Un proyecto que entra en su fase final después de casi 20 años de anuncios y contratiempos
La obra se licitó en 2015 y el equipamiento tendría que haberse inaugurado en 2018, con un cambio de empresa adjudicataria por el camino
El desarrollo de los trabajos, esta vez sí sin percances, pondrá fin a una larga espera en el seno del Puerto de Santander. Una ... infraestructura que se licitó en 2015, que se paralizó en 2017 por un conflicto entre la adjudicataria de la obra y la Autoridad Portuaria, y que tras el proceso judicial despegó hace unos meses definitivamente para convertirse en una pieza clave del futuro del Puerto, pues ayudará a incrementar considerablemente la capacidad del tráfico RoRo -el que puede entrar y salir por sus propios medios de los buques- y a alcanzar la ansiada cifra de siete millones de toneladas gestionadas, unos números que en la práctica se quedarán cortos no sólo por este nuevo equipamiento, sino por la entrada en funcionamiento de la Terminal de Contenedores.
Raos 9 tendría que haberse acabado en octubre de 2018. Un año después se resolvió el contrato y como siguiente paso hubo que tramitar la licitación de las obras que faltaban, pendientes de la autorización del Consejo de Ministros. A FCC el encargo le fue adjudicado por 17,2 millones, tras una baja del 32% respecto a la licitación, que tuvo que justificar. Los nuevos trabajos se asignaron por 24,27 millones, IVA aparte. Una cifra muy próxima al importe de licitación, por 25,06 millones.
Un total de 291 metros cimentados aproximadamente a la cota -14,50 metros sobre el cero del Puerto de Santander. Los primeros pasos en torno a la construcción de esta infraestructura se remontan a 2003. Dos décadas de diversos problemas, percances y suspensiones que presumiblemente podrán olvidarse en unos meses.
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