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Pedro Sánchez interviene durante la sesión de control. Foto: EFE / Vídeo: Atlas

Sánchez se enfrenta a la posibilidad de que el Congreso tumbe la prórroga

Aliados y oposición reprochan al presidente que no haya consultado con nadie el diseño del plan de desescalada

Ramón Gorriarán

Madrid

Miércoles, 29 de abril 2020, 10:59

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Pedro Sánchez sale cada día más solo del Congreso. Este miércoles comprobó el endurecimiento del discurso del PP, asistió al alejamiento de Ciudadanos, y escuchó el último aviso de Esquerra. Todos le reprochan lo mismo, su ensimismamiento en la toma de decisiones contra la pandemia y que después reclame adhesiones. Una soledad que se torna peligrosa para el Gobierno a una semana de votar en la Cámara la cuarta prórroga del estado de alarma.

Un día después de aprobar el plan de desescalada, ha cundido la preocupación en la Moncloa porque la unidad entre las fuerzas políticas y las administraciones públicas está más lejos que nunca. «Entramos en una etapa de prueba y error» en la que el Gobierno va a tener que decidir y rectificar, afirman fuentes socialistas, y Sánchez necesitaría consenso. El ministro de Sanidad, poco amigo de introducir consideraciones políticas en la gestión de la pandemia, apeló este miércoles a esa unidad porque ahora es «más importante que nunca».

Un llamamiento que cayó en saco roto. El jefe de la oposición, sin llegar a decir que el PP no iba a acompañar al Gobierno en la cuarta prórroga del estado de alarma, advirtió al presidente de que «no cuente» con su partido para «hacer el ridículo», que es, a su entender, lo que hace Sánchez con el unilateralismo en las decisiones. «Usted miente a todos», reprochó Pablo Casado a Sánchez en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. Se refería a la oposición, pero también a las comunidades autónomas, muy molestas, en general, con el plan para volver a «la nueva normalidad».

Vídeo. Casado acusa al presidente del Gobierno de mentir. EP

Casado no puso en tela de juicio la desescalada, pero sí las formas con que se ha diseñado. Se quejó una vez más de no haber sido consultado ni informado, y en su protesta encontró esta vez la compañía de Ciudadanos. El diputado Edmundo Bal preguntó al presidente del Gobierno «¿cuándo va a llegar la fase de diálogo con la oposición?» porque hasta ahora ha practicado un ninguneo absoluto. «Cambie la improvisación por la sensatez, la unilateralidad por el consenso», reclamó el parlamentario liberal.

El secretismo más absoluto rodea la toma de decisiones en la Moncloa, y los ministros que no forman parte de los comités creados por Sánchez solo se enteran de las medidas en las reuniones telemáticas del gabinete. Los dirigentes del PSOE también están ayunos de información y, se quejan asimismo de que tienen que defender al Gobierno sin contar con los elementos para hacerlo.

Buena prueba de los problemas que acarrea esta cautela extrema se vieron en el largo Consejo de Ministros de este martes que dio luz verde al plan de desescalada. El documento de los expertos que llegó a la reunión sufrió tal cantidad de cambios que necesitó una nueva redacción posterior. Un contratiempo que motivó además el retraso de cuatro horas en la comparecencia pública del presidente del Gobierno.

El espíritu de la censura

En la Moncloa afirman que la urgencia, la velocidad exigida en la toma de decisiones y la complejidad de las mismas motivan que no se transmitan con antelación a los representantes de la oposición, pero la información tampoco llega a los socios de la investidura ni a los presidentes autonómicos, que deben de gestionar las medidas.

Las explicaciones no convencen a la oposición, pero tampoco a los aliados. El portavoz de Esquerra avisó este miércoles al presidente del Gobierno que la ausencia de diálogo pone en peligro «el espíritu de los 180 diputados de la moción de censura». Gabriel Rufián instó a Sánchez a «reflexionar» sobre su proceder si quiere seguir en la Moncloa. Esquerra ya anunció el lunes que no secundaría la prórroga del estado de alarma, hasta ahora se ha abstenido, si no se dan plenos poderes a la Generalitat en la desescalada. Rufián volvió a poner la advertencia sobre la mesa.

Vídeo. Rufián: «No tiene sentido ir a cortarse el pelo antes de ir a ver a tu madre».

El PNV no intervino este miércoles en la sesión de control del Congreso, pero su portavoz en el Senado, Jokin Bildarratz, afirmó que «se está complicando» el apoyo de su grupo a la prórroga. Los nacionalistas también echan en falta «un diálogo leal y colaboración» con las instituciones vascas. El PNV ha estado al lado del Gobierno en las tres ampliaciones del estado de alarma, pero no es descartable que en la cuarta, que se votará el próximo miércoles, dé la espalda a Sánchez.

Si las amenazas firmes o veladas se hacen realidad, el Gobierno no lograría el aval parlamentario porque a los 60 votos en contra de hace una semana de Vox, Junts per Catalunya y la CUP, habría que sumar los 89 del PP, los 19 de Esquerra, EH Bildu y BNG, los diez de Ciudadanos y los seis del PNV. En total, 184 si no hay más cambios de postura de formaciones minoritarias. Suficientes para echar por tierra los planes de Sánchez para la desescalada.

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