Borrar
Las familias gastan cada vez más en ocio pero siguen lejos de los niveles de 2008

Las familias gastan cada vez más en ocio pero siguen lejos de los niveles de 2008

Los cántabros dedican cada vez más dinero a bienes que no son de primera necesidad y el año pasado gastaron un 8,7% más que en 2016

Javier Gangoiti

Santander

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 15 de octubre 2018, 06:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde llenar la nevera con lo indispensable hasta reformar el salón. El presupuesto de las familias es una de las referencias más indicativas de la salud económica de un país. Durante la crisis económica, los gastos de los hogares cántabros han dado síntomas del constante brete que atravesaban para llegar a fin de mes. No cabía un solo descuido en las cuentas de la casa y protegían lo fundamental: mantener la nevera llena y pagar el alquiler. Al otro lado de la balanza, se desplomaron las salidas al cine, restaurantes y los días reservados con una cruz en el calendario con la intención de viajar. Todo se esfumó. Desde el café en el bar de siempre, las comidas de domingo y las periódicas escapadas de fin de semana. Las familias de la Comunidad dejaron la cartera en casa y esperaron con incertidumbre a que llegara el final de la recesión. Hicieron lo que popularmente se conoce como abrocharse el cinturón.

Hoy, las familias de Cantabria asisten poco a poco al final de la tormenta. Lo hacen, eso sí, después de encadenar una caída por norma de todos los hábitos de consumo en todos los años desde 2008. Sin embargo, una década después la situación es bien distinta. La última Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Cántabro de Estadística (Icane) señala los primeros síntomas de mejoría con un gasto doméstico medio de 29.945 euros en 2017, lo que supone 8,7 puntos más que en 2016. Poco a poco, los hogares recuperan los niveles de gasto previos a la crisis y lo hacen mejorando de forma considerable algunas de las áreas más sintomáticas del paulatino saneamiento de la economía.

El ocio es el área que más espacio recupera en la cartera de las familias. Vuelve a formar parte de sus planes y se dispara casi 30 puntos con respecto al año anterior. La región se anima así a salir a la calle, todavía con paraguas, e inmuniza poco a poco al resto de sectores. La hostelería es uno de los primeros que así lo sienten. Así lo ha reflejado la encuesta del Icane con un 13% de aumento del gasto. Poco a poco, los cántabros olvidan la austeridad. Durante diez años han tenido que contar cada euro para pagar el alquiler y llenar la nevera con los alimentos más básicos. Ahora, sin embargo, los hogares de la Comunidad comienzan a permitirse dedicar dinero a viajes, hoteles, cultura y deportes. Desembolsos que no son de primera necesidad y que reflejan precisamente una escalonada recuperación de la economía doméstica después de un periodo de austeridad que tocó fondo en 2014, con 26.928 euros de gasto.

El ocio y la cultura son el gasto que más espacio recupera en la cartera de las familias de la región

Uno de los sectores que sirven como termómetro del alivio que atraviesan las familias es el de los transportes, otra de las grandes subidas que revela el informe elaborado por el Icane. El gasto en adquisición de automóviles y utilización de vehículos personales se dispara hasta suponer casi 4.000 euros anuales para las familias. Esta es otra de las áreas más indicativas de la esperada recuperación. La confianza de las familias no se limita a los gastos domésticos como la luz o el gas; ni siquiera al consumo local. Una década después de ver su presupuesto destinado exclusivamente a tapar agujeros, los cántabros demuestran al fin que pueden consumir con relativa holgura, viajar, desplazarse en los festivos y el verano. Dejan atrás la incertidumbre y miran al futuro con más optimismo y seguridad cada día.

El transporte es otro de los gastos que repuntan de forma muy significativa, con un 26,2%

David Cantarero es profesor titular de Economía Aplicada en la Universidad de Cantabria y se mantiene cauto ante conclusiones demasiado eufóricas. «Las familias cántabras no han salido del todo de la crisis y con un gasto medio de los hogares en 2017 de 29.945 euros aún quedan lejos los niveles alcanzados en 2007 y 2008 que fueron cercanos a los 32.000», sostiene. Cantarero es más optimista en relación al repunte del gasto en ocio y cultura en la economía doméstica. A su juicio, la subida tan pronunciada de este campo «sigue en parte la estela de otras regiones e indica cierta recuperación de la confianza de las familias».

Desplome en sanidad

Uno de los índices que más llama la atención de la encuesta elaborada por el Icane es el desplome tan significativo del gasto en Sanidad, el único descenso que revela el ejercicio de 2017, de casi un 15%. Se da un hecho muy paradójico: al tiempo que esa inversión se desploma en la Comunidad, en España asciende un ligero 0,6%. Cantarero extrae dos posibles razones que pueda explicar esta circunstancia. En primer lugar, apunta a «la mejora en términos de salud media de los cántabros»; y por otro lado a la «recuperación de ciertas inversiones públicas en sanidad». Tal y como explica el profesor titular de Economía Aplicada, «al compensarse ligeramente parte del estancamiento anterior se libera cierto peso del gasto en sanidad que antes soportaban las familias, que en el periodo de crisis habían tenido que dedicar más recursos para sus gastos sanitarios y los de sus hijos y familiares».

El único descenso de la encuesta se produce en el gasto de sanidad, que cae casi un 15%

Cantabria ocupa el séptimo lugar con gasto más alto en comparación con el resto de comunidades. Una posición que para el profesor de la UC es «manifiestamente mejorable». «Cantabria precisa de una mayor planificación estratégica y acciones concretas. La afiliación ha vuelto a descender (la Seguridad Social perdió 4.517 usuarios en la región en septiembre respecto al mes anterior, la mayor caída por comunidades tras Baleares) y la calidad del empleo que se crea es muy diferente a la que observábamos durante la crisis», sostiene.

El sustentador principal, solo en el 30% de los hogares es una mujer

Uno de los datos que refleja la encuesta de Presupuestos Familiares es la poca presencia de la mujer como sustentador económico principal de los hogares. Solo en tres de cada diez familias de Cantabria (un 29,7%) la mujer es el contribuyente más importante de la casa. La proporción se mantiene casi idéntica en España: los hombres aportan un 70,5% del gasto total. El profesor titular de Economía Aplicada en la UC, David Cantarero, lamenta el dato del Icane: «Refleja una tremenda y preocupante desigualdad, debemos seguir perseverando en cerrar dicha brecha de género. Asimismo, responde a una clasificación de los hogares que ha de seguir caminando hacia la idea de que un hogar puede tener varios sustentadores. La incorporación de la mujer al mercado laboral es un hecho desde hace tiempo y sigue aumentado aunque sigue lejos de lo que sucede en otros países de nuestro entorno y no recoge otros nuevos modelos familiares».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios