Mapfre y AXA renuncian a Muface y la sanidad de los funcionarios queda en manos de Asisa y Adeslas
Las dos grandes del sector ya confirmaron su presencia en la licitación, cuya resolución se conocerá este miércoles
La larga crisis que en los últimos cinco meses ha mantenido en vilo a 1,5 millones de funcionarios y sus familiares adscritos a Muface ... está a punto de terminar. Este mismo miércoles, a las diez de la mañana, se abrirán los sobres que darán a conocer el nombre de las aseguradoras que finalmente se han presentado al concierto de este servicio sanitario para los próximos tres años, desde el 1 de abril hasta el 31 de diciembre de 2027. Tras una licitación desierta y otra mejorada en dos ocasiones –con duras e intensas negociaciones de por medio– Adeslas y Asisa ya confirmaron que acudirán a la oferta final del Gobierno, que implica una mejora de las primas del 41,2% en el periodo y un presupuesto de 4.808 millones de euros, frente a los 1.276 millones del convenio vigente, de dos años de duración.
Con el 'sí' de estas dos entidades, el sistema retiene la cobertura de más de 872.600 funcionarios que actualmente mantienen en cartera. Pero aún queda en el aire la de los 199.619 mutualistas de DKV, la tercera aseguradora que actualmente presta el servicio y la más reacia a volver a hacerlo. Oficialmente, la compañía traslada que seguían apurando el plazo para tomar su decisión, pero en el sector se da por hecho desde hace semanas su abandono. Sobre todo después de que la firma tampoco acudiera a la reciente convocatoria para el nuevo concierto de los 8.000 funcionarios en el extranjero, que actualmente lleva en solitario hasta que entre en vigor el nuevo concierto, adjudicado finalmente a Nueva Mutua Sanitaria.
Con ese telón de fondo, la esperanza se había centrado en otras aseguradoras que también han estado analizando los pliegos tras la mejora económica de Función Pública. Entre ellas, Mapfre, que ya prestó este servicio en el pasado para abandonarlo en 2009 por las divergencias económicas generadas. Aunque la compañía ha analizado la nueva licitación «hasta el último momento», finalmente ha optado por no participar al considerar que las condiciones «no encajan en la estrategia» para el ramo de Salud.
El análisis de los pliegos, aunque solo fuese desde una perspectiva técnica, también llegó a manos de otras entidades como AXA. Pero fuentes de la firma confirman que finalmente no se presentarán a la licitación, ante la dificultad de trasladar las variables financieras expuestas sin una base histórica de clientes en cartera de este modelo sanitario. «Hemos hecho un profundo análisis, pero no acudiremos porque las cuestiones técnicas y financieras no nos permiten asegurar los estándares de calidad», apuntan en la aseguradora.
En todo caso, desde Función Pública se muestra optimistas con el futuro del servicio, aunque su supervivencia haya sido a costa de ceder en importantes cuestiones frente a las exigencias del sector. «Ya sabemos que dos grandes, Asisa y Adeslas, han concurrido. Por lo tanto, parece razonable afirmar que el problema está resuelto», señaló este martes el ministro del ramo, Óscar López.
El Gobierno no solo se ha visto obligado a elevar el presupuesto para mantener vivo Muface, sino también a incluir una cláusula para el «restablecimiento del equilibrio económico-financiero» en casos de «riesgos imprevisibles» para los que no haya una solución alternativa. Es el caso de la situación vivida durante la pandemia, con un aumento en el número de pacientes considerable, al que siguió el fuerte repunte de costes derivado de la subida de la inflación.
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