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Keiko Fujimori AFP
El fiscal peruano que solicitó prisión para Fujimori pide protección por amenazas

El fiscal peruano que solicitó prisión para Fujimori pide protección por amenazas

Afines a la candidata presidencial derechista acuden al domicilio de Pérez para reprocharle su petición, que la Justicia evaluará el próximo lunes

ivi ugalde

Madrid

Sábado, 12 de junio 2021, 20:50

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El fiscal que pidió el jueves que la candidata derechista a la presidencia de Perú, Keiko Fujimori, vuelva a prisión provisional se ha convertido en la última víctima del clima de tensión que se vive en Perú tras la celebración hace una semana de las elecciones más divididas que se recuerdan. José Domingo Pérez, miembro del equipo especial del caso 'Lava Jato' que investiga a la líder del partido Fuerza Popular por presunto blanqueo de capitales, ha tenido que pedir protección. El motivo: las amenazas recibidas la noche del viernes, madrugada de ayer en España, cuando decenas de simpatizantes de la aspirante conservadora irrumpieron frente su domicilio para protestar por su decisión.

Tras dar cuenta el propio Pérez por redes sociales de la situación, la responsable del Ministerio Público, Zoraida Ávalos, exigió «de manera urgente» al Gobierno que se le «brinde seguridad» al investigador. Los hechos tuvieron lugar después de que la Justicia peruana diera a conocer que el próximo lunes evaluará la petición para que Fujimori regrese a prisión provisional tras denunciar el fiscal que «incumplió las reglas de conducta». En concreto, la norma de no comunicarse con testigos del caso, un argumento tildado de «absurdo» por la candidata derechista.

La hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori, que ya pasó 15 meses en prisión preventiva entre 2018 y 2020, se enfrenta a una pena de más de 30 años de prisión por presunto lavado de dinero en la financiación irregular de sus anteriores campañas electorales de 2011 y 2016. Sin embargo, podría eludir temporalmente el proceso si lograse ganar las elecciones y proclamarse la primera mujer en presidir de Perú.

Esa posibilidad, sin embargo, parece cada vez más remota, a pesar de sus intentos de anular unos 200.000 votos al denunciar, sin pruebas, un presunto fraude en la contienda que le medía por la presidencia de Perú ante el izquierdista Pedro Castillo, un maestro de escuela primaria de 51 años que en los últimos meses se granjeó una gran popularidad entre las clases más desfavorecidas al encabezar una huelga para exigir mejor condiciones para los docentes.

A falta de computarse el 0,32% de los votos, Castillo consolidaba anoche su ventaja con un 50,17% de los apoyos frente al 49,83% de Fujimori. Se trata de un estrecho margen de 58.490 votos pero que ya resultaría insalvable para la dirigente conservadora por el escaso número de papeletas que faltan por contabilizar. Incluso si tuviera éxito y se descalificaran decenas de miles de sufragios, los expertos advierten de que es poco probable que se produzca un giro radical en el resultado.

«Amenaza de golpe»

La batalla emprendida por Fujimori para anular papeletas desencadenó una tensión insólita cuando el Jurado Electoral le dio permiso la noche del viernes para impugnar actas fuera de plazo después de que la mayoría de sus recursos no fueran presentados a tiempo. Sin embargo, luego se retractaron al denunciar el partido de Castillo, el izquierdista Perú Libre, lo que consideraron una maniobra «inconstitucional» y una «amenaza de golpe». «No puede estar manoseando la voluntad del pueblo. El país ya decidió», clamaron.

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