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El candidato del PD, Stefano Bonaccini. EFE
Italia vuelve al bipolarismo con la debacle del M5E en las regionales

Italia vuelve al bipolarismo con la debacle del M5E en las regionales

El desastre de la formación anticasta en las elecciones en Emilia-Romaña y Calabria refuerza a los dos bloques ideológicos clásicos de izquierda y derecha

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Corresponsal. Roma

Lunes, 27 de enero 2020

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Italia regresa al bipolarismo. Las elecciones celebradas el pasado domingo en Emilia-Romaña y Calabria, ganadas por la izquierda en la región norteña y por la derecha en la sureña, confirman la prevalencia de dos grandes polos ideológicos, uno encabezado por el Partido Democrático (PD) y otro por la Liga. Además del líder de esta última formación, Matteo Salvini, que se queda sin conquistar el gran bastión de la izquierda, el otro gran derrotado de esta cita con las urnas es el Movimiento 5 Estrellas (M5E). El principal partido en el Parlamento después de lograr el 32% en los comicios legislativos de marzo de 2018 obtuvo el domingo unos míseros resultados: 7% en Calabria y 3% en Emilia-Romaña.

Esta nueva debacle electoral, que sigue a las encajadas en las europeas del año pasado y en las diversas regionales celebradas en los últimos meses, debilita la posición del principal socio de la coalición que sostiene al Gobierno junto al PD y a Italia Viva, el partido de Matteo Renzi. El M5E sufre además un vacío de poder interno que va a resultar difícil llenar. El cómico Beppe Grillo, su histriónico fundador, se aportó voluntariamente de la primera línea en 2018, que también abandonó la semana pasada Luigi Di Maio. Más allá del jefe de filas que salga elegido del congreso que se celebrará en marzo, el principal valor electoral del M5E es hoy el primer ministro, Giuseppe Conte. Y eso que formalmente no es miembro de esta fuerza política y le gusta presentarse como un 'super partes'.

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El primer ministro garantizó este lunes la continuidad del Gobierno pese al desastre electoral del M5E y señaló que el gran perdedor de esta cita con las urnas era Salvini, que esperaba hacerse con Emilia-Romaña para desgastar al Ejecutivo. «Los ciudadanos vieron los comicios como un referéndum sobre él y ha salido derrotado», dijo. A Conte le va a tocar encajar las nuevas exigencias del PD que, crecido ante el éxito en Emilia-Romaña y la debilidad de su socio de coalición, pide ahora que se tenga más en cuenta su voz dentro del Gobierno.

«El M5E es un movimiento populista de tipo tradicional y se está disolviendo. Recoge a quien está insatisfecho con la política, pero funciona mal cuando debe responder a problemas concretos a nivel local o regional», explica Fulco Lanchester, director del departamento de Ciencia Política de la Universidad 'La Sapienza' de Roma. Las malas cifras de la formación 'anticasta' se explican por la «extrema volatilidad» de los electores, que «ya no se reconocen en una de las familias políticas tradicionales», por lo que son más propicios a cambiar su papeleta según las circunstancias. Esta tendencia pesa particularmente en el M5E porque no cuenta con una estructura territorial tan arraigada como el PD y la Liga. El ejercicio del Gobierno, además, casa mal con su vocación de partido de protesta.

Esa «extrema volatilidad» fue confirmada por un estudio del Instituto Cattaneo, que analizó el voto en cuatro ciudades de Emilia-Romaña y descubrió que la mayor parte de los electores que habían apoyado en el pasado al M5E optaron esta vez por el candidato del PD, Stefano Bonaccini. Éste logró siete puntos de distancia respecto a la aspirante de la Liga, mucho más de lo que vaticinaban las encuestas. En esa migración habría pesado el movimiento ciudadano de las Sardinas, una iniciativa popular que no se reconoce en ningún partido pero que movilizó el voto contra Salvini. «Cuando personalizas unas elecciones te pueden pasar estas cosas. Las Sardinas son una muestra de que a veces a la sociedad civil le une más ir contra alguien o algo que a favor», destaca el profesor de 'La Sapienza'.

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