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Pablo Iglesias en el vídeo que ha colgado en su perfil de Twitter.

Iglesias renuncia a ser ministro, revive la negociación y pone en un brete a Sánchez

El PSOE ve positivo el gesto del líder de Podemos, pero avisa de que no obliga a asumir sin más otras exigencias

Viernes, 19 de julio 2019, 17:51

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Las cosas se mueven y la investidura de Pedro Sánchez parece menos imposible. Un día después de que el candidato socialista señalara a Pablo Iglesias como el «principal escollo» para un acuerdo de Gobierno y volviera a poner sobre la mesa, corregida y aumentada, la oferta de incorporar a su futuro Consejo de Ministros a miembros de Podemos, el secretario general del partido izquierdista dio un paso clave y anunció su renuncia a tener un puesto en el próximo Ejecutivo.

El líder de Unidas Podemos hizo el anuncio a través de un vídeo colgado en su cuenta de Twitter. «No debo ser la excusa del PSOE para que no haya un Gobierno de izquierdas», argumentó en la grabación. «Estar o no en el Consejo de Ministros no será un problema siempre y cuando no haya más vetos y la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno sea proporcional a los votos» añadió. Iglesias se refirió así al posible nombramiento como ministros de compañeros de filas como Irene Montero, Pablo Echenique o Rafa Mayoral. Tratar de dejarlos fuera del Ejecutivo, a ellos o a otros dirigentes que se propongan desde Podemos, sería ya traspasar una línea roja que se considera ya infranqueable.

Los socialistas tardaron poco en recoger el guante pero también dejaron claro que, por importante que sea, el gesto de Iglesias no lo resuelve todo ni obliga automáticamente a Sánchez a asumir sin más cualquier otra exigencia que pueda poner sobre la mesa para salvar la investidura. «El presidente escuchará las propuestas y decidirá el equipo», advirtieron. En su entrevista en 'La Sexta', el jueves, ya enfatizó esa misma idea. «Yo no quiero vetar a nadie, pero tampoco quiero que me impongan a mí los nombres,porque al final, yo voy a ser el primer y último responsable de lo que hagan esos ministros y ministras, sean del PSOE, sean independientes o sean de Unidas Podemos», argumentó.

En el PSOE también admiten, sin embargo, que después de haber singularizado en el propio secretario general de Podemos las razones por las que el Gobierno de coalición resultaba inviable, hay menos margen para seguir poniendo límites a la negociación. Este viernes mismo por la mañana, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en RNE, y la ministra portavoz, Isabel Celaá, en la rueda de prensa habitual de los viernes, ya dejaron la puerta abierta, de hecho no ya a militantes del partido izquierdista con perfil técnico, como se había planteado la semana pasada, sino a miembros de la cúpula podemista con significación política.

Iglesias: «No debo ser la excusa del PSOE para que no haya un Gobierno de izquierdas»

Las posiciones de Montero, Mayoral o Echenique sobre esos asuntos de Estado que, según Sánchez, hacían imposible que Iglesias estuviera en su gabinete -fundamentalmente, Cataluña y su consideración de los impulsores del 'procés' como presos políticos, pero también las reglas de equilibrio presupuestario o el papel de España en Europa y en el mundo- son exactamente las mismas que las de su jefe de filas. En el PSOE y en el Gobierno, sin embargo, aducen que los desequilibrios que puede causar que en el Consejo de Ministros se siente el líder de otro partido son más relevantes que las eventuales contradicciones provocadas por otros dirigentes.

En todo caso, nada está decidido. En su comunicado, los socialistas insistieron en la que venía siendo su postura y argumentaron que antes de hablar de personas hay que negociar el programa. «Sin vetos ni imposiciones podremos llegar a un acuerdo», dijeron. El líder de Podemos, en cambio, siempre ha defendido que la negociación tiene que ser integral. Hace una semana, utilizó un simil para ridiculizar los planteamientos del PSOE. «Es como diseñar la estrategia de un equipo de fútbol sin saber quiénes van a ser los jugadores», dijo.

Como en 2016

El líder de Podemos ya ofreció dar un paso al lado en 2016, cuando los socialistas y la formación morada negociaron sin éxito otra coalición. «Si el problema del PSOE es mi presencia, renuncio a estar en ese gobierno, lo importante es que haya un gobierno de coalición a la valenciana», dijo. Entonces los números no daban para un Gobierno progresista pero ahora sí, siempre y cuando Esquerra se abra a facilitar la investidura con un sí en la primera votación o, opción mucho más probable, una abstención en la segunda, donde a Sánchez ya le bastaría con obtener más síes que noes.

Que Iglesias haya vuelto a anteponer el pacto de gobierno a sus aspiraciones políticas fue este viernes motivo de elogio para sus aliados de coalición. Izquierda Unida, el socio de Unidas Podemos que menos entusiasmo ha mostrado hasta el momento por entrar en el Gobierno, se alabó el sacrificio ofrecido por el que fue su candidato a la Moncloa las pasadas generales. «Una decisión valiente, generosa e inteligente», valoró Alberto Garzón. El portavoz de En Comú Podem, Jaume Asens, aplaudió «el gesto de dignidad».

El PNV aplaude y pide empezar a negociar

El PNV acogió este viernes como una «señal positiva» el paso a un lado de Pablo Iglesias, en la medida en la que pueda servir para que «se abra de una vez por todas», dijo en un comunicado, un «verdadero proceso negociador». La formación nacionalista descartó prácticamente desde el primer día votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez, pero se queja de que los socialistas no hayan movido un dedo con ellos. «Se equivoca -avisan- quien dé automátiamente por hecho nuestro apoyo»

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