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Vigilancia policial tras el tiroteo masivo ocurrido en Orange, California, el pasado 31 de marzo. EFE

Un hombre mata a cinco personas mientras Biden anunciaba medidas contra las armas

Un exjugador de la liga de fútbol americano acribilla a tiros a su médico y a tres de sus familiares en Carolina del Sur antes de suicidarse

mercedes gallego

Corresponsal. Nueva York

Jueves, 8 de abril 2021

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De camino al Jardín Rosado para explicar las medidas con las que piensa enfrentar la oleada de tiroteos masivos que asola al país, Joe Biden se enteró de los detalles del último: un exjugador de la liga de fútbol americano irrumpió en la casa de un médico de 70 años que le había tratado y disparó contra él y cuantos estaban allí, antes de volver el arma contra sí. Resultado: seis muertos, incluyendo el pistolero, el médico, su mujer, dos nietos de 5 y 9 años y un hombre que trabajaba en la casa.

«Por el amor de Dios, esto es una epidemia y tiene que parar», dijo estremecido el presidente. Sabe bien que tiene poco margen de maniobra. Su partido solo rompe el desempate en la Cámara Alta con el voto de la vicepresidenta. La oposición es un bloque único al que no arañó ni un voto para el Plan de Rescate Americano que busca relanzar la economía tras la pandemia. Su propio partido está lleno de conservadores como el senador Joe Manchin, que este jueves le despertó con un artículo de opinión en el que se opone a debilitar la regla del Senado conocida como 'filibuster' que le obliga a obtener mayoría absoluta para aprobar legislación.

Biden no ha tirado la toalla, pero con casi medio siglo de experiencia en el Congreso sabe que incluso cuando reinaba un clima bipartidista sacar adelante cualquier legislación para el control de armas tomó muchos años de negociaciones. Mientras tanto, las armas de fuego matan cada día a 316 personas en Estados Unidos. «Todavía teníamos la bandera a media asta por los asesinatos de ocho estadounidenses de origen asiático en Georgia cuando nos enteramos de que diez personas habían perdido la vida en otro tiroteo masivo de Colorado», contó. «Y probablemente no lo habréis oído, pero en los pocos días que separaron ambos incidentes, menos de una semana, hubo otros 850 tiroteos que dejaron 250 muertos y 500 heridos».

LA CLAVE:

  • Nuevas medidas. El Gobierno quiere aumentar el control de las pistolas que pueden montarse en casa

El de Boulder se llevó a cabo con un estabilizador que «esencialmente convierte una pista en algo endemoniadamente más certero que un mini rifle», contó. Por eso una de las medidas anunciadas es tratar esos artilugios letales «con la seriedad que se merecen». O sea, pagando 200 dólares al Departamento de Justicia para que se investigue el historial criminal y mental del comprador «igual que si se comprase un silenciador».

Con la autoridad ejecutiva de la que dispone también acabará con el tratamiento inocente que se le da a las llamadas «armas fantasma», un kit que permite montar un arma en casa en apenas 30 minutos sin que nadie sepa si quien lo compra «es un criminal o un terrorista». El presidente quiere que cumplan los mismos requisitos de control pero también que los fabricantes identifiquen los componentes con números de serie.

Y si bien es difícil conseguir legislación federal que confronte los grandes temas de prohibir la venta de armas automáticas o forzar periodos de espera para investigar concienzudamente a quienes requieren una licencia de armas, ayudará a los estados a implantar «leyes de alerta» que permitan retirar las armas mediante orden judicial a aquellos que los tribunales consideren que representan un peligro para ellos o sus familiares. «Cada mes 53 mujeres reciben un disparo de su pareja íntima», recordó, una cifra invisible que hace palidecer la española.

Eso no evitará tragedias como la del médico de York y su familia en Carolina del Sur, donde «nada tiene sentido», admitió este jueves el sheriff Kevin Tolson, pero bajará el balance mortal de los tiroteos que ni salen en los periódicos y será «solo el principio», prometió Biden. «No nos vamos a rendir». Poco después, la policía de Bryan (Texas) añadía otro a la lista: «múltiples víctimas» en una fábrica de muebles, con seis ambulancias en camino y el pistolero a la fuga.

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