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La agente de Salamanca, a la salida de su declaración, junto con la vocal de la AUGC, Pilar Villacorta.
Un chaleco no reglamentario coloca a una guardia civil con un pie en la prisión

Un chaleco no reglamentario coloca a una guardia civil con un pie en la prisión

La agente, que ha declarado esta mañana ante el tribunal togado militar, utilizó una protección antibalas que se compró porque el escudo oficial no le protegía

M. J. PASCUAL

Viernes, 4 de noviembre 2016, 15:22

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Salió Alicia ruborizada y con media sonrisa ante la ovación que recibió de sus compañeros, dos horas después de comparecer ante el tribunal togado militar de Valladolid y explicar a sus señorías que si una agente de la Guardia Civil se compra un chaleco antibalas adaptado a sus hechuras femeninas no es por coquetería: es la diferencia entre salvar la vida o morir de un disparo o un navajazo, y ella tiene dos hijos.

La agente, destinada en Salamanca, que entró a declar con su abogado, Mariano Casado, estuvo arropada en todo momento por representantes nacionales y regionales de la Asociación Unificada de la Guardia Civil y del Sindicato Unificado de Policía (SUP), que incluso se llevaron un chaleco reglamentario de hombre para demostrar, probándolo ante las cámaras con una agente femenina haciendo de modelo improvisada, que ese chaleco es completamente ineficaz para salvar la vida de una mujer. No permite sacar el arma ni los grilletes y no se pega al tórax. Pesa cinco kilos. El superior de Alicia, quien planteó la denuncia contra la agente que le ha llevado a esta especie de 'consejo de guerra', le conminó a dejar de utilizar el chaleco que se compró o que se pusiera el otro encima. Serían diez kilos que le impedirían cualquier movimiento de defensa, incluso desenvolverse en el coche patrulla.

Para el letrado Mariano Casado, el asunto nunca debío llegar al tribunal. "Esperemos que lo archiven", manifestó a la salida del edificio de Defensa.

Pilar Villacorta, vocal nacional de la AUGC, explicó que este caso 'del chaleco' no es el único de España, hay otros dos en Toledo y Madrid, abiertos a agentes femeninos por llevar chalecos no reglamentarios en ejercicios de tiro. "Estas cosas demuestran la falta de integración real de la mujer en la Guardia Civil, la Dirección General adolece de formación en materia de igualdad de trato, y la información y la educación es el gran hándicap en un cuerpo masculino y, en general, muy machista". En la Benemérita hay una plantilla de 79.000 agentes, y solo 5.000, el 6% son mujeres. "Algo está pasando para que en la Guardia Civil el absentismo de las mujeres duplique al de otros Cuerpos y del Estado".

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