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Rescatan en Alicante a dos hermanos que vivían en cautiverio en el domicilio familiar desde hace más de 7 años

Agentes de la Guardia Civil detienen a una pareja de nacionalidad suiza que retuvo a los hijos de la mujer, de 15 y 17 años, sin escolarización ni sanidad desde que llegaron a España en 2009

europa press

Sábado, 29 de octubre 2016, 10:41

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Agentes de la Guardia Civil han detenido a una pareja de nacionalidad suiza residente en Catral (Alicante) por los delitos de malos tratos en el ámbito familiar hacia los hijos de ella, de 17 y 15 años, y detención ilegal de los mismos, ya que, desde que llegaron a España hace más de 7 años, los menores no salían de casa, no estaban escolarizados y no recibían asistencia médica, según ha informado la Benemérita en un comunicado.

La hija mayor, de 17 años, fue quien pidió ayuda por correo electrónico, en un descuido de la madre, a la fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), que dio conocimiento a las autoridades.

A comienzos de este mes de octubre, un representante del área de servicios sociales del Ayuntamiento de Catral se personó en dependencias policiales e informó que había recibido un informe de la fundación ANAR sobre dos hermanos menores de edad de los que se desconocía la dirección exacta del domicilio.

En ese informe se detallaba cómo la mayor de los dos menores había pedido auxilio vía correo electrónico por estar recluidos en la casa familiar desde que vinieron a España, en el mes de marzo de 2009. La joven, de 17 años, alertaba de que ella y su hermano tenían completamente restringido cualquier tipo de contacto con el exterior.

En ese primer correo electrónico enviado con fecha de 29 de agosto de 2016, también explicaba que su madre, de 49 años y origen español, no les dejaba ir al colegio, que sólo el hermano mayor de los tres, que ahora es mayor de edad y vive en Suiza con su padre biológico, estuvo escolarizado cuando llegaron a España, si bien sólo cursó ese año 2009 y dejó los estudios. Los dos hermanos vivían tan aislados de la sociedad, que ni siquiera hablaban español y se comunicaban en inglés.

También relataba que nunca habían recibido asistencia sanitaria de ningún tipo, que nunca habían ido al médico, ni cuando han estado enfermos. Precisaba que sólo en una ocasión recuerdaba haber ido al centro médico de Almoradí (Alicante), por una dolencia de estómago.

Prohibido el acceso al teléfono y a internet

Además, afirmaba que tenían totalmente prohibido el acceso a internet y a cualquier clase de tecnología, y que tampoco tenían acceso al teléfono, ya que incluso una vez su madre le rompió su dispositivo móvil porque amenazó con llamar a la Policía.

La menor relataba que sólo salían a la calle unos pocos minutos al día para sacar a las mascotas o para comprar algo rápido en un supermercado cercano, pero todo ello bajo un estricto control telefónico por parte de la madre.

Agresiones a los menores

Asimismo, aseguraba que, la ahora detenida, les amenazaba, les insultaba e, incluso agredía de forma continua, llegando a propinarle, sobre todo a ella, "auténticas palizas", en las que la golpeaba con las manos, contra la pared o los muebles y le lanzaba piezas de la vajilla o cualquier objeto que tuviera en la mano en esos momentos.

Añadía la adolescente que no se había atrevido a pedir ayuda hasta ahora porque, desde pequeña, había estado bajo continuas amenazas de muerte, ya que le habían llegado a decir en varias ocasiones que les mataría si hablaba con la Policía y que, además, éstos les iban a violar y a matar, idea con la que crecieron durante todo este tiempo, según el relato de la joven.

En su correo electrónico, apuntaba que empezó a sufrir esta situación ya en Suiza, desde la edad de 3 ó 4 años, y que había continuado al trasladarse a España.

Complicidad de la pareja de la madre

Afirmaba también que la pareja actual de su madre, un hombre también suizo, de 30 años, era conocedor de todos estos hechos y no hacía nada al respecto. La familia cambiaba cada 8 ó 9 meses de domicilio y habían llegado a vivir en 7 años en 6 casas diferentes, en localidades como Catral, Arenales del Sol, La Marina de Elche y Rojales, todas ellas ubicadas en la provincia de Alicante.

Fue desde La Marina de Elche donde la menor envió por primera vez una serie de correos electrónicos a diferentes organizaciones explicando su situación y pidiendo ayuda y, una vez que se volvieron a mudar a Catral, el pasado mes de septiembre, fue cuando se le perdió la pista, ya que ésta no supo especificar a la fundación ANAR (que, según dice la menor, fue la única que le contestó a sus mensajes de auxilio), los datos exactos de su nueva ubicación.

Ante semejante petición "desesperada" de auxilio, los agentes investigadores pusieron en marcha una operación para localizar a estos dos menores, en el mínimo tiempo posible. Tras semanas de numerosas gestiones, se localizó el nuevo domicilio familiar donde se encontraban recluidos los dos hermanos.

La madre negó la presencia de los menores

Los agentes se personaron de inmediato y la madre llegó a negarles que tuviera a nadie allí retenido, es más, negó incluso que allí viviera algún menor. La chica, que escuchó a los agentes hablar con su madre, comenzó a realizar gestos desde el pasillo para llamar su atención, momento en el que los dos hijos fueron rescatados.

La mujer quedó automáticamente detenida por los delitos de maltrato familiar (violencia doméstica, por lesiones y coacciones a sus dos hijos) y por la detención ilegal de éstos.

La actual pareja sentimental de la madre quedó también detenido por encubrimiento de delito, al no comunicar estos hechos a las autoridades competentes y permitir, con su pasividad, que la mujer siguiera con esta situación de maltrato físico y psicológico. Ambos han quedado a disposición judicial, en libertad con cargos.

Los dos hermanos fueron ingresados en un primer momento en el Centro de Menores de Alicante, si bien la hija mayor, que era sobre la que recaía principalmente el maltrato físico y psicológico de la madre, ha sido recogida ya por su padre biológico, con el que se ha trasladado a vivir de nuevo a Suiza. El chico, de 15 años, ha vuelto al domicilio familiar, con el visto bueno de la Autoridad Judicial.

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