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Martes, 3 de agosto 2021
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Como manda la tradición, el curso político finalizó este martes de forma oficial con el tradicional despacho estival en el Palacio de Marivent entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno antes del parón veraniego. La casualidad quiso que la cita entre Felipe VI y Pedro Sánchez coincidiese con la efeméride de la marcha de España de Juan Carlos I tras la aparición de informaciones que le atribuían una fortuna no declarada y de origen incierto. Una «huida indigna», a juicio de Unidas Podemos, que irrita sobremanera a los morados, que insisten en pedir su vuelta inmediata. Pero ni en la Moncloa ni en la Zarzuela contemplan de momento esa posibilidad. Al menos, hasta que el horizonte judicial del rey emérito, con tres investigaciones abiertas a sus espaldas, no se despeje.
Pese a que el Gobierno siempre ha mantenido que don Juan Carlos no huyó del país «al no estar inmerso en ninguna causa», Sánchez eludió responder en Palma de Mallorca a la pregunta sobre si se dan las condiciones para su vuelta, algo que el emérito ha dejado claro que quiere hacer. El presidente prefirió manifiestar su apoyo sin fisuras a la Jefatura del Estado y el papel del actual monarca al que elogió por su compromiso con la «transparencia, la actualización y la renovación» de la Corona.
Aunque el socialista se declaró «complacido» con el compromiso de Felipe VI con la renovación de la Casa Real, no concretó si eso debe traducirse en nuevas normas que profundicen en la transparencia de las cuentas de la institución o en su funcionamiento interno. Fue a finales de diciembre cuando el propio Sánchez avanzó que el Rey estaba «trabajando», con el apoyo de la Moncloa, en una «hoja de ruta» basada en la «renovación de la Corona en cuanto a la transparencia y la ejemplaridad». Pero nada más se ha vuelto a saber. Los contactos entre ambas partes se mantienen –tras la salida de Carmen Calvo del Ejecutivo su puesto lo ocupa Felix Bolaños– sin que haya trascendido por el momento ningún avance. «Las cosas de palacio van despacio», aseguran en el Ejecutivo.
Sánchez evitó también pronunciarse en contra de los ataques vertidos por sus socios de Podemos que arremetieron contra los escándalos «de corrupción e impunidad» del anterior jefe del Estado y calificaron su situación de «grave anomalía democrática». «El hecho de que Juan Carlos de Borbón viva a todo lujo en Abu Dhabi mientras se persigue penalmente a quien hace una canción crítica con la monarquía pone claramente en cuestión, además de la libertad de expresión, el principio de justicia e igualdad ante la ley», censuró en Twitter la líder morada, Ione Belarra.
La polémica permanente sobre las presuntas cuentas opacas e irregularidades fiscales del rey emérito ha avivado durante este último año las contradicciones entre los dos socios del Gobierno. Por más que los socialistas se afanan en poner distancia entre Felipe VI y su predecesor e insisten en que no se le puede imputar el pasado de su padre, los morados persisten en extender la crítica y la sospecha a toda la Familia Real y ligan al actual monarca con la corrupción. Además de intentar poner sobre la mesa el debate sobre Monarquía o República. «Podemos va a seguir trabajando para que la democracia llegue a la Jefatura del Estado y por un horizonte republicano para España», zanjó Belarra.
El jefe del Ejecutivo no quiso entrar a valorar las declaraciones de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y se limitó a repetir que su Gobierno «está comprometido con todas y cada una de las instituciones constitucionales». «Lo que les he dicho es lo que les he dicho –aseveró–. Valoramos ese ejercicio de transparencia y actualización que a lo largo de su reinado ha desplegado el rey Felipe».
Por su parte, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, evitó igualmente hacerse eco de las palabras de Belarra bajo el argumento de que no usará la sala de prensa de Moncloa para responder a declaraciones de otros miembros del Ejecutivo. «Cada ministro es responsable de sus declaraciones», se limitó a responder, dejando para la intimidad del Consejo de Ministros las desaveniencias entre ambas partes del Gobierno en lo que concierne a la Corona.
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