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Donald Trump. Brandon Dill (EFE)

Trump reconforta a los hombres resentidos con el #MeToo

El presidente de Estados Unidos parodia a una de las mujeres que acusa al juez Kavanaugh de agresión sexual

Mercedes Gallego

Corresponsal en Nueva York (EE UU)

Miércoles, 3 de octubre 2018

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Sus asesores le habían pedido que controlase sus impulsos de atacar a Christine Blasey Ford, la profesora de Palo Alto que acusa a su nominado para el Supremo de haber intentado violarla a los 15 años. Durante diez días encontró palabras amables para esa mujer «tan correcta» que había dado «un testimonio muy convincente» ante el Comité Judicial del Senado. Su capacidad de fingir buenas maneras hacia las mujeres se agotó el martes en un mitin de Mississippi, donde desplegó su empatía hacia los hombres acusados de abusos sexuales y se mofó de la víctima.

«Hace 36 años, ¿vale? 'Me tomé una sola cerveza' ¿de acuerdo? Podrían haber sido… '¡No!'», la imitó levantando el dedo índice con severidad. «Una sola cerveza'. Ah, bueno, ¿y cómo llegaste a casa? No me acuerdo. ¿Cómo llegaste a la fiesta? No me acuerdo. ¿Dónde estaba la casa? No me acuerdo. ¿Cuántos años hace? No lo se. ¿En qué barrio estaba? No lo sé. ¿Cómo era la casa? No lo sé. Arriba, abajo, ¿dónde fue? No lo sé, ¡pero me tomé una sola cerveza!», parodió el presidente de Estados Unidos.

Los expertos coinciden en que las escenas que se han quedado grabadas en el cerebro de Christine Blasey Ford son las habituales en víctimas de abusos sexuales que han tenido que reprimirlas por temor a la humillación o incluso a ser culpadas de lo que han sufrido. «La memoria no es como una cinta de vídeo», ha explicado Dean Kilpatrick, director del Centro Nacional de Tratamiento e Investigación de Crímenes de la Universidad Médica de Carolina del Sur. «La información periférica desaparece con el tiempo, pero los momentos más angustiosos se quedan grabados a fuego».

La risa de los dos jóvenes que la forzaron, el miedo a morir asfixiada cuando Brett Kavanaugh le tapó la boca para que no gritara, el terror que sintió en el cuarto de baño en el que se encerró cuando tuvo la oportunidad de escapar… Todo eso lo ha contado Ford con vivos detalles ante los senadores que han recomendado la nominación del juez Kavanaugh al pleno del Senado, donde su líder está decidido a votar la confirmación esta misma semana en cuanto el FBI acabe la expedita y limitada investigación que se le ha encargado para calmar la conciencia de algunos y el furor de la opinión pública.

Tres senadores republicanos de los que depende Kavanaugh para ese puesto vitalicio dicen haberse quedado «horrorizados» con las palabras del presidente. «Sin duda un mitin político no era el lugar ni la hora para hablar de eso», dijo Jeff Flake, el senador sobre el que recaen todas las miradas para inclinar la balanza. «Lo que hizo el presidente anoche está mal, simple y llanamente», zanjó la senadora Susan Collins.

Trump no se limitó a atacar la credibilidad de la mujer, sino que se erigió en adalid de los hombres «injustamente acusados» entre los que se incluye a sí mismo. «Pensad en vuestros maridos y en vuestros hijos», dijo a las mujeres de Mississippi que acudieron a aplaudirle. Su hijo mayor, Donald Trump Jr., declaró el lunes al Daily Mail que tiene hijos e hijas pero al ver lo que está pasando le preocupan más sus hijos. En esa línea, cuando un periodista intentó darle anoche la oportunidad de suavizar sus declaraciones y decir algo reconfortante a las mujeres, el mandatario rehusó. «Les está yendo genial», zanjó.

Son muchos los seguidores de Trump que se sentían amenazados por la emancipación femenina antes incluso de que surgiera el #MeToo, mucho más ahora que millones de mujeres están rompiendo el silencio para denunciar los abusos que sufrieron en el pasado. Sólo durante el testimonio de Ford las denuncias en la línea Nacional de Abusos Sexuales se dispararon un 147%.

El abogado de Ford ha suplicado al director del FBI que no cierre la investigación sin entrevistarla, amén de las otras víctimas que ven a sus testigos ignorados por la agencia federal. Según algunas fuentes, la investigación de cinco días podría concluir hoy mismo para presentar el informe a los legisladores antes del viernes.

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