Solvay celebra un nuevo Día de la Seguridad en pos de cero accidentes

Dentro de la vorágine y rutina ordenada que implica el funcionamiento de un complejo industrial como el que Solvay posee en Barreda (Torrelavega), hay días diferentes. El miércoles fue uno de ellos, una jornada en la que la corporación aprovechó para 'hacer piña' en torno a la salud en el trabajo. Como pórtico y muestra de la importancia que la compañía belga otorga a la seguridad y siniestralidad laboral, el panel de entrada al recinto: 1.008 días sin accidentes con baja entre el personal propio y otros 922 en cuanto a concierne a los empleados de las contratas. Un expediente sin mácula en todo el ejercicio 2017 y en lo que transcurre del actual, cifras en cambio que los responsables de la empresa prefieren no tener en demasía en la cabeza para no «gafar» la trayectoria.

La cuarta edición de la iniciativa, que tuvo como lema principal 'Nuestro bienestar está en nuestras manos', volvió a congregar a buena parte de la plantilla, en unos actos que arrancan desde primerísima hora de la mañana y concluyen ya de noche con la intención de que el mayor número de los trabajadores repartidos por turnos pueda participar en algunas de las propuestas recogidas en el programa. Como centro del día, una gran comida colectiva.

Precisamente las manos fueron las protagonistas del día, que arrancó oficialmente con un discurso de bienvenida del director general, Jorge Oliveira. A partir de ahí, diversas presentaciones y talleres, algunas de ellas duras con el objetivo de concienciar a los presentes, sobre diferentes lesiones y maneras de evitarlas empleando técnicas de prevención y seguridad dentro del complejo industrial.

Una foto de grupo a vista de dron con las manos en alto, así como un panel en el que cada empleado dejó su huella pintada, antecedieron a otra charla sobre primeros auxilios y cómo actuar tanto en caso de accidente como de simples incidentes durante el trabajo.

La otra faceta de Solvay, la social y cultural, igualmente tuvo espacio durante el 'safety day'. Diferentes colectivos y organizaciones a las que Solvay apoya de una u otra forma acudieron al recinto para mostrar los beneficios de estas prácticas paralelas.

Después de los coloquios y conferencias llegó el turno de la práctica, impartido por el departamento de 'Seguridad e Higiene', con los tipos de protección manual disponibles para las tareas que se llevan a cabo en la factoría.

Tras una intensa mañana de formación tocó el momento de la comida para saborear las nociones aprendidas, muchas de ellas básicas pero que pueden evitar un accidente que frene en seco la racha de la que presume Solvay en su entrada.

Como dato también a destacar, la compañía resalta el alto grado de implicación de la plantilla en este tipo de jornadas anuales. Como muestra, la media de afluencia, con entre 600 y 700 personas acudiendo a las diferentes propuestas. De momento, en un recinto químico con el de la corporación, sus trabajadores mantienen a buen recaudo su salud laboral.