«Frente a los agoreros, no vemos grandes nubarrones para la economía cántabra en 2019»
El banco sustenta su estrategia en la región para los próximos tres años en mantener oficinas en todas las poblaciones donde hoy en día tiene presencia
El sector financiero se halla en plena transformación de su modelo de negocio. Una actividad tradicional que se ha visto sacudida por el impacto de ... la digitalización y una nueva forma de atención al cliente. En ese contexto CaixaBank tiene clara su estrategia en Cantabria, donde en la actualidad cuenta con 115.000 clientes, cifra que espera continúe al alza. El director territorial de la entidad en la Comunidad y en el País Vasco, Juan Pedro Badiola, que asumió esta responsabilidad en 2012, analiza el presente y futuro regional.
–En el contexto actual, ¿qué estrategia tiene diseñada CaixaBank para Cantabria?
–Llevamos 30 años en Cantabria. Actualmente contamos con 43 oficinas de atención al público, más una de atención a empresas y otra de banca privada, con presencia en 24 municipios y una plantilla de más de 200 empleados que atiende a 115.000 clientes. Nuestra estrategia pasa por mantener oficinas en todas las poblaciones en las que estamos. Además, en los próximos tres años vamos a invertir 2,7 millones en el nuevo plan de especialización de sucursales, con la apertura de tres nuevas 'Store' –una distribución de espacios más amplia sin barreras físicas entre clientes y empleados, con un trato personalizado y citas previas, así como otra zona central con soportes tecnológicos–, dos en Santander y una en Torrelavega.
–¿Cómo trata el banco de captar más clientes en la Comunidad en plena transformación tecnológica del sector financiero?
–Como ya he comentado, tenemos hoy en día cerca de 115.000 clientes. En nóminas estamos a punto de alcanzar una cuota del 20%, porcentaje que hemos doblado en los últimos seis años. También tenemos una penetración notable en autónomos, con una proporción del 25%. Nos parece un crecimiento importante en los años en que hemos tenido presencia aquí. Queremos seguir con esa tendencia, para lo que pretendemos trabajar en varios aspectos que son medibles. Primero, la calidad del servicio, un campo en el que somos el único banco español con seis áreas de negocio certificadas por Aenor. Pretendemos continuar en la línea de vanguardia en innovación, actualmente la segunda prioridad dentro de nuestro plan estratégico, por lo que buscamos acelerar esa transformación digital para ser más eficientes. Como colofón, nuestro compromiso social. Actualmente la Fundación Bancaria 'la Caixa', nuestro principal accionista, tiene un presupuesto de 530 millones y es la tercera fundación privada más grande del mundo por volumen de activos, sólo por detrás de la de Bill y Melinda Gates y la Wellcome Trust. En Cantabria, la Fundación dispone de un presupuesto anual de 3,5 millones, de los cuales una parte es gestionada por nuestra red oficinas, de modo que podemos atender las necesidades más cercanas. Por hacer un balance, hemos impulsado 110 iniciativas de acción social en 2018 en la región. Otro dato destacado, hemos sido la segunda entidad privada con mayor apoyo al Año Jubilar.
–¿Cómo se está adaptando la organización al nuevo entorno digital y un perfil de cliente 'millennial'?
–No sólo somos líderes en España en cuanto a número de clientes, sino también en clientes digitales. Actualmente tenemos 6,1 millones de consumidores online. ¿Son clientes digitales puros? No, el 62% también utiliza los canales presenciales. En CaixaBank, como estrategia, no queremos abandonar ninguna plataforma. Es el cliente el que va a elegir cómo relacionarse con nosotros. Las oficinas caen como canal de relación pero siguen manteniéndose como el canal más importante con un 82,5%. Por tanto, digitalización, importancia de los canales digitales, muchísima. Pero, al mismo tiempo, importancia del canal físico, muchísima también. No vemos una contraposición entre ambos campos, sino que entendemos que se está produciendo una complementariedad necesaria. De hecho, en estos tres años vamos a seguir invirtiendo en ambos sentidos.
«A día de hoy tenemos 115.000 clientes, el 20% de las nóminas y un 25% de las cuotas de autónomos»
–¿Cómo van a terminar el año en cuanto a hipotecas y volumen de crédito concedido?
–En 2018 hemos concedido unas 500 hipotecas para la compra de vivienda en Cantabria. La cifra sube respecto a años anteriores. En cuanto a volumen de crédito, hemos otorgado algo más de 200 millones de nueva producción, en la que está incluida alguna operación importante. El sector financiero está disminuyendo en general su cartera de créditos global dado que las amortizaciones, en especial las hipotecas, siguen siendo superiores a la nueva producción. En cambio, en Cantabria en los últimos años, también en 2018, el saldo es positivo, prestamos más de lo que se amortiza. Las expectativas de CaixaBank para los próximos años a nivel global giran en torno a que haya crecimientos, pero muy moderados.
–¿Qué perspectivas tienen desde la entidad para la economía de Cantabria?
–Recientemente hubo una jornada de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) en que hicimos un repaso de la coyuntura de la Comunidad. La tendencia es similar a la del conjunto nacional, con una ligera mejora para 2018, periodo en el que nuestro servicio de estudios prevé una subida del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,7%, frente al 2,5% del país. De cara a 2019, esperamos un incremento en el entorno del 2%, similar a la media nacional. Supone seguir creciendo a un ritmo bastante bueno. Frente a los agoreros, no vemos grandes nubarrones para la economía de Cantabria de cara al año próximo, más allá de sectores puntuales o situaciones concretas. Incrementos sobre el 2% son unos ritmos que firmaríamos de media para toda la vida.
–¿Estamos entrando en una nueva burbuja en cuanto al crédito para el consumo?
–Hay datos muy concretos que nos hacen pensar que no. ¿Está creciendo el consumo? Sí. ¿Se está elevando mucho el consumo? Sí. Esperamos mejorar a una tasa del 6-7% en los próximos tres años. Ahora bien, ¿hay una burbuja? Diría que no. En este momento el peso que tiene el crédito al consumo sobre el total de la cartera de crédito comparativa con otros países de nuestro entorno es similar. De hecho, Italia, Alemania, Francia y España se encuentran casi de forma homogénea en el 7,5%. Por tanto, no estamos en una situación en que en España el peso del crédito al consumo a día de hoy sea exagerado. En nuestro caso, la proporción es todavía inferior, del 6%, por lo que nuestra posición es razonable y moderada. La concesión de crédito al consumo fue un 40% superior en 2007 a la actual, por lo que no se puede concluir que este campo esté recalentado.
«Hubo cierta parálisis, pero esa coyuntura se aclaró con el criterio definitivo del Tribunal»
–¿Siguen teniendo las empresas cántabras dificultades para acceder a financiación bancaria?
–Las que mejor podría responder serían las propias empresas. Como dato relevante, sólo en 2018 hemos formalizado alrededor de 400 operaciones de riesgo con empresas, incluyendo préstamos, leasing, renting y circulante. Otro aspecto a tener en cuenta es el convenio con el Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF), ya concluido, en el que hemos sido líderes con 340 operaciones y siete millones aportados. En Cantabria contamos con un centro de empresas que atiende a las compañías que facturan entre dos y 100 millones de euros. En los últimos seis años el área de inversión ha crecido más de un 60% acumulado.
–¿Qué impacto ha tenido sobre su actividad regional la incertidumbre generada por el Tribunal Supremo con el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados?
–Nosotros acatamos lo que nos diga la ley, como hemos hecho siempre. Hubo una cierta parálisis, sobre todo con la formalización de hipotecas por la duda respecto a quién debía pagar el tributo. Esta coyuntura se aclaró con el criterio definitivo del Supremo. Hemos decidido lanzar un producto denominado 'CasaFácil', con el que asumimos todos los gastos asociados a la hipoteca (notaría, gestión, Registro, incluso la tasación) y eliminamos la comisión de apertura, clarificando muchísimo la oferta al cliente. Como proponemos contratar la hipoteca a tipo fijo, la transparencia es absoluta, porque el cliente va a saber exactamente lo que va a pagar desde el primer hasta el último día de la operación.
–¿Cómo ve el sector inmobiliario autonómico?
–Después del parón absoluto que hubo tras la crisis, no se ha destruido el tejido empresarial e inmobiliario de la Comunidad. En Cantabria ha funcionado muy bien el promotor local, que conoce muy bien la plaza y los vecinos le conocen a él. Empieza a haber más promociones, no grandes, pero sí que está creciendo ligeramente. No sólo en Santander capital, sino en el resto del territorio, principalmente porque hay demanda. Hay que tener en cuenta que la forma de financiar ha cambiado un poco. En la época precrisis se financiaba toda la gestión del suelo, ahora entramos más tarde en la cadena, cuando ya hay superficie, licencia y una preventa que garantice que esa promoción va a llegar a buen puerto.
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