Macron despliega a 12.000 policías para evitar disturbios durante la huelga general
El presidente francés busca una salida apresurada a la crisis política y social, pero se niega a remodelar el Gobierno
El presidente, Emmanuel Macron, busca una salida a la crisis política y social en Francia pero, de momento, no contempla disolver la Asamblea Nacional, remodelar ... el Gobierno u organizar un referéndum sobre la reforma de las pensiones. Este miércoles se dirigirá a sus compatriotas en una entrevista en televisión tras varios días de protestas violentas en varias ciudades y a la espera de la gran jornada de paros y manifestaciones del jueves.
No se espera que el presidente anuncie que va a retirar la reforma de las pensiones -que eleva la edad de jubilación de los 62 años actuales a 64- aprobada la pasada semana, sino una nueva defensa de que es necesaria para no correr el riesgo de jugar con el futuro de los jubilados. Macron deberá tratar también de apaciguar los ánimos en las calles, literalmente en llamas contra un plan que sindicatos e izquierda consideran «injusto y brutal».
Patrick Vignal, diputado de Renacimiento, el partido del presidente, explicó este martes a EL CORREO que a Macron «no le gusta actuar bajo presión». Los franceses querrían ver cómo ruedan cabezas en el Ejecutivo tras la crisis desencadenada por el 'decretazo' aplicado para aprobar la reforma pero no parece, de momento, que vaya a deshacerse tan rápidamente de su primera ministra, Élisabeth Borne, como le gustaría a la oposición. «Macron es una persona fiel. Le cuesta desprenderse de la gente», recalca este político en un restaurante cerca de la Asamblea Nacional.
En su contexto
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855 personas han sido detenidas en las protestas desarrolladas desde finales de la semana pasada en Francia por causar desórdenes públicos.
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Grupos pequeños La Policía calcula que en París actúan unos 2.000 radicales infiltrados en las protestas, que provocan altercados en «grupos pequeños y dispersos» de 200 a 300 personas.
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Combustible escaso Las huelgan comienzan a traducirse en una escasez de combustible. El 12% de las estaciones de servicio del país se encuentran ya vacías y en zonas como Gard y Vaucluse las autoridades han decidido racionar las ventas.
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300 policías como mínimo, han resultado heridos en los altercados callejeros con manifestantes radicales, según el Ministerio de Interior.
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Bloqueos de carreteras Afectaron este martes a miles de conductores en Bretaña y en los Países del Loira, con especial incidencia en Lyon, nantes y Rennes. Las movilizaciones dejaron sin transporte urbano muchas ciudades y cortaron el servicio ferroviario entre Burdeos y Pau.
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«Explosión social» Cientos de personas se concentraron la noche del lunes en la plaza de la República de París al grito de «viene la explosión social» y «echemos a Macron».
Además de calmar las calles, según Vignal, el presidente debería ofrecer ciertas perspectivas sobre los cuatro años que le quedan de mandato y repensar la relación con los parlamentarios. La Asamblea Nacional, lamenta, se ha convertido en un lugar «donde todos disparan contra todos». Este diputado considera asimismo que Macron tendría que dejar en suspenso el plan sobre las pensiones a la espera de que se apruebe la reforma laboral que prepara el Gobierno y que permitiría «superar las desigualdades».
El presidente tuvo este martes una agenda cargada en el Palacio del Elíseo: reunión por la mañana con la primera ministra, almuerzo con los líderes de la Asamblea Nacional y el Senado y otro encuentro por la tarde con los parlamentarios de su partido y sus aliados. El objetivo era movilizar a sus filas un día después de que el Ejecutivo superara por los pelos una moción de censura transpartisana. A la oposición le faltaron nueve votos para hacer caer al Gobierno y enterrar la reforma de las pensiones.
La moción de censura ha dejado, sin embargo, debilitado a Macron y a su equipo, que deben lidiar con un fuerte malestar social. Los paros continúan en sectores clave como el transporte, la energía, la educación o la limpieza. El Ejecutivo ha tenido que intervenir para forzar a algunos trabajadores huelguistas de las refinerías a regresar a sus puestos para tratar de paliar la falta de combustible. Según el diario 'Le Figaro', casi un 10% de las gasolineras del país estaba este martes sin al menos un tipo de carburante.
Novena protesta desde enero
El Ministerio del Interior prepara un fuerte dispositivo policial de cara al jueves, cuando hay convocada otra jornada de huelga. 12.000 policías y gendarmes -5.000 de ellos en París- serán movilizados en todo el país durante la novena manifestación masiva desde que el 19 de enero comenzaron las protestas contra la reforma de las pensiones. El Ejecutivo teme que se produzca una radicalización de las marchas que, hasta hace unos días, habían transcurrido sin grandes incidentes. Pero el 'decretazo' ha incendiado las calles. Varias ciudades han sido escenario de acciones violentas espontáneas y radicales han destrozado mobiliario urbano, quemado contenedores y enfrentado a la Policía, que se ha visto obligada a dispersarles por la fuerza.
El Ayuntamiento de París ha activado «una célula de crisis» para garantizar los servicios públicos
Desde el pasado jueves, cuando el Gobierno recurrió al artículo 49.3 de la Constitución, se han organizado más de 1.200 manifestaciones y, según Interior, 94 policías han resultado heridos. El Ayuntamiento de París activó ayer «una célula de crisis» -se usó en los atentados terroristas de 2015 o la pandemia- para «garantizar la continuidad de los servicios públicos», entre otros objetivos, mientras 9.000 toneladas de basura siguen acumuladas en sus calles por la huelga del servicio de recogida de limpieza. La alcaldesa parisina, la socialista Anne Hidalgo, apoya las protestas, pero ayer hizo «un llamamiento a la calma» e instó al Gobierno a «retirar su reforma y entablar el diálogo con los interlocutores sociales».
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