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Ignacio Allende Fernández, 'Torbe'.
La denunciante de Torbe es una menor captada en un bar de Madrid a quien dieron drogas

La denunciante de Torbe es una menor captada en un bar de Madrid a quien dieron drogas

El rey del porno español, en prisión incondicional, usaba una red de trata de mujeres ucranianas y blanqueaba mediante el «pitufeo», según la policía

Mateo Balín

Sábado, 7 de mayo 2016, 13:52

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La supuesta red de pornografía liderada por Ignacio Allende Fernández, alias Torbe, el rey del porno español en prisión incondicional, fue desmantelada tras la denuncia de una menor que fue captada en un bar de Madrid para participar en la grabación de vídeos. La chica aceptó en un principio tras ofrecerle entre 300 y 450 euros -si se quitaba la máscara que le dieron se incrementaba 200 euros más-, pero luego se negó y fue coaccionada y obligada contra su voluntad a realizar escenas sexuales mediante el consumo de drogas, según la versión policial.

Este era, según los investigadores, el modus operandi que podría haber estado utilizado Torbe para atraer a otras posibles víctimas menores. Una hipótesis que gana fuerza después de que la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional visionar el material incautado en los registros, en el que localizaron vídeos de otra menor publicados en la web del director, 'Putalocura.com', y para cuyo visionado completo se exigía pagar una determinada cantidad de dinero.

Debido a la complejidad de encontrar a estas adolescentes, la policía pidió este sábado a la ciudadanía que denuncie, de manera estrictamente confidencial, cualquier hecho relacionado con la llamada 'operación Narsés'. Para ello abrió dos canales de comunicación, un teléfono (900105090) y un correo electrónico, trata@policia.es.

No obstante, desde el entorno del director y actor porno defienden que Torbe solía pedir el DNI a las jóvenes que accedían a participar en sus vídeos para evitar problemas, aunque era un asunto «propenso al engaño» porque algunas chicas no tenían 18 años y trataban de disimularlo para ganarse unos euros.

En cualquier caso, el testimonio de la denunciante es, de momento, el sostén de la investigación que dirige un juzgado de Madrid por delitos de pornografía infantil, entre otros. De ahí que la policía busque nuevos testimonios de posibles menores para reforzar los indicios delictivos de la causa.

     

Vínculo ucraniano en Murcia

     

Tras la denuncia de la primera menor, los investigadores cruzaron los datos recabados con los de otras pesquisas llevada a cabo por la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos, en las que dos mujeres, una española y otra extranjera, denunciaron que estaban siendo obligadas a prostituirse en Murcia. La relación de todo ello llevó a los policías a dar con un entramado internacional que, supuestamente, proveía de mujeres ucranianas para rodar escenas pornográficas, a menudo en contra su voluntad.

Esta red captaba supuestamente a chicas con problemas económicos en su país de origen, las proveían de la documentación necesaria para entrar en España y una vez aquí las alojaban en la oficina en la que tenían lugar las grabaciones, en ocasiones manteniéndolas encerradas, según la policía.

Muchas de ellas no conocían la actividad que iban a realizar ni la dureza de las prácticas a las que eran sometidas. Posteriormente, los vídeos elaborados eran difundidos en internet a través de las diferentes páginas web que presuntamente gestionaba Torbe. Para ello contaba con más de 300 chicas al año, los dominios recibía unas 300.000 visitas al mes y se estima que su negocio facturaba unos tres millones de euros al año.

En el transcurso de la investigación, los agentes averiguaron también que existían flujos de dinero a paraísos fiscales, así como ingresos y reintegros de pequeñas cantidades económicas mediante el procedimiento conocido como «pitufeo» (transferir el dinero de origen ilícito en pequeñas cantidades para que no resulte sospechoso).

El empresario recibía presuntamente grandes cantidades de dinero de procedencia ilegal y utilizaba sistemas de alta tecnología en sus actividades, tales como la Deep Web (internet profunda) o sistemas de comunicación por voz encriptados.

En total han sido detenidas seis personas: Torbe, otros cuatro miembros de la empresa y un ciudadano ucraniano que supuestamente proveía de mujeres para realizar los actos sexuales. En la operación se han llevado a cabo tres registros en Madrid, en la vivienda de la calle Gran Vía y en la empresa del principal investigado y en un lujoso hotel. Allí se intervinieron 17 ordenadores, 6.000 euros, equipos de videograbación, material gráfico y material para la grabación de vídeos.

No es la primera vez que este hijo de dos sastres de Portugalete (Vizcaya), a punto de cumplir 47 años, tiene problemas con la Justicia. Hace diez años fue detenido por rodar una escena con una menor de 16, pero quedó en libertad y la causa fue archivada tras defender que la chica le había engañado con la edad. No hubo más indicios contra él.

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