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Una agente de Policía camina frente a varias flores homenaje a los fallecidos.
El asesino de Finsbury Park, una vida en descomposición

El asesino de Finsbury Park, una vida en descomposición

Su familia creía que no era racista, pero otros testimonios y su cuenta de Twitter sugieren lo contrario

Íñigo Gurruchaga

Martes, 20 de junio 2017, 12:01

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Darren Osborne, el supuesto autor del atropello de musulmanes en la medianoche del domingo, vivía en las últimas semanas en una tienda de campaña porque su pareja le había echado de casa, durmió en la noche del sábado borracho en el interior de la furgoneta que utilizó en la masacre. Estaba desempleado y era un bocazas. Cuando bebía en exceso era agresivo y violento.

Osborne nació en Singapur en 1969 pero fue criado por sus padres, John y Christine, en Weston-super-Mare, en la costa del condado inglés de Somerset. Allí estudió en un centro de formación profesional especializado en matemáticas y ordenadores, pero había trabajado como mecánico. Se trasladó a Cardiff, cerca de su lugar de nacimiento, para vivir con su pareja y con sus hijos.

La madre, de 72 años, identificó inmediatamente a su hijo en las imágenes de la televisión que daban cuenta de lo sucedido en torno al Centro Musulmal de Benficencia y la mezquita de Finscury Parl. No puedo defenderle, pero es mi hijo y es una terrible consternación. En este momento no puedo sobrellevarlo, no puedo, dijo en la tarde del lunes.

Su hermana, Nicola, que tiene un hijo de 'mezcla racial', según el vocabulario habitual en Reino Unido, decía: Darren defendería a mi hijo hasta la muerte. No está interesado en el terrorismo. Lamento muchísimo lo que ha ocurrido. La madre también afirmó que su hijo no es racista, que no mostraba interés por la política, que no conocería el nombre de la primera ministra.

Pero el supuesto autor del atentado seguía en su cuenta de Twitter, en la que nunca emitió un mensaje, a líderes de 'Britain First', lo británico primero, un grupo que aboga un supremacismo de blancos y cristianos. El asesino de la diputada laborista Jo Cox, hace un año, en vísperas del referéndum europeo, gritó 'Britain First' cuando la mató a las puertas de su oficina en la circunscripción que representaba, en el norte de Inglaterra.

En Cardiff se construyó la primera mezquita en Reino Unido, por marinos de Yemen que se asentaron en la ciudad como deriva del gran comercio portuario, pero tiene porcentajes bajos de habitantes que se definen como musulmanes. En el barrio de Pentwyn, donde vivía Osborne, hay varios vecinos que profesan el Islam y que expresaban ayer sorpresa. Les ayudaba con reparaciones, por ejemplo.

Pero la familia de Khadij Sherazi tenían otra experiencia. Osborne habría llamado 'endogámico' a su hijo, Nadeem, de 12 años, cuando se cruzó en la calle con él y con su hermana, Nadia, de diez. Ese insulto basado en el prejuicio sobre matrimonios intrafamiliares no llevó a Sherazi a denunciarlo. No le dimos importancia. Parecía un tipo normal, decía la madre.

Era el vecino que estaba siempre reparando su viejo coche, que paseaba a los perros y llevaba a sus hijos a la escuela. Y que les gritaba a menudo. También a su mujer, Sarah Andrews, chef de un pub. En Weston-super-Mare, quienes le han conocido desde hace años recuerdan una tendencia. Un tipo normal y bebedor. Cuando bebía demasiado, se volvía agresivo, se enzarzaba en peleas.

Su madre y su hermana dice que ha vivido con problemas de salud mental desde hace mucho tiempo, que tomaba medicación. Las broncas con su mujer se habrían hecho más frecuentes en las últimas semanas. Algunos medios dicen que vivía en una tienda de campaña. Es un caso frecuente tras separaciones matrimoniales. Esperan así a que el Ayuntamiento les de una vivienda social y sobreviven gracias a los bancos de alimentos.

El relato de las últimas horas es extraño y siniestro. En la tarde del sábado, unos vecinos le oyeron cantar con sus hijos en la cocina de su casa. En la noche fue expulsado del pub local porque estaba muy borracho. Maldijo a los musulmanes y dijo que iba a causar daños. Más tarde un vecino vio a un hombre dormido dentro de una furgoneta. Se acercó y Osborne le ahuyentó. Olía a alcohol. Llamó a la Policía.

El domingo, hacia las tres de la tarde, Osborne llamó a su hermana, Nicola, para felicitarle por su cumpleaños. Le dijo que estaba en Londres, pero no le dio más detalles. Poco después de la medianoche, se mostraba desafiante desde embestir contra practicantes del rezo nocturno del Ramadán. Cuando le golpeaban tras sacarlo de la furgoneta, dijo que quería matar musulmanes y también 'matadme, matadme'.

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