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Junqueras sale por primera vez de prisión para trabajar en la universidad Susanna Sáez

La Generalitat concede el régimen de semilibertad a los 9 presos del 'procés'

El tercer grado de los dirigentes independentistas quedará en manos del Supremo, el tribunal que les condenó

cristian reino

Barcelona

Martes, 14 de julio 2020

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Nueve meses después de ser condenados a penas de nueve a trece años de prisión, los presos del 'procés' podrán salir en breve en régimen de semilibertad. Esto es, podrán salir de lunes a viernes del penal durante el día y regresar para dormir y los fines de semana los podrán pasar en casa al completo.

El Departamento de Justicia de la Generalitat anunció este martes que ha concedido el tercer grado penitenciario a los nueve dirigentes secesionistas, encarcelados por un delito de sedición y también de malversación en algunos casos. No todos han cumplido más de un cuarto de sus penas. Jordi Sànchez y Jordi Cuixart son quienes más tiempo llevan entre rejas. El fin de semana pasado cumplieron sus primeros mil días.

Servicios Penitenciarios del Govern catalán, que tiene las competencias transferidas en materia de prisiones, ratificó la propuesta formulada el pasado 2 de julio por las juntas de tratamiento de los centros penitenciarios de mujeres de Barcelona, Puig de les Basses y Lledoners. Junqueras, Romeva, Bassa, Forcadell, Cuixart, Sànchez, Turull, Rull y Forn fueron condenados por el Supremo el 14 de octubre de 2019. A los seis meses de la condena, las prisiones y más tarde la Consejería de Justicia les clasificaron en segundo grado. En la primera revisión (cada seis meses), han avanzado hasta el tercer grado, lo que les permitirá además tener 48 días de permisos anuales.

En estos momentos, los dirigentes independentistas ya pueden abandonar la cárcel, en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que les permite salir de lunes a viernes a trabajar y hacer labores de voluntariado durante el día. La Fiscalía se ha opuesto en todos los casos, pero los jueces de vigilancia penitenciaria han avalado estas medidas.

El papel de la Fiscalía se antoja clave en el devenir de los presos en los próximos tiempos. Hasta la fecha, el Ministerio Público se ha mostrado inflexible en relación a los beneficios penitenciarios de los secesionistas. Si mantiene el mismo criterio que con el 100.2, la Fiscalía impugnará el tercer grado en todas las instancias posibles. El primer recurso debería presentarlo ante el juzgado de vigilancia penitenciaria. Si no prospera, el Ministerio Público acudirá al tribunal sentenciador, en este caso el Supremo, que en octubre de 2019 condenó a los nueve dirigentes secesionistas por su implicación en los hechos de octubre del año 2017.

Algunas fuentes apuntan que la impugnación del tercer grado de los nueve independentistas podría estar resuelto para el mes de septiembre. Más carga política para un otoño que se prevé caliente, con el juicio contra Torra en el Alto Tribunal y el escenario electoral al caer. Una actitud muy beligerante de la Fiscalía, que durante el juicio defendió hasta el último día que los líderes del 'procés' cometieron un delito de rebelión, podría complicar las relaciones entre el Gobierno y ERC. Los republicanos llevan meses pidiendo gestos al Gobierno en materia de presos. Reclaman la amnistía, pero en el caso de Dolors Bassa, UGT ya ha solicitado su indulto. El Ejecutivo enfrió días atrás la posibilidad de acelerar la reforma del delito de sedición, que podría beneficiar de forma retroactiva a los presos soberanistas.

Está por ver la posición del Supremo. El auto del juez de vigilancia penitenciaria que avaló el 100.2 de Junqueras recordó que la propia sentencia del Alto Tribunal no incluyó la petición de la Fiscalía de que los condenados no pudieran acceder al tercer grado hasta el cumplimiento del 50% de la pena. No obstante, el Supremo lanzó un aviso a los funcionarios de las prisiones catalanas cuando se planteaban permitir a los presos con 100.2 pasar el confinamiento en sus casas.

Sin riesgo de reincidencia

Según fuentes de la Consejería de Justicia de la Generalitat, el tercer grado está justificado en que en los nueves presos soberanistas participan en actividades en la prisión, ofrecen la máxima colaboración, tanto al resto de internos como a los funcionarios. Además, el Servicio de Clasificación también ha tenido en cuenta que todos los internos disponen de una red social y familiar favorable para la rehabilitación, junto con un pronóstico de «bajo riesgo de reincidencia». «No se han arrepentido y encima amenazan con volverlo a hacer», criticaron en cambio desde Ciudadanos. «Hoy el Govern, con su decisión, nos da la razón: dar golpes a la democracia sale barato en Cataluña», apuntaron en la formación naranja. Algunos de los presos utilizaron las redes sociales para señalar que la semilibertad no existe. «El tercer grado no es libertad, es cumplimiento de la pena», aseguraron.

Ahora, las juntas de tratamiento de cada uno de los centros penitenciarios establecerán las fechas a partir de las que se aplicarán los terceros grados, los horarios concretos y, en su caso, los cambios en las actividades que desarrollan fuera de los centros penitenciarios. Pero el tercer grado entra en vigor de inmediato y solo lo puede paralizar un juez.

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