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Sábado, 24 de septiembre 2016, 09:31
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El sentido del humor no entiende de condición social, ni de rango. El último en sufrirlo ha sido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que muy a su pesar se convirtió en el protagonista mientras realizaba la entrega de la Medalla Nacional de las Artes y Humanidades, con las que el mandatario reconoce a diversas celebridades. Uno de los premiados fue Mel Brooks "por dedicar toda una vida a hacer reír al mundo", le elogió Obama. Tal es así, que el actor, con la medalla ya puesta, fingió que le bajaba los pantalones al presidente, un gesto que provocó las risas de los presentes y la cara de poema del líder, que finalmente sonrió y le estampó un abrazo.
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