Lorenzo Amor
El representante de los autónomos estuvo hace unos días en Santander como protagonista de un nuevo encuentro organizado por Admec
El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, desayunó el pasado jueves en Santander hablando de ... actualidad. Fue en una cita organizada por la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria (Admec) en la que abordó cuestiones como la tensa relación que atraviesa el diálogo social, las dificultades que enfrenta el tejido empresarial debido a la burocracia y el absentismo y aportó sugerencias para que Cantabria siga mejorando sus datos de autoempleo.
–¿Realmente cree que es un momento de especial hartazgo entre los autónomos?
–La gente está cansada, harta e incluso cabreada porque cada día tenemos más trabas, zancadillas, trámites, más presión fiscal... Como ejemplo está la tasa de basura, este basurazo que han puesto en marcha y que no tiene sentido porque los autónomos lo pagamos doblemente: por nuestra casa y por nuestro negocio. Y no solo eso, estamos ante una creciente legislación, el año pasado, solo en el ámbito estatal, se aprobaron 719 leyes, casi dos diarias, y en los boletines oficiales se publicaron 3.600 páginas por jornada, que en todo el año supone leerse 811 veces la Biblia. Pero sobre todo, el problema es que en España se legisla igual para una empresa de 1.000 trabajadores que para un autónomo que tiene dos trabajadores.
–En su intervención en el desayuno organizado por la Admec pidió a Arasti que el Gobierno valore sufragar las bajas de los autónomos, ¿es factible?
–Es algo lógico que el autónomo no pague su cuota estando de baja por enfermedad y, de hecho, lo está haciendo el Gobierno de Canarias para que en el año 2026 se pague a los autónomos 700 euros si son dos meses y 350 euros si es un mes, y solo lo podrá solicitar una vez al año. Así que sí es factible, también lo va a hacer Extremadura y estoy convencido de que Murcia seguirá los mismos pasos. Y parece ser que Cantabria también podría hacerlo, el consejero Arasti recibió la sugerencia y se ha comprometido a estudiarlo.
–Durante el desayuno habló de una ruptura del diálogo social, ¿no cree que esa brecha viene por ambas partes?
–Yo no dije ruptura, hablé de que está herido de muerte. Una cosa es que haya desconfianza porque ha habido deslealtad en los ámbitos del diálogo social y otra es que se haya roto. El problema es cuando hay monólogo social, es decir, cuando a ti te dicen que los permisos de baja por fallecimiento tienen que ser de 10 días y esto es lo que hay, entonces no hay diálogo social, hay monólogo social. Lo hemos visto también con la reducción de la jornada a 37 horas y media, cuando se quiere imponer y no se quiere dialogar, vienen estos problemas. Yo creo que se podría haber sacado adelante en el ámbito de la negociación colectiva y se hubiera reducido paulatinamente porque todos trabajamos para que haya mayor conciliación, una mejora de la productividad y de competitividad.
–También se palpaba bastante rechazo al sistema Verifactu, cuyos plazos se han dilatado un año finalmente, ¿lo esperaba?
–Desde el primer momento pedíamos que 2026 fuera voluntario, que reinara el sentido común. A dos meses de terminar el año no se podía poner esto en marcha para una empresa de uno o dos trabajadores, que no tiene la capacidad de una de 300. Además, confluye otro aspecto, que es que dentro de poco será obligatoria la facturación electrónica, pero aún no ha salido el Real Decreto que la desarrolla, la Ley Crea y Crece. ¿Qué hacemos ahora? Implantamos el Verifactu, hacemos cambiar todas las balanzas de los puestos en los mercados y dentro de dos años cuando esté la facturación electrónica y no nos guste lo que hemos hecho ponemos otra cosa. Eso ya lo vivimos con la ley antitabaco.
–Sin embargo en lo que respecta al absentismo sí demanda un mayor control.
–Lo triste es que la administración cada vez paga también más por este aspecto, pero parece que la única que está preocupada es la empresa. Yo no estoy poniendo en duda la salud de los trabajadores, pero es paradójico que de cada 1.000 autónomos solo 10 se dan de baja, mientras que de cada 1.000 asalariados 42 lo hacen y que la mayoría de las bajas se produzcan el lunes y viernes.
–En el encuentro, Arasti habló de que Cantabria ha logrado revertir su sangría de autónomos y defendió que es fruto de las medidas aplicadas por el Gobierno autonómico, ¿realmente puede apuntarse el tanto?
–Hasta ahora había siete comunidades que perdían autónomos, muchas debido a la despoblación. Sin embargo, ha habido un cambio de tendencia en dos: en Galicia y Cantabria. Yo sí creo que las medidas de impulso que se han implantado, como la cuota cero, han empezado a dar sus frutos.
–Ese crecimiento viene principalmente impulsado por las mujeres, pero hay una fuga entre los hombres, ¿se están haciendo las cosas bien o mal?
–Eso se debe a que hay mayor emprendimiento femenino y a una mayor consolidación de los negocios que inician las mujeres, que suelen estar ligados a actividades más técnicas como arquitectura, diseño, marketing y comunicación, mientras que otros sectores más tradicionales, como puede ser la ganadería, están liderados por hombres. Hay que tener en cuenta que en el sector agrario hoy por hoy hay trabajadores que ganan más dinero que el propio ganadero o el propio agricultor, y eso es algo que hay que estudiar.
–Cantabria tiene actualmente en torno a 41.000 autónomos, casi el mismo número que funcionarios, ¿qué lectura extrae?
–Ocurre en muchas comunidades, e incluso en el ámbito estatal. A mí no me preocupa el número de empleos públicos siempre que tengamos un sistema eficiente, y la realidad es que la atención al ciudadano se está reduciendo. No obstante, lo cierto es que no tenemos una tasa excesivamente elevada de empleos públicos sobre el total de ocupados.
–Cantabria este año ha impulsado su primera ley de simplificación administrativa, ¿confía en el resultado de este tipo de reformas?
–En otras comunidades el resultado es brutal. Todo lo que sea fortalecer las declaraciones responsables, que no tarde una licencia lo que tarda, que no haya leyes que se pisen una con otra es beneficioso.
–Respecto a los fondos europeos, ¿ha habido una buena absorción en el tejido empresarial?
–Yo no voy a negar que haya tenido una repercusión en el PIB. Ahí está el crecimiento que ha tenido España. Ahora bien, en el mundo de los autónomos tampoco se ha notado mucho, quitando el kit digital y la formación en digitalización, no podemos decir que hayamos notado este pulso, creo que ha ido más para las administraciones.
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