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Hatice Cengiz, la novia del periodista Jamal Khashoggi, en un mensaje grabado durante un acto en memoria del periodista fallecido. AFP

Los asesinos saudíes disolvieron en ácido el cuerpo de Khashoggi

Turquía da nuevos detalles sobre el crimen del periodista mientras Netanyahu insta a pasar página para no generar inestabilidad en la región

Mikel Ayestaran

Jerusalén

Viernes, 2 de noviembre 2018, 16:54

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Un mes después de su asesinato en el interior del Consulado de Arabia Saudí en Estambul, el cuerpo de Jamal Khasoggi sigue sin aparecer. La Fiscalía turca confirmó el martes que «el periodista fue descuartizado» y Yasin Aktay, asesor del Gobierno, informó de que además «los asesinos lo disolvieron» en una sustancia química para no dejar pruebas. Aktay denunció que «matar a una persona inocente es un crimen, tratar el cadáver así es otro crimen y una vergüenza». Este sería el motivo por el que hasta el momento no se han podido encontrar restos del cadáver.

La investigación avanza pese a la escasa colaboración de las autoridades saudíes y la reciente visita del fiscal general del reino a Estambul no sirvió para aclarar el paradero de los restos de este periodista de 59 años, crítico con la monarquía y que vivía autoexiliado en Estados Unidos, donde colaboraba como articulista en el diario 'The Washington Post'. Esta falta de cooperación hizo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, apuntara directamente a lo más alto y pidiera que la persona que ordenó la operación «comparezca ante la Justicia», sin pronunciar su nombre.

El mensaje del mandatario turco se interpretó como una apelación al príncipe heredero, Mohamed Bin Salman (MBS), a quien apuntan todas las miradas desde el pasado 2 de octubre porque es la persona con mayor poder en el país y expertos en el reino aseguran que no se puede organizar una operación de este tipo sin su supervisión.

Desde Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Robert Palladino, insistió en que «los restos deben ser encontrados y devueltos a su familia para que puedan enterrarlo como se merece lo más pronto posible». Medios de este país como 'The New York Times' revelaron que apenas una semana después de su desaparición, MBS telefoneó a la Casa Blanca para alertar de que Khasoggi era «un islamista peligroso» y aseguró que formaba parte de los Hermanos Musulmanes, organización considerada terrorista en el reino. La familia de la víctima ha negado de forma tajante estas acusaciones.

Este asesinato ha provocado conmoción internacional y, ante las medidas punitivas adoptadas por países como Alemania o Suiza, que han suspendido la venta de armas a Riad, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, pidió apoyo para su gran aliado regional. Después de un mes de silencio, el dirigente del Estado hebreo calificó la muerte del periodista de «crimen horrible», pero se mostró dispuesto a pasar página lo antes posible porque «es muy importante para la estabilidad del mundo y de la región que Arabia Saudí permanezca estable». Netanyahu aprovechó su intervención para recordar que «el gran enemigo es Irán».

Hasta el momento, las autoridades de Riad han detenido a 18 sospechosos y ha apartado a dos altos cargos de sus puestos por su vinculación con el crimen. La otra decisión del rey Salmán fue crear una comisión para reorganizar los servicios de Inteligencia y ha puestos a su hijo, MBS, al frente de la misma. Toda una muestra de apoyo en medio de la creciente presión internacional.

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