al final acabé tocando con él. Puede parecer un masaje de orejas pero es un regalo». Para el también coruñés, formar oparte de esta banda es «como un viaje de fin de curso constante». «Somos personas con vocación de jugar, por eso tocamos instrumentos, por el olor de la madera y el tacto de las cuerdas». De todas las canciones, elige 'El destello', la primera del disco. «La más diferente a mi repertorio habitual y la que salió más rápido», concluye Xoel.

Rebeca Losada

Libertad creativa

El suyo es un vínculo reforzado a través de la aventura sonora de Combo Viramundo, proyecto paralelo y de aires tropicales. Losada, que compagina diversos trabajos creativos asociados a la música, se encontró con la petición de Xoel de que diseñara todo el arte del disco. «No podía creerlo», afirma. Así, la imagen de este 'Si mi rayo te alcanzara' es una creación total de la artista. López lo corrobora: «Es la primera vez que le dije a un diseñador que hiciera lo que quisiera, con el título del disco y las canciones». El resultado completo se podrá ver a partir de hoy. Losada elige canción y lo hace, precisamente, con una cargada de color a pesar de su título: 'Vampiro Blanco'

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