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La procesión, en el descenso desde Aniezo, antes de llegar a Frama.
Cientos de lebaniegos honran a La Santuca

Cientos de lebaniegos honran a La Santuca

Una multitudinaria procesión completó el recorrido entre Aniezo y Santo Toribio con la imagen de la Virgende la Luz en andas

Pedro Álvarez

Lunes, 2 de mayo 2016, 20:14

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La Virgen de la Luz, patrona de Liébana, volvió ayer a realizar su peregrinaje anual desde la iglesia parroquial de Aniezo hasta el milenario monasterio de Santo Toribio, en un recorrido de 26 kilómetros ida y vuelta, que la convierte en la procesión más larga que de las que se llevan a cabo en España. Cientos de devotos acompañaron a la pequeña imagen de alabastro y se fueron turnando llevando las andas, en un día en el que se conmemoró el XXV aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de La Luz.

Eran las siete de la mañana cuando Elías Hoyal, arcipreste de Liébana, celebró una misa en la iglesia parroquial de Aniezo, que estaba repleta de devotos, ante la presencia de la patrona de Liébana. Poco después de las ocho de la mañana, el pendón, cirios y cruz procesional de la parroquia de Aniezo, daban paso al comienzo de la procesión. Personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos, acompañaban a La Santuca, que llegó a la localidad de Cambarco mientras sonaban las campanas de la iglesia y se incorporaba el pendón procesional de la iglesia, al igual que lo haría después el de la iglesia parroquial de Frama, a la altura de la ermita de La Blanca.

Seguidamente, la procesión llegó al cruce de Vieda, donde cogió las andas Jesús Fuente, alcalde de Cabezón de Liébana. Al paso por la localidad de Frama comenzaron a incorporarse más devotos que acompañaron a La Santuca en su recorrido por la comarca lebaniega. Abandonado Cabezón, la comitiva procesional se adentró en Cillorigo de Liébana. Justo en el límite entra ambos municipios, en Ojedo, el alcalde, Jesús Cuevas, chocaba su bastón con el del regidor de Cabezón de Liébana, y se incorporaba el pendón procesional de Ojedo. Después de una pequeña parada en esta localidad, la imagen llegaba al inicio del término municipal de Potes, donde Javier Gómez, chocaba su bastón con el del alcalde de Cillorigo de Liébana, y se incorporaba el pendón procesional de la localidad. Luego, tuvo lugar la parada frente a la residencia de la Tercera Edad de la villa lebaniega en lo que sin duda es uno de los momentos más emotivos de todo el recorrido.

La Virgen de la Luz cruzó después las calles de Potes, parando junto a las ermitas de San Cayetano y de la Virgen del Camino, para llegar al cruce de Fonfría, donde esperaba Óscar Casares, alcalde de Camaleño, que chocó su bastón con su homólogo de Potes, iniciándose la fuerte subida al monasterio de Santo Toribio.

En la edición de este año, los cinco pendones procesionales acompañaron a la Virgen hasta el monasterio. Al llegar la imagen de La Santuca, se produjo el encuentro con el Lignum Crucis, que llevaba bajo palio el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge. Ya en el interior de la iglesia, el obispo, presidió la misa solemne, y a la conclusión, la imagen regresó de nuevo a Potes.

Por la tarde, después del rosario, cientos de personas acompañaron a la patrona de Liébana por las calles de la villa, que regresó de nuevo a la iglesia parroquial de Aniezo, parando en las iglesias parroquiales de Frama y de Cambarco, antes de concluir su peregrinaje por los pueblos de la comarca, a última hora de la tarde.

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